miércoles, 28 de marzo de 2012

Mijaíl Shólojov: El Don apacible

Idioma original: ruso
Título original: Тихий Дон
Fecha de publicación: 1928-1940
Valoración: imprescindible

¡Cielos, que horror! Una crítica me mandó hacer Santi, en mi vida me he visto en tal aprieto... y vamos a dejar en paz a Lope de Vega, que no era de este siglo. Porque el siglo tiene mucho que ver con esta novela, el siglo XX por supuesto, que aunque parezca una talla de pantalón creo que tiene todos los puntos para pasar a la historia como el siglo de la Guerra.

Ya que de guerra hablamos, mas bien habla Shólojov, que de esto debía saber un rato, ya que participó en la Primera Guerra Mundial (¡Eh! Lo he conseguido escribir sin que me dé la risa) y en la Guerra Civil Rusa. Porque Mijaíl era un cosaco. Un cosaco del Don. Descendiente de una estirpe guerrera que se remonta a generaciones de soldados libres, enormemente apegados a sus tradiciones y al vodka, a partes iguales. Y con hielo, que no falta en los inviernos de la estepa.

Se ha comentado más de una vez que no hay mejor manual de historia para comprender la Guerra Civil entre los rusos blancos, restos del imperio zarista que soñaban con una restauración del trono, y el Ejercito Rojo que comandaba León Trotski, que este libro. Desde luego, yo me he enterado de muchas cosas que ignoraba, aunque siempre hay que extrapolar que quien escribe fue miembro del Partido Comunista y llegó a ser elegido diputado del Soviet Supremo de la U.R.S.S., por lo que no puede ser considerado como una fuente neutral. No obstante, el relato del premio Nobel no presenta un fuerte sesgo, sino mas bien una crudeza extrema en sus descripciones de los combates y de las relaciones entre los personajes del libro. O de los libros, ya que fue publicado originalmente en cuatro tomos a lo largo de doce años. La versión que leí yo era en dos tomos y ocupaba unas 1600 páginas, así que hay que tomárselo con calma.

A pesar de ello, el galardonado escritor cosaco se las arregla para transmitirnos la fiera belleza de las estepas del Don, el aferro tradicional de sus gentes a la tierra y al río que las baña y vitaliza y a la que están unidos por siglos de esfuerzos y por la mucha sangre derramada por su habitantes en la guerras, con o contra los rusos.

¿Sabíais que en la estepa las hojas heladas de los árboles resuenan al impulso del viento como campanillas de cristal?

6 comentarios:

Toni Solano dijo...

Por si alguien quiere una reseña más técnica: Breve ensayo sobre el Don apacible. Vale la pena leer la novela, aunque sea dedicando un verano a ello. Saludos.

Anónimo dijo...

En "EL DON APACIBLE" SHOLOJOV NARRA LA GUERRA CIVIL, TAL COMO LO VIVE LA NACIÓN COSACA, AUTÓNOMA DESDE TIEMPOS INMEMORIALES. LA VACILACIÓN QUE TIENE SU PERSONAJE PRINCIPAL, COMBATIENDO CON LA MISMA VEHEMENCIA EN LO CUAL CONSIDERA CORRECTO. POR UN LADO DESPRECIA LA DISCRIMINACION DEL OFICIAL INSTRUÍDO HACIA EL OFICIAL IGNORANTE. POR OTRO LADO NO ESTÁ DE ACUERDO CON LOS EXCESOS DEL PODER SOVIÉTICO. YA CANSADO DE DERRAMAR SANGRE OPTA POR LA PAZ Y AÑORA CON MUCHA NOSTALGIA, SU VIDA DE HOMBRE DE TRABAJO EN EL CAMPO.

Anónimo dijo...

"Aunque siempre hay que extrapolar que quien escribe fue miembro del Partido Comunista y llegó a ser elegido diputado del Soviet Supremo de la U.R.S.S., por lo que no puede ser considerado como una fuente neutral." Entonces segun tu cual es una fuente neutral? Un panfleto capitalista? Diarios alemanes de la epoca del nazismo? Propaganda basura pro-EEUU?? Siguiendo "tu norma" ninguna fuente va a ser fiable nunca, puesto que todos iran en defensa de sus intereses (capitalistas en su inmensa mayoria)

Manuel Rivas Mestre dijo...

Es sumamente difícil sacarse el sesgo de quien escribe ya que obviamente entran en juego una serie de acontecimientos tan propios del ser humano, como la historia, experiencia, ambiente y si le agregamos el componente genético, hasta donde llega la neutralidad de los escritores?

Manuel Rivas Mestre dijo...

Es sumamente difícil sacarse el sesgo de quien escribe ya que obviamente entran en juego una serie de acontecimientos tan propios del ser humano, como la historia, experiencia, ambiente y si le agregamos el componente genético, hasta donde llega la neutralidad de los escritores?

Anónimo dijo...

Es una excelente novela. El nombre despista: el Don es un río¡ Dos mil quinientas páginas de verdad (cada pagina equivale a 4 de esos “voluminosos” superventas que circulan por ahí ). También es verdad que posiblemente le sobran un buen puñado de ellas ya que se detiene demasiado en algunos episodios bélicos que por repetitivos a veces hasta despistan de la trama.
Un muy buen libro desde luego. Y nada tendencioso por si alguien tiene prejuicios debido a la militancia del autor.
Saludos