jueves, 24 de enero de 2019

James Ellroy: Mis rincones oscuros


Idioma original: inglés
Título original: My Dark Places
Año de publicación: 1996
Traducción: Hernán Sabaté
Valoración: Out of order

Nota previa: No sé si esta reseña puede considerarse llena de spoilers o incluso un puro spoiler toda ella, puesto que no se trata de un libro de ficción, sino de unas memorias, pero, en todo caso, yo aviso.

Sobre la valoración: pongamos que uno de ustedes, de vosotros, es un un chaval de diez años cuyos padres están divorciados. Pasas los días de cole con tu pelirroja mamá, a la que odias y amas, mientras que los fines de semana te vas con tu padre, que viene a ser un simpático haragán. un domingo, al volver a casa te encuentras con que la noche anterior tu madre ha sido asesinada, posiblemente antes violada y su cuerpo arrojado a una acera del barrio. te vas a vivir con tu padre a tiempo completo; acabáis en la miseria. Dedicas tu adolescencia a llamar la atención soltando a diestro y siniestro majaderías nazis y a leer novelas policíacas; te obsesionas con la historia criminal de tu ciudad, con los casos que recuerdan al asesinato de tu madre. Tu padre muere antes de que llegues a la mayoría de edad. Te conviertes en alcohólico y drogadicto, en ratero, en un merodeador nocturno, en un mirón; en un sin techo ocasional. Acabas en la cárcel una y otra vez. Con 28 años, tras pasar por un psiquiátrico, te desintoxicas y empiezas a trabajar de caddy. También a escribir; consigues ser un novelista de éxito. Cuando tienes 47 años vuelves a investigar el asesinato de tu madre junto con un ex-policía: exploráis todas las pistas que permanecen, buscáis a todos los posibles testigos, seguís todas las huellas. Revivís juntos casos no menos pavorosos, con otras mujeres asesinadas. Y luego escribes un libro que es una confesión y una búsqueda, un abrirse en canal y una reconciliación con tu pasado y con tu madre. Además, un espejo en el que se refleja toda la violencia contra las mujeres que anida en esta sociedad, todo el rencor y la codicia sexual y la ferocidad de los hombres contra ellas. Y veintidós años después un panoli que escribe en un blog lee el libro y, anonadado, no sabe como valorarlo.

Nota posterior: abstenerse de leer este libro todo escritor que se haya dedicado o pretenda dedicarse a la llamada autoficción, porque le puede dar un pasmo. Yo aviso.

Otras barbaridades de libros de James Ellroy, reseñadas en Un Libro Al Día: PerfidiaLa Dalia Negra

17 comentarios:

Julen dijo...

Buena reseña. Yo leí este libro hace años y hoy, al leerla, todavía siento esa mezcla de incomodidad, morbo y admiración que noté entonces.
Tras leer este libro entiendes de donde sale la rabia que Ellroy dispara en sus novelas.

Gabriel Diz dijo...

Hola Juan,
Cuando el otro día escribiste en un comentario que tenías lista una reseña de Ellroy pensé que ibas a escribir sobre LA Confidential, siguiendo el orden de la saga de Los Ángeles. Este libro lo he visto en librerías pero prefiero leer antes la saga de Los Ángeles completa.

Un saludo

Unknown dijo...

Yo también he leído este libro hace años. Y he leído otros libros de Ellroy. Este es, sin duda, mi favorito. Aún olvidando que es autoficción, aunque todo fuera una invención, es tremendo y muy bien escrito.

Juan G. B. dijo...

Hola a los tres y, ante todo, gracias por vuestros comentarios:
Julen y Margarita, es cierto que este libro es tremendo. Incluso olvidando que Ellroy habla de su madre y de sí mismo, tan sólo el relato que hace de los diferentes crímenes que se cuentan en el libro te deja clavado, sin poder despegar los ojos del mismo...
Gabriel: a estas memorias de Ellroy le tenía muchas ganas desde hacía tiempo y no he querido esperar más. Por otra parte, en ellas no se desvela nada de sus novelas, excepto de dónde viene su afición a las historias de asesinatos y su obsesión por el caso de la Dalia Negra, en particular, así que si te apetece, puedes leer el libro tranquilo.
El resto de novelas del Cuarteto de L.A. que no tienen reseña espero que la tendrán, más pronto que tarde.
Otra cosa: tras leer este libro, casualmente me he puesto a leer " El aliado", de Iván Repila, que también trata el tema de la agresividad masculina contra las mujeres, aubque desde la ficción irónica y hasta satírica y el conjunto de las dos lecturas está resultando algo perturbador...
Bueno, sin más; un saludo y gracias de nuevo.

