Año de publicación: 2006
Valoración: Recomendable para fans
En el momento en que se publicó este libro, Nacho Vegas ya se había consolidado como músico solista, aunque aún se le consideraba un artista independiente o indie (esta última palabra tiene una acepción ligeramente diferente, pero quizás más acertada). Las letras de sus canciones, muchas veces autobiográficas, contaban historias de depresión, abandono, ansiedad, adicción, etc. Fue en esa época cuando me encontré con su música, y me gustó bastante. No por sentirme identificado con sus letras, sino por la autenticidad que transmitía, amplificada por su estilo desgarbado, sus melodías simples y su muy particular color de voz.
Este libro refleja perfectamente esa etapa del cantautor de Gijón. Se presenta como una compilación de textos diversos que van desde pequeños cuentos, minificciones, entradas de diario (posiblemente reales), aforismos y, por qué no, poemas que bien podrían ser la letra de alguna de sus canciones.
Esta mañana en la calle alguien
parecía sonreírme.
Cuando me acerqué todo lo que vi
en su cara fue una mueca.
Sólo cuando me detuve a encender
un fuego supe calmarme
(y aun entonces hubiera jurado que
aquella persona sonreía).
Me limité a arder hasta apagarme.
Quizá lo que más me gusta del libro, al igual que de su música, es esa autenticidad, casi inocente, con la que Vegas nos cuenta lo que piensa y siente. A pesar de que rara vez se presenta abiertamente en primera persona, se muestra vulnerable al exponer episodios de abuso, adicción y desesperación. Sin embargo, pese a lo oscuro de la mayoría de las temáticas, y aunque no haya ninguna melodía que imponga una atmósfera específica, se nota que estos textos fueron escritos con una mirada esperanzadora, con cierto aire de resiliencia y catarsis. Eso sí, a veces exagera un poco con el fatalismo:
Rocío, no sé por qué escribo acerca
de ti.
Realmente me importa poco
si estás viva o muerta,
y dudo mucho que fueras necesaria
para que yo me encuentre aquí
en estos momentos.
Desde el punto de vista formal, no hay mucho que destacar: los pequeños cuentos se presentan como situaciones más o menos concretas, con finales en su mayoría abiertos o ambiguos. Las minificciones/poemas, casi aforísticas, nos muestran como imágenes más que como ideas, dejando mucho espacio a la imaginación. Si bien la temática general del libro es bastante homogénea, la recopilación de textos no parece seguir una lógica interna clara; se presentan uno tras otro como si se tratara de una recopilación póstuma de papeles olvidados en un cajón.
Con el tiempo, Nacho Vegas fue madurando y, probablemente, saliendo de su depresión. La temática de sus canciones cambió, lo cual alienó a muchos de sus fans. Pasó de ser un poeta maldito a un luchador por la justicia social; un giro radical respecto a los textos sombríos de sus inicios. Este libro pertenece claramente a un Nacho Vegas que ya no existe.
Política de hechos consumados es un testimonio íntimo y descarnado de una etapa turbulenta en la vida de Nacho Vegas. Aunque desordenado y a ratos excesivamente fatalista, el libro conserva un valor genuino como documento emocional y poético. Es una obra que gustará especialmente a quienes encontraron consuelo o reconocimiento en las canciones de su primera etapa. Una lectura breve pero cargada de resonancias.
Recomiendo acompañar el libro con el álbum Desaparezca aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario