jueves, 29 de agosto de 2013

Víctor Sabaté: El joven Nathaniel Hathorne

Idioma original: español
Fecha de publicación: 2012
Valoración: Recomendable

La muy interesante editorial Rayo Verde cierra esta novela corta con un colofón que merece la pena transcribir íntegramente:
La novela que acabas de leer es uno de esos originales que nos llegan por email y que parece imposible que llegue a ver la luz de las librerías. El hecho de que trate sobre la ambición, el plagio y las influencias literarias justifica aún más su publicación con una licencia Creative Commons. Nos sentimos muy orgullosos de publicarla. 
Dejando de lado el tema de la licencia, que daría para varios posts en el blog, he querido incluir este texto porque me sirve para discutir la tesis que defienden tantos indignados anónimos (casi siempre anónimos): que publicar es imposible en este país si no tienes padrinos o dedicas tu vida al comadreo literario. Pues no. De nuevo no. Y este libro es la enésima prueba de que sí es posible. Cierto que también difícil, fatigoso, lleno de insatisfacciones y rechazos que pueden doblegar el ánimo, pero al final, si el libro es bueno, probablemente «llegue a ver la luz de las librerías». Supongo que ese es el secreto: escribir un buen libro. Y El joven Nathaniel Hathorne lo es.

Con todo en contra, además: autor desconocido, español, novela muy breve, temática fuera de lugar (sic) en estos tiempos y acercándose peligrosamente a géneros que tienen poca repercusión, como el terror o la ciencia-ficción. El argumento es sorprendente: un joven aspirante a escritor, a quien la vida lleva por territorios cada vez más alejados de esa pasión, descubre que uno de sus textos de juventud, que apenas recuerda, forma parte de la bibliografía de un reputado autor del siglo XIX. Exacto: lo han plagiado con una brecha temporal de siglo y medio. Nada menos.

A partir de este nudo ingenioso y, a mi juicio, muy atractivo, el autor extiende una trama oscura que se mueve entre la resolución del conflicto, la inquietud producida por revelaciones siniestras y la novela de ideas, siendo éstas reflexiones en torno al acto de escribir, la pasión por escribir y los problemas de escribir, además de, como indicaba el colofón, aunque para mí de forma muy puntual, el plagio y la ambición. Sabaté propone un narrador en primera bastante hábil, que abusa de las referencias literarias para asegurar sus pasos mientras recoge metros de cuerda, que sabe medir el goteo de información y que, sin llegar a resultar cansino, viaja desde el pequeño delirio a la razón. Metaliteratura bien llevada, sin bochorno, que ya es decir.

En mi lectura he encontrado problemas, también. Sólo el personaje principal tiene profundidad, por ejemplo: los secundarios son comparsas, apenas dibujados, y esto agrieta la verosimilitud de una historia que juega mucho con ella. En ocasiones se lleva a cabo un ejercicio de historia literaria que yo no encajo bien con el ritmo de la narración y el peso de las divagaciones causa cierto tedio. Por último, la ausencia de un querer ir más allá, dar un paso hacia el abismo, tal vez, y por ello construir un edificio inteligente con poca resonancia, con más cristal que cimientos. No sé si me explico.

En resumen, para este lector: bien, muy bien, pero deseando un próximo libro con más carne. Lo espero con ganas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por recomendar libros.

Saludos.-

Anónimo dijo...

Un gran descubrimiento. Sigo este blog desde hace algunos meses y hasta ahora nunca me había atrevido a escribir un comentario. Soy un apasionado de las novelas que hablan de la escritura (eso tan posmoderno que ha dado en llamarse metaliteratura) y cuando ayer leí la reseña de este libro me apresuré a buscarlo. Lo he leído de un tirón y me ha sorprendido gratamente.
Como casi todos lo lectores, en algún momento soñé con escribir, pero la vida cotidiana con sus continuas reclamaciones me hizo desistir hace ya mucho tiempo. La descripción del progresivo abadono por parte de narrador de aspiraciones literarias me ha resultado muy cercana y magistralmente narrada, a pesar de lo breve del relato.
El juego del plagio a traves del tiempo, con la reminiscencia de los autores inventados (o no) en la estela del genial Borges, mezclado con la literatura fantástica del XIX, y envuelto en una narración objetiva y ajustada, creo que consiguen una perfecta maquinaria que funciona con precicisión.
La sensación, de muchos aspirantes a escritores, de encontrarnos con una obra que plasma nuestras ideas, la obra en la que llevamos pensando mucho tiempo, creo que debe ser muy común y la forma de mostrarla en el relato es mágnifica.
En mi opinión, la poca profundidad de los personajes secundarios no resta valor a la verosimilitud de la novela. Al contrario, esas presencias son meros comparsas que si se hubieran desarrollado más habrían entorpecido la omnipresencia del narrador, sus reflexiones y tribulaciones. Creo que lo importante es el proceso de abandono, regreso y casi seguro posterior abandono de la escritura, y las pesquisas sobre ese pausible plagio "con anterioridad".
Por todo ello un libro muy recomendable, en especial para todos los letraheridos.
Un saludo y muchas gracias por vuestro maravilloso trabajo.
Patrocolo