Pepe Pótamos dijo...

No he leído nada de Ellroy pero tenía en la lista una recopilación de relatos para empezar con él, "Noches de Hollywood". Vista tu reseña, a lo mejor cambio uno por el otro. Por cierto, veo en la wiki que tiene una segunda novela autobiográfica a la que le han puesto el también turbador título en castellano de "A la caza de la mujer" (el título literal sería "Mi búsqueda de la mujer")

Juan G. B. dijo...

Hola, Pepe:
Sí, me consta que hay otro libro de memorias de este escritor, pero no sé si se trata de una continuación o una profundización de lo tratado en éste, que ya digo se centra en lo que le ocurrió a su madre y en su propia juventud como adicto y pequeño delincuente. supongo que algún día lo leeré, también,
Ahora bien, en el caso de Ellroy, si no has leído nada de él, yo te recomiendo que te dediques primero a la ficción, que es donde este escritor es un grande. ya sea ese libro de relatos (no lo conozco) o alguna de sus magníficas novelas de género negro.
Un saludo, en cualquier caso y gracias por visitarnos, como siempre.

Anónimo dijo...

Jajajajaja, y si supiera poner emoticonos, pondría mil más. ¡Qué bueno, qué reseña más divertida!. ¿Qué puedo decir, cuando nadie me ha pedido que diga nada, jajajajaja, y tampoco sabría qué decir respecto al autor y a sus libros? Si ese autor ha salido indemne de toda esa historia (qué al parecer es su propia vida, se ignora si con alguna dosis de invención necesaria) y además vende libros, y además es bueno, y además lo lee mucha gente (alguien ya dijo por aquí algo obvio: comprar libros no significa leerlos) pues eso confirmaría que los entornos supuestamente traumáticos, en algunas casos, sí dan opción (o se la buscan) a una segunda o tercera oportunidad de sacarle partido a la vida. Si nos pusiéramos a tirar de algunos tópicos; todo el mundo tiene sus demonios, el infierno son los otros, y bla, bla, bla, está claro que no todos esos demonios y esos infiernos consiguen que sus víctimas puedan destacar en algo, y este sujeto sí lo ha hecho. De sus obsesiones (legítimas al parecer en este caso) consigue obras impresionantes. Otr@s, a lo sumo (telefimes y películas incluid@s) a lo más que pueden aspirar, es a gritar a los raíles, y en el caso de los ricos, además, a romper cosas. Gracias por las risas.

Anónimo dijo...

Ahora en serio, admiro la capacidad de lectura de l@s reseñistas de este blog. Ignoro cuantos son, pero me asombra esa capacidad de lectura. Porque un libro puede tener pocas páginas o tropocientas. Y leerlas, concentrarse, sacarle un resultado y después reseñarlo tiene mérito. Va a ser verdad eso de que en la lectura (como en tantas otras cosas) no hay término medio, o se devora, o se pasa. Dicen que en España no se lee —entendiendo por leer, todo aquello que no impongan los profesores en la enseñanza reglada— pero los escritores de este blog (y hay más, blogs sobre libros, pero no tan divertidos) cubren el cupo que falta del resto de los ciudadanos. Aquí datos frescos sobre los hábitos de lectura de nuestro país:
https://elpais.com/cultura/2019/01/22/actualidad/1548154324_976506.html

Saludos.

Juan G. B. dijo...

Estimado/a anónimo/a:
Es interesante lo que comentas, porque este caso es uno de esos de "hacer de la necesidad virtud"; el asesinato de su madre llevó a Ellroy a interesarse por la crónica negra y obsesionarse por el cado de La Dalia Negra, pero también , probablemente, a convertirse en un mangarrán, cuya única actividad intelectual era leer novelas policiacas... Lo que le sirvió, sños después, a salir del pozo en el que se había metido escribiéndolas él. Claro que a cualquiera le podría haber pasado lo mismo y escribir un churro de libros, mientras que a Ellroy su talento le ha convertido en un grande del género.
En cuanto a nuestra capacidad lectora, te agradezco los elogios, pero ahora mismo el blog lo elaboramos entre diez lectores, así que en la cosa es bastante llevadera. En mi caso, además, cuento con el refuerzo de los inmigrantes filipinos de mi taller de confección textil ilegal, a los que pongo a leer cuando han acabado su cupo diario de camisetas (antes no).
Un saludo y gracias por los comentarios.

Anónimo dijo...

Cabe destacar que el anónimo del 24 de enero es uno de los ánonimos que más paréntesis utiliza. Al menos en la zona euro.

