lunes, 29 de junio de 2020

George Saunders: Felicidades, por cierto

Idioma original: inglés
Título original: Congratulations, by the way
Traducción: Javier Calvo
Año de publicación: 2014
Valoración: recomendable (con matices)

Siendo sinceros, adelantándome a los apriorismos que puedan aparecer si uno se fija en los subtextos de la cubierta y la contra cubierta, el posible lector podría pensar «ya estamos, otro libro de superación personal, etc.» Peroooooo, aquí estamos hablando de George Saunders, el que me deleitó con la magnífica obra «Lincoln en el Bardo», alguien que tiene un currículo trufado de cuentos que tratan sobre el consumismo y su absurdidad, la cultura de masas, y todo ello escrito con un estilo envuelto de una sátira mordaz y una evidente crítica sociológica. Así que, ¿podría un autor con este perfil escribir un libro de auto superación sin contenido interesante? La respuesta es evidente.

Poniéndonos en situación, este muy breve relato nace a partir del discurso que el autor impartió en una ceremonia de graduación en la universidad de Siracusa donde da cursos de escritura creativa. La transcripción del discurso fue publicada en The New York Times y obtuvo una tal acogida entre los lectores (siendo compartido en las redes más de un millón de veces) que llevó a los editores a querer publicarlo en formato libro.

En este discurso, Saunders recurre a su sentido del humor para explicar situaciones vividas en las que pudo sentir vergüenza o de las que se podría arrepentir. Y sí, son divertidas, anécdotas que arrancan una sonrisa, que en efecto seguro que hubiera deseado evitar, pero en las que la sonrisa se detiene de golpe cuando nos explica, de entre todas las situaciones, aquellas de las que realmente se arrepiente: «aquellos momentos en los que tenía delante otro ser humano que estaba sufriendo y reaccioné... con prudencia. Con reservas. Con moderación.»

Porque en este aspecto clave se centra el discurso, en intentar, como meta vital, algo tan sencillo como «ser más amables». Pero como eso sería un mensaje muy simple, aparentemente fácil de conseguir sin esfuerzo y en el que nadie debería ponerle pegas, el autor expone también el por qué nos cuesta ser más amables. Y la verdad es que, aunque hay muchas causas que apuntan a esa dificultad en ser más amables, estas se reducen básicamente a una: el egoísmo. Un egoísmo inherente al ser humano pero que, por suerte, con la edad va disminuyendo volviéndonos menos egocéntricos y más afectuosos. Porque la edad juega a favor de ello a través de sus circunstancias, pues hay quienes tienen hijos, otros pierden seres queridos, se establecen amistades y, con todo ello, modificamos el punto central en el que ubicamos nuestro universo, no sé si para desplazarlo, pero sí para ensancharlo, para incluir en él más personas y, con ello, diluir un ego que lo podría ocupar prácticamente todo.

El autor advierte que, a pesar de lo positivo que radica en querer ser mejores en todos los ámbitos, hay que tener en cuenta que «triunfar es difícil, y la necesidad de triunfar se renueva constantemente (el éxito es como una montaña que no para de crecer mientras vosotros escaláis)». Saunders se muestra contundente sobre los riesgos de intentar conseguir el éxito, pues a menudo desplaza o pospone otros aspectos de nuestra vida sin duda más importantes. Y afirma, sin tapujos, que «en todos nosotros hay una equivocación, que en realidad es una enfermedad: el egoísmo.»

Saunders escribe, en este discurso, un alegato sin paliativos a la amabilidad, a combatir el egoísmo inherente a cada uno de nosotros ahuyentándonos de aquello que lo alimenta, y centrarnos, de manera urgente y decidida, a aquello que nos haga mejores personas, alejándonos de trivialidades, y buscando ser nuestra mejor versión en los diferentes ámbitos para, de esta manera, ser más afectuosos y amables con los que nos rodean. De ahí el recomendable de mi valoración, aunque con matices evidentes: estamos hablando de un libro de sesenta y cuatro páginas impreso a simple cara que podrían ser incluso menos (hay páginas que son únicamente un párrafo) y que, aunque se vende a precio reducido, me parece un precio excesivo por un libro tan tan corto.

A pesar de este matiz, el libro es recomendable por el mensaje que transmite, creo que cada vez más necesario en la sociedad que entre todos estamos conformando. Y sí, ya sé que pensaréis que el libro puede sonar a autoayuda o a un compendio de mensajes sacados de Mr. Wonderful, pero este libro lo escribe alguien con el talento de Saunders y en él no se piden grandes cosas ni grandes sacrificios. Se pide, «tan sólo», ser más amable. Y creo, sinceramente, que es algo que no debería ser difícil de conseguir, que el beneficio es evidente, que pocas cosas nos tendrían que suponer menos sacrificio por nuestra parte si la consecuencia de tal acción es sentirnos mejor con nosotros mismos por ayudar a los demás. Así que, viendo lo que nos aporta, individual y colectivamente, ¿por qué no intentarlo?

