sábado, 13 de junio de 2020

Joseph Roth: La marcha Radetzky

Idioma original: Alemán
Título original: Radetzkymarsch
Traducción: Isabel García Adánez
Año de publicación: 1932
Valoración: Imprescindible



Creo que no me equivoco si digo que esta es una de las novelas clave de la primera mitad del siglo XX y uno de los ejemplos más acabados de novelas que reflejan el final de una época y los efectos que este tiene sobre los individuos. Y mira que buena parte de la narrativa de Joseph Roth (Musil, Zweig, etc) gira alrededor de ese tema, pero es que "La marcha Radetzky" lo tiene (casi) todo.

El punto de partida de la novela será la heroica acción de Joseph Trotta, quien casi sin quererlo salva la vida del Emperador Francisco José durante la batalla de Solferino, lo que provocará que Joseph Trotta se convierta en el barón von Trotta und Sipolje (localidad esta de la que procedían sus antepasados) y modificará para siempre el destino de la vida de su hijo Franz y su nieto Carl Joseph.

Los destinos de ambos (sobre todo el de Carl Joseph) aparecen, por tanto, entrelazados con el ocaso de la monarquía austrohúngara, el cual es narrado desde el sarcasmo y la ironía, aunque no sin pequeñas dosis de melancolía. Todo ello conjugando destinos individuales y acontecimientos históricos, contraponiendo valores "antiguos" y "nuevos", diferenciando entre realidad y apariencia.

Por una parte, estarían la omnipresente figura del Emperador y los valores que de ella aparentemente emanan: el deber, la obediencia, el sacrificio, el honor; por otra, su aplicación práctica en instituciones como la clase política o el ejército. Por ejemplo, el contraste entre el oropel de los desfiles o el papel aglutinador y ejemplar del ejército y la imagen de este como un grupo de holgazanes, bebedores y jugadores o entre las tradiciones antiguos y las nuevas costumbres es brutal.

Producto de estos contrastes y del choque entre el ideal y la realidad es el personaje central de la novela, el teniente Carl Joseph von Trotta und Sipolje. Nieto del héroe de Solferino e hijo de un jefe de distrito, recto y espartano funcionario que más parece un fantasma de otros tiempos y un reflejo decolorado del Emperador, Carl Joseph se ve empujado desde su más tierna infancia a la carrera militar. La carga, para lo bueno y para lo malo del nombre del héroe de Solferino, una relación paterno-filial basada en silencios y sobreentendidos y el peso del deber, el honor, la obediencia y la sumisión harán de Carl Joseph un ser pusilánime, un hombre "sin atributos", un instrumento en manos del infortunio.
De ahí que "La marcha Radetzky" no haya de ser considerada, al menos en exclusiva, como una novela histórica y que conserve en 2020 toda su vigencia. Porque es también una novela de corte psicológico o existencialista, sobre seres fuera de lugar que tratan de "pertenecer" de alguna manera, aunque en el fondo siempre sean incapaces de adaptarse a las nuevas situaciones o a situaciones que la Historia va poniendo en su camino.

Sea como fuere y hagamos la lectura que de la novela hagamos, "La marcha Radetzky" vuelve a dar muestra de la capacidad de penetración psicológica de Roth, de sus habilidades como narrador o contador de historias, de su maestría para entrelazar extensas descripciones (por ejemplo, las de los paisajes de su Galitzia natal) y ágiles diálogos o para dejarnos una serie de escenas memorables, como pueden ser el diálogo entre Carl Joseph y el doctor Max Demant previo al duelo en el que este último se ve inmerso, la agonía del criado del primer y segundo Trotta o las poderosas imágenes de la guerra, en las que sentimos el hambre, la sed y la violencia en carne propia. Por ponerle un pequeño pero, quizá el comienzo sea algo "lento", ya que está destinado más a una puesta en situación que otra cosa. Si lo leéis y os transmite esa sensación, no desistáis. Merecerá mucho la pena, de verdad.

21 comentarios:

Juan G. B. dijo...

Muy buena reseña, pero tendrías que haberla programado el 1 de enero...y lo sabes... (imaginad aquí una foto de Julio Iglesias)

Carlos Andia dijo...

Creo recordar que hay una película sobre el tal Trotta (no sé si padre, hijo o nieto).

Una reseña de esas que obliga a llevar el libro a la interminable lista de pendientes. Enhorabuena!

1984 dijo...

Roth fue un gran escritor, nostálgico del Imperio de los Habsburgo, en donde los judíos como él habían vivido bastante bien en un clima multicultural de relativa tolerancia. Esta gran novela tan bien comentada por Koldo es como una elegía de un tiempo pasado, que tendría sus insuficiencias, pero también su grandeza. El final de la novela es el final del imperio: cada nacionalidad tira por su lado, mirando de reojo, y hasta con odio, a las demás. La novela imperial termina fatal. Centroeuropa será un campo de minas a partir de 1918. Roth, el santo bebedor, murió alcoholizado en París. Siempre se declaró monárquico del fenecido Imperio austrohúngaro; y conservador, ante las destrucciones que se avecinaban. Los nazis quemaron sus libros, y Roth se libró gracias a la muerte de que lo quemaran a él también. Un autor imprescindible.

Por cierto: hay tres Roth que son grandes escrItores. Philip Roth, Joseph Roth y Henry Roth.

Koldo CF dijo...

Juan: lo pensé pero era mucho esperar
Carlos: creo q es un libro a releer. En realidad, todo Roth
1984: Esa melancolía de la q hablas se nota por momentos en el libro, aunque ya digo que creo que pesa más el sarcasmo, la ironía y el desencanto. Por cierto, no he leído mucho a los otros Roth, pero Joseph es el Roth bueno!!!

