Idioma original: italiano
Fecha de publicación: 1996
Valoración: recomendable
Este es uno de esos libros que uno debería resistirse, fundadamente, a comprar. Un volumen que reúne varios artículos de un célebre escritor, publicados en diversos periódicos y revistas. Eso ya de por sí huele de lejos a estrategia editorial. En este caso, peor aún, resulta que varios de estos textos son fragmentos o variaciones de una reflexión que este mismo autor ha expuesto en otro lugar, con mayor vocación de sistema. En el caso de Agamben, varios de los artículos aquí reunidos refieren de un modo u otro a los argumentos contenidos en su trilogía Homo sacer. La centralidad de la relación entre soberanía y nuda vida biológica para la política occidental, tema de la obra mayor de Agamben, es tratada en estos breves textos desde diversos enfoques.
¿Qué tiene de interesante, entonces, esta colección de artículos? Pues precisamente eso mismo, lo que deben a su misma condición de artículos. La profundidad y sistematicidad que se echan en falta, y que pueden dificultar en parte la comprensión del contenido, se ven compensadas por una capacidad de síntesis que es de agradecer. El poco espacio obliga a Agamben a depurar sus argumentos y concretarlos en fórmulas eficaces. Además de la poca extensión, la subordinación a una ocasión concreta, actual, caracteriza a estos textos periodísticos. Las tesis recurrentes del autor se aplican aquí a los temas más diversos, propuestos por la reseña de un libro o por los acontecimientos políticos.
Todo esto, en fin, hace que puedan encontrarse destellos de agudeza que quizá se deban al carácter mismo de los textos. Así, por ejemplo, la reseña de un libro sobre la relación entre el argot de los delincuentes franceses y la lengua de los gitanos lleva a Agamben a una conclusión que desmonta el completo sistema político del estado-nación: todos los pueblos son gitanos y todas las lenguas son argot. Pese a que los textos compilados se publicaron a principios de los 90, a veces demuestran una tenebrosa actualidad:
"No hay nada más nauseabundo que la procacidad con que los que han hecho del dinero la única razón de vivir agitan regularmente el fantasma de la crisis económica, y los ricos se revisten de austeridad para advertir a los pobres de que van a ser necesarios sacrificios para todos. (...) Pero cualquiera que haya conservado cierta lucidez sabe que la crisis siempre está ahí, que es el motor interno del capitalismo en su fase actual, de la misma manera que el estado de excepción es hoy la estructura normal del poder político."
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