También de George Saunders en ULAD: Lincoln en el Bardo

10 comentarios:

Anónimo dijo...

comenten ``la fuente`` de anne marie garat,``lluvia fina`de luis landero``la vida a ratos`` de JJ Millas y ``un mapa para un crimen`` de colin harrison,les sugiero.

Diego dijo...

Felicitaciones por la reseña, Marc. Y también -ya que estamos- por esa enorme amabilidad que te caracteriza.

Marc Peig dijo...

Hola, Anónimo, ¡tomo nota de tus recomendacuones! ¡Muchas gracias!
Y gracias, Diego, por tus palabras. Eres muy amable ;-) (aunque pueda sonar a broma por el contenido de la reseña, te lo agradezco sinceramente)
Saludos
Marc

Emi Lee dijo...

A mí de George Saunders me gusta todo, hasta su peinado

Diego dijo...

Sí, obviamente estamos hablando del contenido de la reseña. Pero no ¡hágase justicia!: ser amable no es una de mis características. Si acaso he sido siempre amable contigo (cosa que no creo), se debe más a una reacción ante tu intachable amabilidad con tus lectores que a algo que me defina a mí. No sé si el autor dedica tiempo a hablar de esto, pero no creo que todos merezcamos siempre el mismo grado de amabilidad... tú, desde luego, definido como alguien Amable por voto unánime de todos los asiduos al blog, partes desde la amabilidad y eso tiene que ser subrayado como necesario, meritorio... supongo. Los que sabemos (a veces) ser recíprocos con los amables como tú apenas somos justos. Y digo "apenas" porque en este caso lo justo es también lo mínimo aceptable.

Lupita dijo...

Hola:

Qué tema tan bonito, Marc, me has alegrado el día.
Ser amable no es difícil, es cuestión de práctica, de proponerse realmente que lo que guíe nuestras vidas sea aportar nuestro "granito" para mejorar un poco la sociedad.

Creo que, en general, soy amable y paciente, peroooo convivo con adolescentes malhumorados, jaja. Pienso en las ocasiones difíciles que en el futuro me reiré recordando las cosas que me dicen. aunque tampoco hay que dejarse pisar.

En fin, leeré sobre este hombre y muchas gracias por tu reseña y por hacer con ella que se hilen lectura y temas sociales.

Saludos

Marc Peig dijo...

Hola a todos y todas, contesto por orden.
Emi, te entiendo, es un autor muy versátil, con múltiples registros y con gran calidad en cada uno de ellos.
Diego, no estoy seguro de que yo sea considerado una persona amable por voto unánime de los asiduos al blog, pero si lo soy por part de ellos ya tengo algo de camino recorrido. En cualquier caso, y ahí enlazo con la opinión de Lupita, ser amable es cuestión de práctica y diría que incluso se contagia, de ahí la importancia de nuestro granito de arena.
Lupita, coincido con tu opinión, eres amable y paciente, sin duda. En lo de amable, como se demuestra en tus comentarios en el blog, y en lo paciente, por seguir leyéndonos tan asiduamente y comentando las reseñas que vamos publicando.
Saludos, y gracias por vuestra incansable contribución.
Marc

Unknown dijo...

Gracias Marc por tu reseña kempes 19

Juan Carlis8 dijo...

He leído hará cosa ee u ,es "Lincoln en el Bardo" y me gustó. Es un libro diferente, con innovaciones muy interesantes. En mi blog ("El blog de Juan Carlos") y en el de la Tertulia literaria en el que lo comentamos ("más que palabras...") publicamos reseña de la novela y cronica del encuentro lector. Si te apetece visitarnos nos sentiríamos muy honrados.
Sabia que Saunders había escrito cuentos y también teatro pero no conocía títulos. Tomo nota del que reseñas porque me interesa cotejar su manera de narrar en uno y otro género narrativo.
He llegado hasta tu blog por Bloglovin. Me ha gustado. Procuraré parar más a menudo y para ello comienzo a seguirte.
Un abrazo

Marc Peig dijo...

Hola, Kempes 19, gracias por tu comentario y por leernos,
Juan Carlos, he leído tu reseña en el blog de Juan Carlos y eso decir que me ha gustado mucho, es muy completa y detallada y capta perfectamente lo interesante del libro. ¡Felicidades! Y bienvenido al blog, el Ebro que lo encuentres interesante y esperamos verte en futuros comentarios de Las reseñas.
Saludos
Marc