Idioma original: Inglés
Traductor: Jofre Homedes Beutnagel
Año de publicación: 2002
Valoración: Se deja leer
La policía de Pensilvania tiene que hacerse cargo de un Buick Roadmaster, pues su conductor ha desaparecido. En la comisaría donde está guardado el vehículo no tardarán en darse cuenta de que hay algo raro en él. Algo muy, muy raro.
Estamos frente a una novela con una premisa intrigante. No obstante, al contrario de lo que pudiera parecer, su lectura nunca se vuelve adictiva. Tampoco pesada, entendámonos. La prosa de Stephen King derrocha ligereza y el argumento de Buick 8, un coche perverso despierta curiosidad. Pero es innegable que a este libro le sobran páginas, abunda en anécdotas o descripciones que no aportan nada y tiene una estructura repetitiva. Encima, no me convencen ni su final ni los temas que maneja.
Buick 8, un coche perverso intenta ser un homenaje a H. P. Lovecraft, pero fracasa en el intento porque no ha entendido al escritor de Providence. Es una novela sobre la fascinación por lo desconocido, sobre cosas que están más allá de nuestra comprensión. Pero, como digo, Buick 8, un coche perverso no ha entendido a Lovecraft. Al contrario que en la mayoría de las ficciones del de Providence, aquí se planta cara a lo incognoscible. Y, en cierto modo, se sale triunfante. Por eso decía que el final de esta historia no me acaba de convencer.
Menos lovecraftiano aún es que se desvele en exceso el misterio de qué es el coche. Para ser una novela sobre lo desconocido, Buick 8, un coche perverso ofrece demasiadas respuestas. Respuestas que deberían haberse dejado a la interpretación del lector. Por ejemplo: ¿era necesario que Ned Wilcox elucubrara sobre la desaparición del conductor del Buick? ¿King tenía que confirmar el destino de Brian Lippy a través de lo que ve Sandy Dearborn? ¡Venga ya!
Menos lovecraftiano aún es que se desvele en exceso el misterio de qué es el coche. Para ser una novela sobre lo desconocido, Buick 8, un coche perverso ofrece demasiadas respuestas. Respuestas que deberían haberse dejado a la interpretación del lector. Por ejemplo: ¿era necesario que Ned Wilcox elucubrara sobre la desaparición del conductor del Buick? ¿King tenía que confirmar el destino de Brian Lippy a través de lo que ve Sandy Dearborn? ¡Venga ya!
Otros temas se barajan en estas páginas, además de la interacción humana con lo desconocido. Temas como el duelo y la aceptación de la pérdida, la hermandad que existe entre personas sin lazos de sangre, los avatares del destino, la otredad o el tránsito de la adolescencia a la madurez. Desgraciadamente, ninguna de estas ideas llega a espesarse.
Resumiendo, este libro no me ha gustado. Sin embargo, tiene aspectos positivos que querría destacar:
- La amenidad con que está relatado.
- El humor que empapa algunos de sus pasajes.
- Sus personajes, moderadamente complejos y con los que no es difícil empatizar.
- El maldito Buick y todo el misterio que le rodea.
- Las descripciones de las criaturas que el maletero del coche vomita. En especial, las que aluden a la «cosa-murciélago».
- La labor de documentación que King ha tenido que hacer para escribir esta novela. No sólo la ha situado en un estado alejado de su amada Maine; también ha tenido que familiarizarse con la profesión de los troopers.
- Los que conozcan al dedillo el multi-verso de King podrán ir localizando aquí y allá guiños y referencias a otras de sus ficciones.
A mi juicio, estos son los defectos de Buick 8, un coche perverso:
- Su final.
- Su estructura repetitiva.
- Su incompetencia a la hora de homenajear a Lovecraft.
- Varias de las decisiones tomadas por los personajes están bastante cogidas por los pelos.
- Diversas escenas se alargan más de la cuenta. Para colmo, a veces son relatadas estérilmente desde múltiples puntos de vista.
- Me sobran anécdotas sobre los troopers. Es cierto que éstas dan verosimilitud a lo que se nos está narrando, y hasta ayudan a caracterizar a determinados personajes, pero hay demasiadas y, por lo general, se sienten como digresiones innecesarias.
- Después de todas las menciones que se hacen en estas páginas a los amish, uno esperaría que King los vinculara con la historia. Pero no, esto nunca llega a suceder más que de forma superficial.
- En cuanto a la edición de RBA de From a Buick 8, querría destacar que, aunque la traducción de Jofre Homedes Beutnagel es funcional, se siente poco pulida en algunos tramos.
Para ir terminando con esta reseña, diría que Buick 8, un coche perverso es una novela con buenas ideas mal ejecutadas. No es el mayor bodrio escrito por King, pero no me extraña que haya fans que la comparen con la infumable Cell. Así pues, manteneos alejados de este voraz maletero. Al menos, todos aquellos que no seáis unos incondicionales del escritor de Maine. He dicho.
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4 comentarios:
Esperaba antes reseña del "Instituto", por eso de que acaba de publicarse. :) El libro que nos traes hoy es de los más flojos de King y es totalmente prescindible.
En el '99 atropellaron a King, justo después publicaron La chica que amaba a Tom Gordon, Dreamcatcher y Buick 8.
No era su mejor momento y vale la pena de esa época leerse sus memorias.
Son 100% disfrutables. Mucho más que estas 3 novelas.
King ha dado mucho a la literatura y es un grande.
Como no lo he leído no puedo opinar, pero en todo caso, me llama la atención que siendo una novela del Rey y tratando de un "coche perverso" no hayas hecho ninguna referencia a "Christine" ¿No tienen nada que ver una novela con la otra?
Curiosamente pensé lo mismo que Juan. Creo que Christine fue el primer libro de King que leí, y me gustó mucho, muchísimo, con ese deslumbramiento inicial de cuando conoces algo nuevo. Me encantaron la forma de mezclar el terror y el humor, como todas las referencias a la sociedad de la época y sus manifestaciones culturales, etc.
Por otra parte, cada vez que leo una reseña de Oriol no dejo de maravillarme de como es de minucioso en su trabajo. Gracias, es un gustazo enorme.
Saludos a todos
Anónimo, debo reconocer que tanto "El cazador de sueños" como "La chica que amaba a Tom Gordon" me gustaron bastante. Eso sí, los leí hace tiempo, cuando era un fan incondicional del autor. Dudo que ahora me causaran tan buena impresión. Ya en su momento pensé no estaban a la altura de las mejores novelas de King.
A "El instituto" no creo que me acerque. Desde "Mr. Mercedes" que no sigo las novedades de este escritor.
Juan, en "From a Buick 8" hay diversas referencias a otras obras de King (especialmente a la saga de "La Torre Oscura"). No obstante, tengo entendido que las similitudes con "Christine" son puramente superficiales. Ambas novelas tratan sobre coches sobrenaturales malvados y transcurren en Pensilvania, pero ya está.
Yo creo que al Buick del libro que traigo a coalición le hubiera venido bien distanciarse mucho más, incluso, de Christine. Para hacerlo fiel a lo que entendemos por una entidad de horror cósmico lovecraftiana, tendría que haber sido un antagonista indiferente, y no directamente perverso.
Lupita, en "From a Buick 8" también se mezcla un poco de humor con el terror imperante, así que, si abordas la novela con bajas expectativas, igual te gusta y todo. En serio, por haber, hay incluso humor involuntario. King siempre tiene que escribir abusones de instituto un tanto caricaturescos, pero se los toma tan en serio...
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