Título original: Open
Año de publicación: 2009
Valoración: se deja leer
Vibrante como pocos. Inconmesurable. Hipnotizante. Maravillosamente escrito. Con estas aseveraciones de, entre otros, Rosa Montero, Juan José Millás o Alberto Espinosa deberíamos encontrarnos ante el libro del año como mínimo, cuando no del lustro o del siglo. Pues, lo siento, pero no. Open no es el libro del año. Un libro entretenido y a ratos incluso conmovedor, pero no mucho más. Porque conmovedor resulta que un ser humano que ha alcanzado el cielo con la práctica de un deporte tan exigente como el tenis confiese que lo odia con todas sus fuerzas, y que lo ha odiado desde el momento en que su padre, autoritario y egoísta, le obliga a practicarlo contra su voluntad. Despúes de ocho grand slams, mas de mil partidos jugados y veinte años como profesional, maltrecho física y emocionalmente, Agassi nos confiesa que sería feliz en cualquier sitio excepto en una pista de tenis. Y lo más patético es que para dejar el mundo del tenis atrás se casa con una tenista, Steffi Graf. Menos mal que por lo que parece no han querido que sus hijos se dedicarán también a la raqueta.
Dicho esto, Open no es una obra maestra de la literatura en inglés. El estilo es ágil y desprovisto de artificios, pero narrativamente no ofrece mucho más. No es un libro maravillosamente escrito como figura en la solapa. Como mucho es una lectura amena, pero lo es justo en la medida en que Agassi nos presenta su historia más íntima. Conocemos a su familia y le vemos crecer pegado a una raqueta de tenis. Contemplamos sus conflictos internos, el delicado equilibrio emocional de un adolescente navegando en un mundo de adultos para el que no está preparado. Más tarde asistimos a la lenta deriva de su primer matrimonio con la actriz Brooke Shields y la torpe aproximación posterior a Steffi Graf, pero la idea que sobrevuela el libro es la búsqueda desesperada de identidad de un deportista desorientado que busca refugio en una segunda familia: entrenadores, preparadores físicos, consejeros, que sustituya a la que nunca tuvo.
Agassi es, o al menos parece, sincero. Nos habla de sus triunfos y de sus fracasos y no intenta disculparlos. A veces puede resultar un poco frívolo, pero casi siempre se nos muestra como una persona insegura y vulnerable. Y es esa faceta humana del tenista la que sostiene buena parte del libro. El resto, que no es poco, son épicas descripciones de enfrentamientos con tenistas coetáneos como Sampras, Becker, Chang o Courier, por nombrar los más conocidos, que pueden interesar al aficionado al tenis, pero que son demasiado prolijas para el lector convencional. Confieso que he saltado páginas y páginas esperando que acabara de detallar como remontó o finalmente perdió tal o cual partido, dónde come sus hamburguesas preferidas o cómo se entrena subiendo y bajando cuestas alrededor de la casa de su amigo y preparador Gil en el desierto de Las Vegas. Porque Agassi creció y vive en Las Vegas, está casado con Steffi Graf y tiene dos hijos. Por si a alguien le interesa saberlo.
Firmado: José Miguel Martínez Camino
2 comentarios:
Evidentemente lo que pueda decir Rosa Montero nos come mucho el rabo.
Pues a mi me pareció un libro escrito desde la más profunda honestidad, reconociendo sus muchas y humanas inseguridades, de alguien a quien muchos admirabamos en los 90s. Respecto a cuanto habla de tenis y cuánto deja de hablar, sobre todo habla de sus derrotas y cómo su cabeza le traiciona. En mi opinion, un gran libro.
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