sábado, 4 de abril de 2015

Colaboración: Los Austrias (1516-1700) de John Lynch

Idioma original: inglés
Título original: Spain 1516-1598. From Nation State to World Empire y The Hispanic World in Crisis and Change 1598-1700
Año de publicación: 2000
Valoración: Muy recomendable (Imprescindible para interesados en el tema)



En alguna ocasión he escrito reseñas sobre libros de Historia, y lo cierto es que  presentan una dificultad fundamental: en general, y salvo excepciones, no está en nuestra mano valorar la exactitud de lo que el autor nos cuenta. Dicho de otro modo, que deberemos dar por bueno el relato de los hechos, y el comentario se deberá centrar en aspectos más bien formales, o en una impresión general sobre el trabajo. Cuestiones por tanto donde prevalece lo intuitivo y casi todo es subjetividad.

Pero, claro, cuando lo que tenemos entre manos es, más que un clásico, una obra de referencia en un tema concreto, el asunto se pone complicado. Porque el hispanista inglés John Lynch es una de las voces más respetadas cuando se trata de esa dinastía que reinó en España en los siglos XVI y XVII.

En principio, el tocho, que ronda las 800 páginas, se editó en dos volúmenes, posteriormente refundidos en uno, tras una profunda revisión de los contenidos. La obra está estructurada de forma que funde los planos cronológico y temático, y lo hace con notable maestría, lo que, a mi juicio, permite profundizar en cada aspecto sin quedar constreñido por las fechas, aunque sin llegar a perderse la sincronía.

Lo que se nos cuenta no se limita ni mucho menos a las habituales historietas de la Corte, las batallas y las conspiraciones. Comenzamos cogiendo el hilo de los últimos años de los Reyes Católicos y su complicada sucesión y, ya con Carlos V en el trono, cada uno de los reinados se llena de contenido tocando los temas de mayor envergadura, analizados siempre de forma exhaustiva y rigurosa: naturalmente, la aventura americana (a la que dedica una buena proporción del texto), la economía y los distintos segmentos sociales, el conflicto religioso, la posición de España respecto de los Estados centrales de Europa, el choque con el Islam.

La hábil aleación de los dos enfoques permite que el lector navegue aparentemente sin un rumbo fijo, pero sin que cueste trabajo ir conociendo con detalle cada uno de los asuntos que se nos plantean. Y, lo que es más importante, construyendose una imagen clara y sólida de la realidad de la época.

Advertimos que Lynch evita colocar etiquetas con calificativos gruesos, en general se muestra ecuánime con los personajes y, a lo sumo, desliza con sutileza (o sea, lejos de la exagerada implicación de Zweig, por ejemplo) una cierta valoración: la laboriosidad de Felipe II, la versatilidad de Alejandro Farnesio, el talento de Olivares, o la vocación modernizadora de Oropesa, por ejemplo.

Pero, en realidad, entiendo que el hecho de ahorrar juicios terminantes sobre individuos concretos, por muy reyes absolutos que fuesen (o no tanto?), responde al concepto básico que maneja el autor y que constituye el alma misma del trabajo: no son estos personajes quienes mueven la Historia, sino el país como organismo vivo, su economía, su estructura social.

De esta forma, el libro responde mucho mejor a su título original inglés, que pone el acento en España y no en los Austrias, y así, son la arquitectura institucional y, sobre todo, la realidad social y económica los determinantes de la evolución de estos dos siglos de Historia. La perspectiva se aleja del típico manual y profundiza en la compleja interacción de los citados elementos para irnos presentando un relato coherente, pormenorizado y exhaustivo del país como actor económico.

Precisamente, el peso determinante de la economía determina que el libro no haga concesiones: aunque la exposición es clara y no resulta abrumadora, tampoco esperemos amenidad ni ligereza para hacer llevadera la lectura. Es un trabajo científico, y haremos bien en asumirlo desde el principio para que no nos aplaste.

Al margen de todo lo anterior, hay algo que tampoco puedo dejar pasar, y menos en un foro dedicado a los libros: ¿cómo pueden escribirse 800 páginas sobre la España de los siglos XVI y XVII sin hacer una sola mención a las artes y las letras de la época? Si estamos de acuerdo en priorizar  la realidad social sobre la política, cabe preguntarse si el arte no forma parte de esa realidad, tanto como la agricultura, la burocracia, las epidemias de peste o el comercio.  En consecuencia ¿dónde está el Siglo de Oro, que coincide prácticamente por completo con el periodo que abarca el libro? Bueno, pues apenas encontramos un par de citas de pasada de Lope, Quevedo y Cervantes, si no recuerdo mal.

Por lo demás, el volumen resulta impresionante, realmente imprescindible para conocer esta etapa fundamental de nuestra Historia.

Firmado: Carlos Andia

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