lunes, 11 de julio de 2016

Jon Juaristi: El linaje de Aitor

Idioma: español
Año de publicación: 1987
Valoración: recomendable (sobre todo para interesados en el tema)

Esta reseña bien podría titularse "El linaje de Aitor revisited" o algo parecido, porque he de explicar que ya leí este libro hace años, en mi cada vez más alejada y entusiasta juventud (eso sí, por prescripción facultativa, por decirlo así...), así que lo de ahora ha sido una relectura... que los años (los míos, sobre todo), han vuelto algo más entretenida y jugosa, debo admitir. Ahora bien, entiendo que este libro puede no atraer al público lector en general, y quizás lo haga solamente al que tiene más interés por la Historia y la literatura vascas o por el proceso de gestación de los elementos culturales que componen eso tan incierto que llamamos "tradición".

En es te sentido, Juaristi le da un buen repaso a todos los muñidores de esta supuesta tradición que se dedicaron a compone, a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, más o menos epígonos domésticos de Walter Scott, ya sea por motivos literarios, identitarios o incluso políticos. Porque muchos de estos escritores eran lo que en su momento se conocía como "fueristas" (es decir defensores del mantenimientos de los Fueros vascos e incluso, en algún caso, de su extensión al resto del territorio español), "euskalerriacos" y hasta protonacionalistas... Pero muy pocos de ellos, me temo, han logrado permanecer en la memoria del público lector... casi ninguno, en realidad; quizá tan sólo Navarro Villoslada y, por supuesto, Unamuno y Baroja, a los que el autor dedica el último capítulo de este libro (y el penúltimo a Sabino Arana, padre fundador del nacionalismo vasco, pero al que creo sí debemos considerar más político que cualquier otra cosa). No obstante, estoy seguro de que a cualquier ciudadano vasco actual le sonarán los nombres de muchos de los escritores tratados en el libro, pues son los que pueblan buena parte del callejero actual de sus localidades: hablamos de Antonio Trueba, Goizueta, Vicente de Arana -primo de sabino, por cierto-, Arturo campión, Delmas, Araquistaín, Sotero Manteli, Becerro de Bengoa, etc... la mayoría más cronistas -de aquella manera-, romanceros o legendistas mixtificadores que verdaderos novelistas, y cuyos mayores logros literarios no han pasado la prueba del tiempo. Tampoco es que sus biografías resulten demasiado apasionantes, por más que fueran representantes de unas ideas ya fenecidas pero que, de una forma u otra, han dejado cierta impronta en su "ámbito de decisión"... La excepción (siempre hay alguna) viene a ser el suletino Augustin Chaho, el más divertido, sin duda de todos estos personajes: editor, iluminista, filocarlista, prenacionalista, incluso, y creador, a partir de lo que parece una traducción erróneadel vascuence -habría que ver si intencionada o no- de la "mítica" figura del padre Aitor, que da nombre a este libro y a miles de ciudadanos de hoy en día, y no sólo vascos.

Juaristi, con la persistencia y minuciosidad de un entomólogo, repasa no sólo la obra y cirscunstancias de estos autores, entre otros, sino también las de la génesis de esa "materia de Vasconia" de la que se nutren sus obras -como ya he mencionado, circunstancias tanto literarias como políticas y sociales-, sus antecedentes -tubalismo, vascocantabrismo, vasco-iberismo- y aun sus consecuencias. En lo que a esto respecta, buen trabajo... Claro que erudición, exhaustividad y minuciosidad no son garantía de amenidad y, pese a que el autor pone lo que puede de su parte, tampoco parece que procurar ésta sea su principal objetivo. de hecho, ya he comentado que éste es un libro que resulta recomendable sobre todo para lectores interesados en el tema, aunque para los demás tampoco sería una pérdida de tiempo echarle un vistazo. Ignoro si ocurre lo mismo con otros libros que Juaristi ha dedicado a temas similares: las genealogías míticas de los pueblos de Europa, la formación de los mitos inherentes al nacionalismo español o la "invención de la tradición bilbaína" (sic), pero quizás tampoco sea mala idea leer alguno de ellos.