1984 dijo...

Totalmente de acuerdo contigo Koldo: Joseph es el mejor. ¡Y con diferencia!

Unknown dijo...

De todas las novelas que he leído de Roth, esta es mi favorita. Antes de comenzar, no sentí que el inicio fuera lento, de hecho lo sentí bastante ágil y que en cincuenta páginas ya tuviéramos casi todas las condiciones que marcarán el destino de los Trotta.
Las reflexiones que hace Roth sobre el final del Imperio Astrohúngaro son profundas y con una fatalidad irrevocable que por momentos me recordaron a las mejores páginas de El gatopardo. Pero aquí es desconsoladora y está presente en esas escenas donde el imperio tiene mayor brillo, es un memento mori que nos hace conscientes de todos los mecanismos que traerán el fin de este poderío. La escena del desfile militar y el águila imperial que se transforma buitre es sublime. Igualmente recuerdo (porque la leí ya hace años) las maravillosas escenas con los personajes femeninos, esa escena de sexo en un palco de ópera y que todo se centre en una mano que lucha por sostenerse, qué técnica del escritor. Leyendo la reseña me dieron un montón de ganas de volverla a leer.

Koldo CF dijo...

Coincido contigo en que es mi obra favorita de Roth y bien merece la pena la relectura (ha sido mi caso). En cuanto a la escena del desfile en Viena, tienes razón en que tb es brutal. En fin, un novelón.

Gracias por comentar!!

Unknown dijo...

Me encantó cuando lo lei.. Mayor Thompson

Inmaculada dijo...

Espero poder leerla pronto, está muy arriba en mi lista de futuras lecturas y tu reseña me ayuda a no olvidarme de ella. Muchas gracias.
Saludos.

Koldo CF dijo...

Hay que (re)leer a Roth!!

ChuangTzu dijo...

Me apetece mucho leer esta novela. Tengo pendiente también alguna de Aleksandar Tisma, que en alguna reseña reciente relacionabais con Roth, y con otros autores centroeuropeos, como Zweig y Marai, elegantes narradores de un mundo decadente.

No conozco a Henry Roth pero Philip Roth es un escritor extraordinario, también. Pastoral Americana me parece soberbia.

Gabriel Diz dijo...

Linda reseña Koldo. No coincidimos en que el bueno de los Roth sea Joseph. Te animo a que leas “El teatro de Sabbath” de Philip.
Dos enormes escritores.

Saludos

Koldo CF dijo...

No te va a defraudar, seguro. Espero que nos cuentes cuando la leas.

En cuanto a Philip Roth, y aprovecho para contestar tan a Gabriel, ya os digo que lo he leído muy poco. Prometo probar con Pastoral Americana o El teatro de Sabbath!! Queda dicho!

Muchas gracias por vuestros comentarios

Bretanho dijo...

Extraordinaria novela. Tenía cierta prevención antes de leerla por si el peso histórico de la novela resultase de alguna forma pesado, pero todo lo contrario: Roth narra una historia relativamente sencilla de una saga familiar y es la riqueza de su escritura la que va perfilando, casi sin parecer pretenderlo, el retrato de una época que termina con la 1ª Guerra Mundial y los cambios sociales que se estaban produciendo.

Maqroll dijo...

Joseph Roth, coincido con la tónica general, es un escritor con una clase fuera de lo normal. Llevo leyéndolo más de 10 años, una novela cada cierto tiempo (Confesiones de un asesino, La leyenda del santo bebedor, La rebelión, Hotel Savoy, Leviatán....) y lo tenía aparcado hasta hace un par de meses que me leí Job y volví a reconocer ese talento. Justo entonces salieron las reediciones (2 nuevas traducciones) de La marcha Radezky y La cripta de los capuchinos; ahí tengo esperando "La marcha" en la edición de Alianza precisamente....

Koldo CF dijo...

Pues a leer y a releer a Roth se ha dicho! Y me alegra está unanimidad, qué leches!

Anónimo dijo...

Siguiendo con la "familia" Roth...
Leí mucho de Philip (Koldo, tienes que leer la Trilogia Americana: Pastoral americana, Me casé con un comunista y La mancha humana, imperdibles los tres!), no leí nada de Joseph, cuya vida conozco mejor que su obra, y desconocía la existencia de Henry, a quien 1984 menciona.
Tu reseña me obliga a incluir La marcha Radetzky en mi listado de lecturas pendientes, bien arriba.

El Puma

Marc Peig dijo...

Coincido con El Puma. Koldo, anímate a leer la Trilogía Americana. Y yo también me apunté este “del otro” Roth a mi lista de pendientes, puesto que no he leído nada del autor pero parece que vale mucho la pena.
Saludos, y buena reseña, compañero.
Marc

Koldo CF dijo...

Os haré caso, Gabriel y Marc, cuando el tsundoku baje (s es que algún día lo hace). Pero hacedme caso tb a mi!

Lupita dijo...

Hola, Koldo:

Yo te haré caso, y , por cierto, el término "tsundoku" no lo conocí hasta que me hice seguidora de ULAD. A mí me gusta también hablar de optimismo lector, porque hay que ser muy optimista para pensar que nos vamos a leer esas pilas de libros.

De todos modos, con un libro al día es imposible ponerse "al día"
No sé cuándo, pero lo leeré y te diré que me ha parecido, aunque apunta muy bien.
Saludos

Anónimo dijo...

La pregunta es si hay Roth malo. :) Henry con Llamalo sueño, Philip con La mancha humana,con Patrimonio, con tanto... Joseph contemporáneo de Zweig. Me quedo con los 3. Quería preguntar si alguno ha leído La marcha Radetzky pero en la nueva a traducción de Alba y si tb la recomendais.
C.