Idioma original: inglés
Título original: A Caribbean Mistery
Año de publicación: 1964
Valoración: está bien
Bueno, pues otra entrada ligera para este final del verano: una novela policiaca de la gran Dama del Misterio, Agatha Christie. No se trata de una de sus obras más conocidas, como Asesinato en el Orient Express o Muerte en el Nilo, aunque comparte con estas el situarse en un escenario exótico (en este caso, como su título indica, el Caribe).
Porque, aparte de este detalle geográfico, por lo demás esta es una novela bastante estándar dentro de las de Agatha Christie: tenemos a la "adorable" Miss Marple, siempre tejiendo y siempre fingiéndose más tonta de lo que es; un crimen anunciado, pero no por ello menos inevitable; muchos sospechosos con algo que ocultar (todos ellos de clase media-alta, aunque en este caso de diversas nacionalidades); muchas pistas falsas para despistar al lector, y un desenlace, en este caso, no tan sorprendente como uno esperaría en este tipo de novelas. Solo destaca la creación de un personaje que sirve de inesperado interlocutor de Miss Marple, el anciano millonario Mr. Rafiel, desagradable y misántropo, que volvería a aparecer en otra novela de Christie, Némesis.
Aunque, en realidad, esta novela sí es algo distinta a la mayoría de esta autora (por lo menos, las que yo recuerdo) porque la acción se describe desde la perspectiva de varios personajes. Eso quiere decir que el lector llega a saber cosas que la detective, Miss Marple, no sabe, lo que hace que, por una vez y sin que sirva de precedente, podamos ir incluso un paso por delante de ella y adivinar unas cuantas páginas antes el desenlace de la novela.
Como decía, esta no es una de las novelas más conocidas de Agatha Christie, probablemente porque, como digo, es bastante formulaica: pasa lo que pensamos que va a pasar, y lo que todo lector de novela policiaca espera que pase. Al final, los buenos triunfan, el criminal es detenido y el orden del mundo se reestablece.
También de Agatha Christie en ULAD: Asesinato en el Orient Express, Noche eterna, Diez negritos
3 comentarios:
Yo tenía un amigo, ya fallecido, que era muy fana de las policiales, que una vez me comentó que si ese tipo de novelas estaban bien estructuradas, en el último tercio de la historia el lector tenía ya los elementos para descubrir al asesino. Poco puedo aportar de mi cosecha al respecto, porque las únicas que leí fueron policiales negros, y la verdad es que nunca me preocupé por intentar adivinarlo.
ferbri: Comparto tu opinión. Con cada novela que leo es una experiencia nueva y me dejo llebar hasta el final. Uno va teniendo una idea, pero qué bueno es cuando a esa idea hay que cambiarla y se mantiene el suspenso hasta el final.
Tanto en esta novela como en casi todas las obras de esta autora la trama atrapa desde el comienzo,
va dejando pistas a lo largo del relato para que cada lector pueda formular hipótesis acerca de quién cometió el delito, brinda toda la información y aún así es difícil descubrirlo, allí radica el mayor mérito y el gran genio de la autora que, en ese aspecto, aún no ha sido superada ni siquiera igualada.
Por supuesto hay obras de diversos autores que también lo han logrado, pero teniendo en cuenta su gran producción (unas 80 novelas) y su capacidad para crear crímenes tan distintos en diferentes circunstancias y características, la convierten en única en el género policial de suspenso. Que le hayan otorgado un doctorado honoris causa y haya sido designada miembro de la Socieda Real de Letras, no la salva de que muchos, aún aquellos que la siguen leyendo, la consideren un "autor menor". Su estilo literario es simple y directo, lo que permite meterse e interesarse en la trama de inmediato, esto también hace que sus obras sean accesibles a personas con formaciones culturales o intelectuales muy diversas y que todos puedan disfrutar de sus obras, a mi juicio éste es otro de sus méritos aunque otros lectores o críticos consideren lo contrario. Su gran talento está en el enigma que crea, en la personalidad y características psicológicas de sus personajes, en el desarrollo impecable de la trama.
Sus novelas y cuentos siguen adaptándose al cine y a la TV, algunos varias veces, aunque falleció hace ya más de cuarenta años, y aún más importante: sus obras se siguen leyendo, hecho destacable en un tiempo en el que la buena lectura quedó desplazada por otros entretenimientos.
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