Una única pega al libro y a su autor: no sé si por algún tipo de rigor bibliográfico (mal entendido, en mi opinión) o por simple pedantería, las bastantes citas de obras ajenas que están escritas en otras lenguas que no son el castellano (sobre todo, inglés y francés) no se han traducido al idioma en el que está escrito este libro. Curiosamente, muchas de las que están en lengua vasca sí que han sido traducidos, aunque habría que comprobar si esto es porque también estaban traducidas al castellano en la obra original citada. En todo caso, el profesor Juaristi parece suponer que todos los lectores del libro deben de dominar también estos otros idiomas y si no, que se busquen la vida... No pasa nada, claro, que no somos niños y cada palo que aguante su vela... excepto que siempre me llamó la atención que alguien que demostró tal desprecio por sus lectores en castellano fuera luego nombrado Director de la Biblioteca Nacional (de España, se entiende) y Director del Instituto Cervantes, nada menos. Pero, en fin, ya se sabe que doctores tiene la Iglesia y a quién Dios se la dé, San Pedro se la bendiga. O, dicho de otro modo, cosas veredes...


12 comentarios:

Carlos Andia dijo...

No voy a negar que el señor Juaristi no es santo de mi devoción. Uno puede asumir que la gente cambie de opinión, incluso de forma notoria, pero las piruetas de este caballero son de una envergadura tan colosal que desbordan mi capacidad de comprensión. Por la fecha de edición, deduzco que debía estar a la mitad de su viaje interestelar.

Tampoco puedo poner en cuestión la exactitud de los datos del libro que comentas -ni lo he leído ni mis conocimientos alcanzarían ni de lejos-, pero me temo que me guardaré muy mucho de comprobarlo: hay muchos autores que permiten ser leídos sin que la sospecha de sectarismo me condicione de forma tan decisiva.

Saludos, brother.

Koldo CF dijo...

Carlos: Dejemoslo en que Juaristi es una persona un tanto voluble (ideologicamente).

En cuanto al libro, la verdad es que no me llama la atención. Eso sí, admirable el valor que le ha echado el amigo Baigorri!

Abrazo!

Santi dijo...

En el caso de Jon Juaristi, recomiendo separar su figura pública de su obra: sus bandazos ideológicos (de ETA a asesor de Aznar) siempre y en todo momento con la seguridad de quien está en posesión de una verdad absoluta, no hacen que caiga demasiado simpático. Pero eso sí, Juaristi es un hombre con una cultura muy amplia, y una gran capacidad crítica; sus libros sobre el nacionalismo vasco son referencias bibliográficas fundamentales, se esté de acuerdo con sus postulados o no. ¿Que es un tanto pedante? Pues sí, pero aun así sigue siendo muy interesante de leer...

Juan G.B dijo...

Hola, compañeros:
He de decir que a mí me parece perfecto que cualquier persona evolucione en sus gustos e ideas si lo desea...es más, cuanto màs extravagante sea esa evolución, más divertido será el caso, para mí. Otra cosa es que yo también tenga perfecto derecho a no prestar la menor atención a las opiniones "evolucionadas" de esa persona, si no me interesa hacerlo. Que es exactamente lo que me ocurre con este caballero.
En cuanto al valor necesario para leer esté libro, puede que lo tuviera hace ya años, cuando tuve que hacerlo por obligación. Pero reconozco que cuando lo he "revisitado" recientemente, me ha parecido màs ameno de lo que recordaba. Supongo que es un efecto de la viejunez que va llegando... (de hecho, no descarto leer algún sesudo libro más de este autor).
Saludos a ambos y gracias, compays!

Montuenga dijo...

Pues yo me leí El bucle melancólico hará, calculo, unos quince años. Me sentía una ignorante absoluta y, al no ser de allí, no tenía quien me recomendase alguna lectura más divulgativa. Lo encontré muy interesante y erudito, como dice Juan, demasiado para mi nivel. Así que lo digerí como pude y supongo que algo aprendería, aunque no tanto como hubiera debido por falta de conocimientos básicos.
No me importaría leer otro ensayo que se adapte a los profanos como yo pero que no sea demasiado básico tampoco. O sea, que explique antecedentes sin darlo todo por sabido y luego se sitúe, a ser posible, al nivel de Juaristi.
Se admiten ideas.

telefonos de volaris dijo...
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Carlos Andia dijo...

