jueves, 7 de julio de 2016

Mariana Enriquez : Las cosas que perdimos en el fuego

Idioma origjnal: español
Año de publicación: 2016
Valoración: muy recomendable
 
Difícil me va a resultar evitar ciertas comparaciones, pero vamos a por ello. A costa de ciertas cuestiones relacionadas con la intercambiabilidad, he de reconocer que esta colección de relatos con título proniano me ha sorprendido mucho y para muy bien. Me ha parecido tan bueno como he leído ya en bastantes sitios, no importa reconocer que es muy difícil (y casi inaccesible para un modesto blog) ser el primero en descubrir la excelencia. Y Anagrama ha acertado aquí: Mariana Enriquez (habrá que indagar alguna de esas novelas que menciona la contratapa) tiene todo lo necesario para estar en primera línea de una generación, y los relatos incluídos aquí lo confirman. 

Otra cosa que no suelo hacer: esas relaciones de cuentos destacados, esos listados de cada relato y cada título y de qué trata este o ese otro.. Porque este libro tiene una poderosa personalidad unitaria. Destacar un relato y no otro me parece como hablar de mejores o peores capítulos, aunque me han gustado algo más los relatos iniciales, donde la violencia flota más en el ambiente y no se concreta de una forma tan clara, es más una amenaza, un recuerdo o incluso una especulación. Digamos que es la parte casi mágica de este libro, ese juego de sombras chinescas con personajes levemente reminiscentes: casi siempre mujeres, jóvenes. solas o con parejas distantes. Observadoras, valientes, vulnerables solo en lo físico. No menciono la unidad narrativa por nada: barrios o calles peligrosas,  casas donde el pasado pesa, seres transformados, monstruosos, enajenados, distorsionados pero conservando una apariencia humana. Leo menciones a Enriquez como una de las voces destacadas de una narrativa argentina alejada ya de los fantasmas de las dictaduras. Pero algo insano e incómodo flota en esta colección de relatos. Algún cabo queda siempre suelto y la calma es siempre tensa. Podríamos decir que la primera parte es más Cortázar o Poe y la segunda es más Borges o Lovecraft, pero algo ahí remite a otros aspectos más contemporáneos. Los escenarios siempre parecen precarios y destartalados, los personajes ligeramente incompletos en algún sentido. No solo la mención a un posible centro de torturas (la escuela de policía habilitada como hotel en uno de los cuentos): el ambiente general resulta intranquilizador: los vídeos de Chris Cunningham o el ambiente de nuevos clásicos como La casa de hojas están ahí.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Francesc, cuales son los mejores libros que has leído en lo que lleva de año? Gracias

Cintia Mignone dijo...

Gran libro el de Mariana Enríquez. Yo hice una lectura además muy relacionada con el machismo y la política metida en los cuerpos de esas niñas, adolescentes y mujeres que protagonizan los cuentos, y en ese sentido, el que más me impactó fue el que le da nombre al libro. Abrazo desde Santa Fe, Argentina.

jordim dijo...

Hay que tomar nota.

Anónimo dijo...

Francesc, cuales son los mejores libros que has leído en lo que lleva de año? Gracias

telefono vivaaerobus dijo...

Alguien me recomienda varios libros para leer!!!
me voy de viaje y no me decido cuales llevar

saludos

Reve Llyn dijo...

Buffffff...leí dos de ellos con el club de lectura El color de la mirada: Tela de araña y el que da titulo al libro; brutales, en el buen sentido...aunque quizá en el malo también.

Estoy esperando que acaben las sesiones de verano del club para hacerme con él. No se si seré capaz de esperar.

Francesc Bon dijo...

Buenas: gracias por los comentarios y perdón porque ciertos problemas técnicos (discos duros vitales que se niegan a funcionar) me hagan tener los comentarios un poco abandonados.
Sobre mis mejores libros del año, que me está resultando bastante fructífero, diría que los de Spanbauer y James en lo referente a novela, Glanbeigh en relato corto, el de Linksley en ensayo y El secreto de Joe Gould y El sótano de Bernhard en recuperación de clásicos.

Oriol dijo...

Buena antología, aunque algo irregular. Me dio la misma sensación que "Los peligros de fumar en la cama": relatos buenísimos mezclados con otros meramente correctos. A ambos libros les ponía yo un Recomendable.