jueves, 5 de enero de 2017

Peter Stamm: Noche es el día

Idioma  original: alemán
Título original: Nacht ist der Tag
Año de publicación: 2013
Traducción: José Anibal Campos
Valoración: decepcionante


A menudo ocurre que uno se deja guiar por la intuición y por lo que ha leído acerca de un libro. En este caso, fue a raíz de una serie de entrevistas que hicieron al autor para promocionar este libro que provocaron que me atrajera la atención. El autor hablaba de una novela donde se pretendía reflejar cómo los cambios que experimentan las personas a nivel externo se traducen en un cambio también en la personalidad. El concepto de cómo está relacionado el exterior con el interior y la evolución de la identidad acorde con los cambios físicos (por motivos de la edad u otros) me interesó. Además, el hecho de ser  una novela escrita por Peter Stamm, autor finalista el 2013 del Man Booker International Prize, hizo que acabara de convencerme. ¿Valió la pena? Vamos a verlo.

Tenemos un personaje principal, Gillian, famosa presentadora de televisión que a raíz de un accidente de coche (no os desvelo nada, el libro empieza cuando el accidente ya ha ocurrido) sufre la muerte de su marido así como lesiones graves en su cara que alteran su parecido. A partir de aquí, el libro inicia una serie de flashbacks para ver la relación que tenía con su marido y cómo era su vida en las semanas anteriores al accidente cuando conoció a un artista que dedicaba su obra al retrato de mujeres desnudas. Hasta aquí, aunque la historia puede prometer, no es nada que no hayamos visto antes.

Sin querer revelar más acerca de la trama del libro, es sorprendente observar, a medida que avanzamos páginas, como un escritor tan altamente promocionado puede construir una novela tan vacía de contenido. Repleta de tópicos, de frases vacías sin sustancia ni relevancia y de párrafos que no aportan absolutamente nada, vamos avanzando en la lectura  de la novela esperando que algo nos sorprenda, no ya de la historia en sí (cosa harto difícil visto el argumento) sino al menos en su estilo. Lamentablemente no ocurre.

Las expectativas del escritor en lo referente a la motivación de la novela quedan claramente diluidas en una historia inverosímil, donde la transformación interna de la protagonista ya empieza antes del accidente con lo de que el cambio de identidad debido al accidente pierde su significado. Si hubiera seguido la trama argumental de la relación con el artista aún podría haber despertado algún interés pero justo cuando tiene definido el escenario de la trama, habiendo presentado los personajes, pega un salto temporal al futuro que acaba por echar por tierra cualquier atisbo de solidez. A modo de ejemplo, el autor opta porque el personaje de Gillian cambie de nombre para aumentar esta sensación de cambio como persona, en un intento que parece a la desesperada para conseguir credibilidad.

Si queremos historias donde se mezcle el arte, las relaciones y los deseos (correspondidos o no) entre artista y modelo, seguro que hay infinidad de libros netamente superiores (se me ocurre "Los ojos vendados" de Siri Hustvedt, por ejemplo). Si queremos historias sobre la capacidad de superación después de un hecho traumático, las hay a montones. Pero intentar mezclar las dos cosas, presentando primero a la protagonista en un primer tercio de libro, luego al artista en un segundo bloque y además jugar con dos momentos temporales en una novela de poco más de 160 páginas es harto complicado ya que se corre el riesgo de desdibujar la historia y no poder darle la solidez que requiere. O haces una novela extensa otorgando matices a los personajes y dándoles una personalidad definida y rica en detalles donde sí que la historia podría haber tenido margen de crecimiento, o te quedas en una novela corta que poco te aporta. De todos modos, no parece que una novela extensa hubiera sido mejor, visto el estilo de escritura del autor quien, además, declaró en una de las múltiples entrevistas promocionales que le hicieron, que el editor le pidió recortar algunas páginas. A saber qué contenían, visto lo visto.

Si los referentes de Peter Stamm son Hemingway, Scott Fitzgerald y John Williams como él mismo afirma, le queda aún mucho camino por recorrer. A menos que cambie mucho el estilo, no estaré pendiente de que esto ocurra.

3 comentarios:

Sir Robin dijo...

Buenas, en primer lugar felicitaros por este excelente blog y desearos un año lleno de buenos libros y grandes momentos. Quería decir que el libro de Siri Hustvedt ha sido uno de los más interesantes que he leído en los últimos años, a veces tenía que volver a leer la síntesis de la contraportada para asegurarme que era un novela y no otra clase de artefacto. Saludos y que sus Majestades se porten bien con ustedes.

Marcela dijo...

A mí me gusta y mucho Iris Hustvedt.
Feliz Año a todos!!!

Marc Peig dijo...

Gracias Marcela por tu comentario, yo también coincido en que Siri Hustvedt es una gran escritora, con una riqueza y amplitud cultural muy destacable. Respecto al apunte a "Los ojos vendados" que hago en la reseña es porque ese libro comparte algunos aspectos con el reseñado aquí y, a pesar de no ser el mejor libro de Siri Hustvedt, sí me parece interesante, no únicamente por su contenido, sinó por la calidad que ya apuntaba a pesar de ser su primer libro.
Gracias a todos por los comentarios aportados. Feliz año.