martes, 27 de agosto de 2013

Hernán Casciari: El pibe que arruinaba las fotos

Idioma original: español
Año de publicación: 2000
Valoración: recomendable


El pibe que arruinaba las fotos es un niño gordito al que le gusta leer y escribir, hace deporte por deseo de su padre y acude a clases de dibujo por deseo de su madre. Tiene la mala costumbre de hacer una mueca absurda cada vez que alguien le va a sacar una foto, así que siempre llena los álbumes familiares (y las fotos escolares y las fotos de equipo y los recuerdos de cualquier otro momento que debería ser inolvidable) de caretos ridículos. Nació en Mercedes, Buenos Aires, en 1971 y acabaría, cuarenta y dos años más tarde, viviendo al otro lado del Atlántico, en Cataluña. Ese niño es Hernán Casciari, autor de este libro (entre otros) y responsable (junto con su socio y amigo, el Chiri) de la revista Orsai.

Casciari nos ofrece en este libro una recopilación de relatos autobiográficos (algunos ya publicados en otros medios) en los que nos cuenta una serie de acontecimientos que han tenido lugar en su vida y que, aunque no fuera consciente de ello en un principio, lo han convertido en escritor. Ciertas aventuras infantiles (su manía de poner caras raras en la fotos, por ejemplo, como se ve en la fotografía de cubierta –que sí, es una fotografía auténtica de Casciari de niño) y adolescentes, acontecimientos familiares, la aventura de mudarse a España... momentos íntimos de los que el autor se desprende para que lo conozcamos y comprendamos quién es y por qué hace lo que hace.

Y todo ello, por supuesto y a pesar de la carga trágica de ciertos pasajes, escrito con muchísimo humor. Pero que nadie vaya a pensar ahora que El pibe que arruinaba las fotos es un libro de carcajada por página. Ni mucho menos. El autor viste sus textos con humor, sí (unas veces, más sutil, otras veces, menos), y es verdad que en ocasiones el lector se descubre soltando una carcajada durante la lectura, pero en general el humor del que hace gala Casciari hace que uno acabe sus historias con una sonrisa en los labios y que se ría después, cuando recuerde lo que ha leído, y piense "anda que...".

Puede que lo que todo lo que leamos en este libro sea real o puede que sean "anécdotas mejoradas", pero en realidad nos da lo mismo. Lo importante, lo realmente importante, es que ésta es una obra entretenida que nos alegra el día (sin duda) y que hace que, en muchas ocasiones, volvamos la vista atrás, a nuestra propia infancia (o adolescencia o a la edad que sea) y pensemos: "a mí me pasó también que..."


También de Hernán Casciari: Orsai.

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