lunes, 5 de octubre de 2020

celso castro: las brujas

Idioma: español
Año de publicación: 2020
Valoración: está bastante bien

celso castro, ya sabéis, y si no, os lo cuento, es ese escritor gallego que tiene rota la tecla de las mayúsculas del ordenador... No, es broma: cierto que no utiliza las letras mayúsculas, pero, al parecer, se debe a una costumbre como poeta (ya se sabe que para escribir poesía conviene pasarse un poco por el forro las normas ortotipográficas); aunque, en verdad, parece más probable que esa ausencia de mayúsculas tenga por objetivo imprimirle mayor velocidad, un ritmo aún más vivo a los monólogos o soliloquios con los que este autor compone sus novelas, al menos gasta donde yo he leído, Porque tal parece ser la especialidad de castro: monólogos soltados por chicos jóvenes, poco más que adolescentes, que oscilan entre un tono coloquial y algún toque de pedantería, como suele suceder con los jóvenes (y no tan jóvenes... ejem) un poco leídos y un bastante inadaptados, y que van desgranando su vida y circunstancias.

En este caso, el protagonista-narrador se trata de un chico coruñés, que nos va narrando -o a un interlocutor que no conocemos- su devenir es un a familia sin padre y en la que tanto su madre como hermano mayor sentían, o eso cuenta, cierta animadversión hacia él. El cariño y la comprensión los encuentra en su tía laura y en algún amigo no menos peculiar, y el amor y el sexo, en lorena, hija de una conocida bruja de la ciudad y con poderes brujeriles ella misma, con la que comienza una relación de ¿noviazgo? ya en la infancia, escarceos eróticos incluidos, que después retoman en su adolescencia. Esta relación, junto con la establecida desde siempre con su familia, son las que articulan toda la novela-monólogo, bastante breve, por lo demás. No hay mucho más, aparte de la sensación, creciente por momentos, de que todo el soliloquio, el relato del joven o al menos sus elementos sobrenaturales, se deben a un desequilibrio mental del narrador-protagonista.

Y eso que lo más interesante de la novela, en mi opinión, es justamente esa mezcla de la típica, más o menos, novela de formación de un adolescente incomprendido (me estoy acordando de Crónica del alba, de Ramón J. Sender, por ejemplo, pero hay mil ejemplos) con el elemento sobrenatural de los poderes de lorena, la presencia de espíritus, etc. Sobre todo, la combinación funciona de maravilla en a parte que se refiere a la infancia de los personajes, que se podría considerar un relato completo en sí mismo. Ahora bien, en mi opinión también, castro no le saca todo el provecho a esa interesante asociación y prefiere tirar más por el tema familiar, el desorden psicológico del muchacho -no sólo de él, pero no quiero espoilear la novela-, y su extrañamiento o poca integración en la sociedad en la que vive. Lo mejor; que toda su narración está trufada también de toques de humor, de ironía socarrona que resultan de lo más refrescante y le quitan hierro a una historia que, de otro modo, parecería abocada al drama y la desesperanza más ceniza.


Otras novelas de celso castro reseñadas en Un Libro Al Día: el afinador de habitaciones

2 comentarios:

Diego dijo...

Buenas, Juan.
En mi caso, año de publicación 2020 y estilos "rompedores" (del tipo no uso mayúsculas) me quitan las ganas antes de despertarme interés.
De todas maneras, lo que cuentas luego en la reseña sí que me interesó. Ja vorem!

Si tal, dale una mirada a la reseña que, creo, escribiste con el móvil porque el dedo gordo te ha jugado malas pasadas. Jeje.

Último, y aunque no tenga nada que ver con este libro, hace unos meses leí "el turismo infame" de Roberto Fernández Sastre. No sé si lo conoces pero pensé en ti porque hacía mucho tiempo que no reía tanto con un libro.

Un saludo.

Juan G. B. dijo...

Corregido, gracias...aunque he de decir que los nombres que menciono en la reseña los he comenzado con minúsculas para respetar la ortografía utilizada por este autor...