Año de publicación: 2002
Valoración: Recomendable
La disquisición acerca de si tiene lógica escribir (o leer) libros sobre música es probablemente tan antigua como ésta última. Describir con palabras lo que debe ser escuchado parece desde luego un contrasentido, pero con algo de habilidad y apelando a la memoria musical del lector, el resultado no tiene por qué ser malo. Sobre todo, si de lo que se trata es de describir, como en este caso, un proceso evolutivo, la irrupción de nuevos recursos técnicos y por tanto nuevas formas que se incorporan al mundo de la música digamos popular.
Y esto es lo que propone Loops, uno de los pocos trabajos serios que pueden encontrarse en las librerías (en España, al menos) en torno a fenómenos musicales actuales, alejado de la apología y el producto para fans y coleccionistas. Nos contarán cómo las máquinas han ido penetrando en la historia de la música hasta modelar un concepto propio y diferente de lo hasta entonces conocido.
El libro es en realidad una sucesión de trabajos de autores diferentes en torno a las fases que ha ido atravesando el uso de estos elementos técnicos, y los movimientos que, derivados de ello, han ido dejando su sello y conformando lo que hoy conocemos más o menos como música electrónica.
El repaso resulta verdaderamente exhaustivo, y posiblemente termina pecando por exceso, como atestiguan sus muchas páginas cuajadas de nombres, fechas y títulos. Y quizás es esta la principal pega que podemos encontrarle: a veces da la sensación de que se ha suplido con datos e hiperinformación cierta incapacidad para sintetizar (término que aquí resulta paradójico) y traducir el flujo a conceptos abstractos.
Esta carencia/hipertrofia la advertimos especialmente en la primera mitad del volumen, precisamente cuando más desprevenidos nos encontramos, por lo que es también cuando más nos resentimos del bombardeo de dub, reggae, pioneros, hip hop o ruidismos varios. Cierto que quien esto escribe la gozó rememorando veneradísimos nombres, hoy olvidados, como Throbbing Gristle o Cabaret Voltaire, pero el disfrute subjetivo no debe perjudicar una opinión equilibrada (¿o sí?). Algo más adelante, cuando se coge el hilo del house, parece recuperarse un camino reconocible y coherente.
Por supuesto, tratándose de una obra colectiva, y pese a un loable esfuerzo uniformizador, se detectan altibajos, desde momentos de ritmo excesivamente periodístico hasta muy notables construcciones teóricas, como la de Oriol Rusell o el interesantísimo prólogo que firma el conocido Simon Reynolds. A destacar también los trabajos del propio coordinador de la obra, Javier Blánquez, y de Juan Manuel Freire, y muy atractiva la exploración sobre las tendencias más experimentales, bajo la autoría del responsable del Sonar.
En definitiva, el trabajo, imponente en cuanto a documentación, deja sin embargo sensaciones que se reparten al 50% entre la satisfacción por el enorme caudal informativo recibido, y cierta perplejidad ante una ensalada de datos que los autores no han conseguido estructurar del todo. Mejor quizás como obra de consulta que como lectura continuada. Por lo demás, muy buena presentación, interesante la discografía, y superlativa la bibliografía e índice.
Firmado: Carlos Andia
3 comentarios:
Hola, Carlos.
¿De casualidad vendes tu libro en cuestión? Tengo un tiempo ya buscándolo y en NINGÚN lado lo encuentro. O... ¿dónde lo conseguiste tú?
Soy de México.
¡AYUDA!
Amanda.
Amanda, creo que es un imposible. llevo a lo sumo dos años detrás de el. lo everigué en todas las librerías de Colombia y el que venden en Amazon, el precio es ilógico
Me temo que está difícil la cosa, porque, además, no veo yo que la temática tratada, en estos tiempos, justifique una reedición.
Guardaremos las copias, los que disponemos de alguna, como incunables para generaciones venideras.
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