jueves, 4 de febrero de 2021

Pablo Sebastiá Tirado: La tetera de Russell

Idioma original: Español
Año de publicación: 2020
Valoración: Está bien

El más que prometedor arranque de "La tetera de Russell" nos traslada al año 2072, a un mundo que aparenta ser completamente diferente al actual en el que España, tras una cruenta guerra civil, se ha convertido en una superpotencia tecnológica (creo que no ocurría nada parecido desde que se inventó el botijo), el mundo árabe ha desaparecido, los países del Norte y Centro de Europa se han convertido en teocracias calvinistas y en el Sur de Europa dominan la ley, la ciencia y el agnosticismo (aunque se dejen ver ciertos rasgos totalitarios). 

Es ese mundo simétrico y pulcro en el que la información es esencial, pero al final nadie sabe nada situamos a Hipatia, joven científica que trabaja en proyecto Deus ex-machina del todopoderoso Centro Tecnológico de Plaza de Castilla (sic). El objetivo del proyecto es el descubrimiento de una fórmula matemática que permita enviar y recibir mensajes por todo el universo en tiempo cero, pero en el desarrollo del proyecto se produce un inesperado acontecimiento que pondrá en duda toda la existencia anterior de Hipatia y, a pesar de toda la ciencia y todas las certezas, la fragilidad del ser humano.

Así, tenemos una novela en la que las matemáticas y la filosofía (e incluso la teología) tienen un papel preponderante y en la que conviven la ciencia ficción, el thriller y el humor. Quizá esto último sea su principal problema. Y es que me da la sensación de que el factor sorpresa y la frescura inicial de ese comienzo distópico / humorístico se diluye a medida que la novela se desliza hacia el thriller, siendo este aspecto hasta cierto punto previsible.

Además de este mayor potencial que se intuye en el desarrollo de algunas de las situaciones apuntadas, la novela "flojea" en algunos de los personajes secundarios, demasiado caricaturescos, demasiado planos (es el caso de don Miguel, el jefe de Hipatia, o el germano Adolf). Esto no quita que "La tetera de Russell" tenga sus aspectos positivos, especialmente en lo referente al loco mundo imaginado por el autor y a la demostración, una vez más, de la imperturbable naturaleza humana.

Resumiendo: novela que apunta alto o muy alto, que pierde algo de fuelle con el paso de las páginas, pero que seguro que resulta interesante para amantes del género y seguidores, por ejemplo, de Stanislaw Lem.

4 comentarios:

Juan G. B. dijo...

Dime que la Guerra Civil Española 2.0 es entre sinncebollistas y concebollistas (y que ganan éstos, claro) y salgo ahora mismo a comprar el libro...

Koldo CF dijo...

Qué va! Cosas de los catalanes! No, en serio, el arranque del libro fijo que te gusta. El resto ya...

Lupita dijo...

Hola:

A mí me fascinan las distopías y este libro promete en su argumento, qué pena si, como dice Koldo, no se ha sabido desarrollar mejor.
Me gusta especialmente que transcurra en España, porque parece que aquí no se sabe escribir ciencia ficción (o similiares)

En cuanto a la tortilla, soy de la escuela de Robin Food, por lo que en mi anarquía gastronómica, creo que a la tortilla se le puede echar lo que uno quiera. Sólo empezaría una guerra si alguien me obligara a decir "almóndiga" o "cocreta"

Todo esto para decir que, vaya, que me atrae el libro.
Saludos

P.D: lo de Plaza de Castilla..wtf?

Koldo CF dijo...

Sí, el comienzo es muy WTF? Y lo del desarrollo... bueno, es una opinión personal, claro. De todas formas, el libro sí que tiene aspectos interesantes y creo que en la web de la editorial se pueden leer las primeras páginas. Para que te hagas una idea, vaya!

Abrazo!!!