sábado, 1 de septiembre de 2012

Lionel Shriver : Tenemos que hablar de Kevin

Idioma original : Inglés
Título original : We Need to Talk About Kevin
Año de publicación : 2003
Valoración : Recomendable

Placeres culpables: siento curiosidad por leer este libro cuando Mario Vaquerizo (no me miréis así) lo menciona como una lectura favorita y veo que lo publicó Anagrama. O sea, una más que dudosa y ambivalente referencia.
Previamente hago alguna indagación: libro que obtuvo premios y que fue fruto de polémicas por lo delicado de su temática y por las segundas lecturas que recibió.
Y aunque en algún momento bordea el estilo de un best-seller, he de reconocer que sólo unas cuantas páginas algo titubeantes lo han alejado del muy recomendable. Que, de hecho, solo las comparaciones con otros libros que han merecido tan alta distinción lo han alejado de ella.

Tenemos que hablar de Kevin es la historia de una relación madre-hijo completamente desastrosa. De como ésta se origina en una decisión algo extraña sobre el embarazo, y como, a partir de ahí, todo se tuerce más y más. Muy leve lo de referirse a ello como que se tuerce, por cierto. Pero es difícil referirse a su argumento sin incurrir en el espoileo;es sumamente sencillo buscar en Google, interpretar algo su portada, o ya no digamos haber visto la película (ni idea de que se había hecho hasta que yo mismo busqué) que hace pocos meses se basó en el libro, y hacerse una idea del motivo por el cual uno no se queda indiferente tras leerlo. La polémica se suscitó en diversas direcciones: que si este libro era un panfleto de 600 páginas contra la maternidad tal como se concibe en Occidente hoy en día, que si se ponía en tela de juicio el modo de vida centrado en el desarrollo y el éxito profesional y económico. Y de regalo, la sombra de lo de Columbine, ya no alargada, sino proyectándose omnipresente en prácticamente cada página.

A pesar de lo cual la autora no toma partido: la historia surge a través de una serie de cartas en que la madre de Kevin le habla a su marido, el padre de Kevin: de cómo todo evolucionaba, de las indudables pistas del desastre que se avecinaba, de hechos que cada componente de la pareja interpretaba en claves antagónicas. Parece un recurso algo forzado al principio, pero todo queda explicado. Sí: todo cierra aquí, aunque uno no quiera atribuirle más parecidos con la realidad para poder disfrutar de una manera más desinhibida (y sin pensar en lo mucho de cierto que puede haber en este libro). Hasta el tono epistolar, hasta el reproche respetuoso queda explicado y justificado. Sí, puede ser que ciertas páginas se recreen en ciertos detalles en exceso y que haya una algo absurda elipsis de unos cuatro o cinco años en la trama, que puede resultar extraña. Pero, aún con esa posición limítrofe entre el drama literario y el thriller destinado a vender millones, Tenemos que hablar de Kevin son 600 páginas de monólogo algo dramatizado, en forma de cartas, que se leen en un suspiro, y que te dejan pensando, entre otras cosas, en si ciertos actos como padres las estamos haciendo bien o mal. En esta sociedad que sobrepone el éxito profesional al familiar. Plantearos si de muchos libros se puede decir lo mismo.

17 comentarios:

Montuenga dijo...

Pues, aunque evito dejarme influir por la infmon. promocional de un libro, en este caso no pude evitarlo y lo compré nada más salir. Me interesaba muchísimo el tema, el punto de vista, todo, es decir, predisposición tenía de sobra, le di todas las oportunidades posibles durante muchísimas pags. esperando que cambiara, pero se me hacía eterno y, finalmente, lo abandoné antes de llegar a la mitad (y aún así leí un montón de pags)

Me hubiera gustado que concretara más y dejase de darle vueltas a lo mismo. No creo que las cosas sean tan radicales: la autora sabe que está hablando de un "monstruo" e intenta construirlo de una sola pieza. Pero pienso que este tipo de gente es más normal de lo que parece a primera vista, o sea, no me lo creí. Y tanta lamentación subjetiva de la madre, tanto rechazo desde el principio, tanta indiferencia me parecieron estomagantes. Porque ¿qué cuenta? En realidad, muy poco, simplemente opina, prejuzga y se hace la víctima. Un relato que a través de la imaginación nos hubiera acercado a la realidad hubiese sido mucho más efectivo pienso yo.

Francesc Bon dijo...

Sí; es interesante porque compartí tu punto de vista a través de esa lectura. Quizás opté por leerlo en un plan algo más bestselleriano, como si fuese uno de Stephen King, sin buscarle demasiado coherencia. Aún así me gustó el estilo, aunque la trama pueda flaquear en credibilidad, supongo que puse ese listón algo más bajo. Gracias por el comentario.

Maese_Salakov dijo...

Pues la película está pero que muy bien..

MenteLectora dijo...

Hasta hace poco no sabía que existía un libro. Vi la película y me encantó, es increiblemente buena. Lo que no se es si el libro me va a decepcionar, pero me lo apunto como pendiente.

Francesc Bon dijo...

Bueno: el libro estaba primero y yo no he visto la película, aunque al leerlo se aprecian posibilidades visuales. Gracias por el comentario.

Anónimo dijo...

IMPRESIONANTE. Me dejará marcada para el resto de mi vida. Me ha encantado.

Francesc Bon dijo...

Gracias por el comentario, y por su contundencia. No sé si esta reseña te decidió a leerlo o simplemente has ido en busca de otras opiniones, pero genial tu entusiasmo.

manami dijo...

Me ha gustado mucho el libro. Una sórdida historia muy bien narrada y de forma muy original. En cambio la película no me ha gustado nada. La adaptación del libro no es nada buena.

Francesc Bon dijo...

Gracias, Manami. No he visto la película: suelo recelar de cómo estas historias se llevan a la pantalla.

Nuria dijo...

No recuerdo cómo cayó el libro en mis manos, pero me lo leí en un suspiro. Debo aclarar que me considero fan de los argumentos pesimistas en los que la maldad humana se deja ver en todo su esplendor, y por eso este libro me ha encantado, sin más. Además, como mujer sin instinto maternal marcado (y cierto sentimiento de culpabilidad por ello), debo decir que refleja muy bien determinados pensamientos que algunos tenemos respecto a la maternidad y que no suelen ser bien recibidos cuando hablas de ellos en público. Sí, muy exagerado y excesivamente sangriento en ocasiones, pero creo que está justificado y que conforme se va desarrollando la historia puede incluso quedarse corto. Por otra parte me parece genial cómo mantiene el interés (a mí al menos) durante todo el relato cuando en realidad sabes el final de la historia desde las primeras páginas. Yo lo recomiendo y estoy esperando que alguna madre que conozco lo lea para que me dé su punto de vista.

Respecto a la película, para mí sí se trata de una buena adaptación. Y repito, "adaptación". No tiene la misma secuencia temporal que el libro, el argumento está contado de manera diferente, omite cosas importantísimas de la trama... pero es una peli muy visual que te transmite el desasosiego del libro. El actor que encarna al padre no me pareció acertado, pero para gustos los colores. Por lo demás, en resumen, me gustó también.

Saludos.

Francesc Bon dijo...

Gracias, Nuria, por el comentario. El libro causó cierta polémica pues parecía una especie de manual de motivos por los que no traer hijos al mundo, pero sin tomarse las cosas tan al pie de la letra, es una lectura muy disfrutable.

Anónimo dijo...

Cualquier texto en el que se diga que la maternidad no son todo florecitas, mariposillas y oxitocina a chorros suele ser considerado polémico. Esta novela es muy interesante y deja huella tiempo después de haberla leído. La autora, Lionel Shriver, es childfree (persona que no quiere tener hijos, a diferencia de childless, que son quienes no tienen hijos porque no pueden) y esa actitud se refleja en esta obra. Quizá para justificar en parte su rechazo a la maternidad, este parece justificarse en que el niño era un mal bicho.

PATRICIA V dijo...

Independientemente de que la escritora tenga o no alergia a la maternidad...el libro esta escrito realmente bien...con una narrativa adictiva...pulida...y armoniosa...shriver es unica y completamente inimitable...se lee con los ojos abiertos y sin pestañear...escribe con dardos teledirigidos a la diana de nuestras dudas...la maldad o la deformacion del comportamiento entre los menores es real...muy real...y cercana
..y si quizas el tema es tratado de forma artificiosa...pero incluso asi...ya merece la pena leerlo...merece la pena leerlos todos...es una de las escritoras contemporaneas mas originales y seductoras...despierta todos los sentidos...y todas las emociones juntas...dilata las pupilas

Francesc Bon dijo...

Hola! no serás Albert Espinosa? lo digo por los puntos suspensivos. Je. Al margen de mis incomprensibles bromas, me doy cuenta de que Shriver ha ido publicando alguna cosa más, quizás debería ver de qué es capaz fuera de temas tan polémicos. Gracias por el comentario.

Reve Llyn dijo...

Acabadas en un suspiro sus 600 páginas. No emplearé la expresión "lo he disfrutado" porque no sería precisa: yo lo he sufrido, porque me he visto en la piel de esa madre impotente e incapaz de amar a su hijo (o al menos incapaz de hacérselo sentir). Plantea muchas preguntas sobre la violencia, si, sobre la naturaleza de la maldad, si, sobre la sociedad de bienestar, si, pero también sobre los sentimientos y los demonios más íntimos de los humanos.
Encantada de haberlo leído, una lectura inolvidable en muchos sentidos.

Victoria Cos dijo...

Lo terminé de leer con una voracidad feroz. Soy madre, y no pude evitar ponerme en los zapatos de la protagonista en todo momento. El hecho de que esté narrado en primera persona, a través de cartas al padre de Kevin lo hace más intenso aún. Realmente, me resultó muy conmovedor, muy atrapante.
La autora es enorme, construye los personajes de una manera precisa, casi como pintando un cuadro a través del cual el lector se adentra a la maldad del alma humana. Lo recomiendo enfáticamente.

Francesc Bon dijo...

Gracias, Victoria y gracias Reve. Tengo curiosidad por leer algo más de esta autora, pero pensar que esta es una novela de las que marcan la obra y generan expectativas me arredra un poquito, quizás alguien podría sugerirme alguna otra de sus novelas.