No quisiera parecer pesado con el tema. A mi me parece muy bien que cada uno haga las cabriolas ideológicas que quiera. Sólo digo que en casos así, por muy culto que pueda ser el personaje, yo respetuosamente me quedo al margen, y que otros lo disfruten, si pueden. Si estuviésemos hablado de poesía o de narrativa, igual me tragaría mis prejuicios, pero me temo que no es el caso en absoluto.

Juan G.B dijo...

Hola a los dos, compañeros:
Montuenga, yo hace mucho que dejé de estudiar estos temas, así que no te puedo recomendar libros más recientes, pero sobre mitos y leyendas vascas, desde una perspectiva màs antropológica, tienes las obras clásicas de José Miguel de Barandiaran y también tiene varios libros al respecto Julio Caro Baroja (seguramente más fáciles de encontrar fuera de Euskadi). Una "Historia del País Vasco" puede ser la de Manuel Montero, aunque también tiene unos cuantos años y seguro que se han escrito otras más recientemente. En cuanto al tema literario, ahí no te puedo ayudar, lo siento. Quizás Santi...
Carlos, tú no te puedes poner pesado ni aunque lo intentes ; )
En general estoy de acuerdo contigo; por explicarme con mayor claridad, yo respeto la evolución de cada cual, pero me toca las narices cuando alguien que ha mantenido posiciones muy extremistas en su época juvenil, se dedique a pontificar desde el lado contrario en madurez (y todos conocemos el caso de màs de un escritor). Pero sin hacer mucho caso a sus homilías, sí que me parece que podemos aprovechar aquello de valor que pueda tener su obra y el resto, que se lo guarde donde le quepa.
¡Saludos, amigos!

Juan G.B dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Qué ocurriría si en esas piruetas ideológicas el recorrido fuera el inverso ? Si,,,de facha a Etarra... Eso os gustaría mas verdad queridos rogelios? Sois patéticos predecibles y tremendamente aburridos y lo peor es que sois aprendices de tiranos

Juan G.B dijo...

Buenos días, simpático anónimo:
Casos de una deriva ideológica desde la extrema derecha hacia la izquierda sólo conozco uno, el de Jorge Verstrynge y yo al menos le suelo hacer tanto caso como a Juaristi ,o en un ordenás patocho, Pio Moa.
Pero he de confesar que tienes razón en lo de "aprendices de tiranos"... de hecho, la escala de valoración que tenemos aquí de los libros no es sino un ensayo psra cuando implantemos la República Uladiana Estalinista Bolivariana y podamos clasificar a los ciudadanos según su grado de adhesión a ls sagrada causa del proletariado y enviar a quien proceda a "reeducarse" en un gulag.
Dirás que sólo es un sueño, pero no me llames iluso porque tenga una ilusión...
Un saludo y gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

Para eso estaremos vigilantes los demócratas .. Para que vuestro sueño no se cumpla
Respecto a lo de Versrtringe no fue deriva , solo fue un asunto de dinero ... Le copiaba párrafos enteros de la constituciom francesa a vuestra acémila favorita y jefe de vuestro jefe Iglesias
No sois capaces de comentar un libro sin destilar odio simpleza y vulgaridad .. Jurarísti debe de ser muy grande cuando molesta a la inteligencia oficial bolivariana ,,
Vino de. Un partido demócrata .?( ETA) a un partido facha (PP.) es eso . Dilo .. No hay problema
Os pone más cachondo el tiro en la nuca que el parlamento ..?
Seguiré leyendo este blog como amante de la literatura y el disparaté sectario ... La última incluir a Vargas Llosa ( cuya deriva social deploró ) en la lista de bet sellers , pero sois tan divertidos cuando apretáis los puños y odiáis ¡,,, GRRRR