Juan G. B. dijo...

Ja ja...bueno, yo tampoco voy a decir nada porque también tengo ese vicio (más aún, si cabe...).
Un saludo.

lupita dijo...

Hola, Juan:

El género negro no es lo mío (y eso que estoy leyendo la "Trilogía del Baztán"), porque si bien me gusta el análisis de los personajes y ver cuáles pueden ser los condicionantes de su conducta, la violencia y el crimen me repugnan casi físicamente, es algo visceral. No veo la televisión apenas por el morbo y el sensacionalismo que hay en todo; no hablemos ya de series sobre crímenes, autopsias, programas de reconstrucciones de hechos. Todo eso me resulta abominable.

Es algo totalmente personal, puedo leer un libro y disfrutarlo literariamente aunque no me interese mucho la historia, sino como esté contada. Pero cuando la carga de violencia es excesiva me puede. Me ha sucedido con varios libros, que me dejaron muy tocada: "Klaus y Lucas" y "En la orilla", de Chirbes, que no pude terminar. Y visualmente, el impacto es mucho más fuerte..¿Se puede decir que odio el cine de Tarantino?

En cuanto a la reseña en sí, he leído algo sobre Ellroy, aunque no he visto ninguna de las películas que habéis nombrado, ni he leído sus libros. Me gusta cómo lo cuentas, pero no creo que lo lea, no me apetece por todo lo dicho. Pero en algo estoy de acuerdo contigo: debió de ser un haragán, mangurrián, cenutrio y badulaque total durante buena parte de tu vida. Sigue usando esas palabras, si pueden ser del siglo de oro, mejor..jejeje

Siento si a alguien le molesta que comentemos la reseña más que el libro, pero es que estas conversaciones ¡sin insultos! son muy entretenidas.

Saludos a todos

Anónimo dijo...

Perdón, SUU vida, no la tuya

Anónimo dijo...

¡Madre mía! cuando yo digo que este blog es uno de los más divertidos sobre libros que he visto, me lo confirma el anónimo del día 25 de enero 2019, que no dice nada, pero parece que le preocupan mis paréntesis. ¡Cuánta bobada, pardiez! Es la primera vez que partipé como anónimo, de hecho participo poco, porque como escribo, la mitad de los libros ni los he leído, y seguramente no los leeré, pero me hacen gracia las reseñas, la voracidad lectora, y los comentarios de algunos visitantes, algunos que gastan una pedantería de bazar, otros más humildes, y otros que simplemente se centran en el libro en cuestión. Me gustan más los paréntesis que los guiones, y por supuesto, y los voy a seguir utilizando. Si a alguien le molestan, pues ya saben el dicho: ajo y agua. Y si no, que los dueños del blog pongan restricciones, sí se puede y quieren. Cuando un entretenimiento, como considero que es este, alguien lo quiere convertir en un toma y daca tontolaba, pues con su pan se lo coma.

+++++ Saludos a tod@s menos al anónimo anti—paréntesis.

Juan G. B. dijo...

Hola, Lupita:
Pues aunque, como puedes ver, yo me he sentido incaoaz de valorar este libro de acuerdo con los criterios habitusles, en tu caso no lo dudo: ¡No es para nada recomendable. No lo leas! Es más, no leas éste ni ningún otro libro de este autor...
Gracias por elogiar la teseña, en todo caso. Pardiez, así da gusto...
Voto a bríos, etc...

Juan G. B. dijo...

¡Dí que sí , anónimo (aplausos) Vivan los paréntesis (y por muchos años)! ¡Viva el Frente de Liberación Parásita...Parentel...Parentísica (o como se diga)!

Anónimo dijo...

Jajajajaja, Juan, qué divertido eres. En mí época se usaban más que los guiones. Sí, habrá que crear una asociación parentística. Insisto, me encantan vuestras valoraciones iniciales y después la reseña. Habéis logrado un blog interactivo y repito, pese a que la mayoría de estos escritores ni los conozco ni seguramente los leeré, me gusta esta actualidad literaria, que tenéis la virtud de reseñar cada día.

Yo me quedé en Böll, Cortázar, Beckett, Camus, Sartre, por supuesto Dostoyevski, Cioran, y algo —no todo— de Tolstói, sobre todo "La muerte de Iván Ilich" que me pareció un joya y algunos más.

Seguid así, que cuando pueda y me deje la salud y el linchador anti-paréntesis, de vez en cuando dejaré algún comentario, no muy sesudo, pero por lo menos (lo intentaré) siempre respetuoso.

Saludos.