jueves, 29 de septiembre de 2011

Emma Donoghue: La Habitación

Título original: Room
Idioma original: inglés
Fecha de publicación: 2010
Valoración: Muy recomendable

De todas las novelas que me he leído este año, hasta ahora, por supuesto, La Habitación es una de las que más me ha impactado. Su argumento, extendido en casi cuatrocientas páginas ágiles y fáciles de leer, me ha absorbido de tal manera que me lo he terminado en cuatro tardes.

Publicada en 2010, esta novela escrita por la irlandesa establecida en Canadá Emma Donoghue está inspirada en los terribles y extraños casos de Natascha Kampusch y el llamado "monstruo de Amstetten", casos que supongo que la mayoría de los lectores de ULAD habrán conocido gracias a los medios de comunicación y que por eso no me detendré en explicar.

La Habitación es la estancia (un dormitorio con cocina, retrete y bañera y una claraboya en lo alto del techo por donde se ve un círculo de cielo) donde viven una joven (Mamá durante toda la historia)de veintiséis años y Jack, su hijo de cinco y el narrador de la novela.

La madre de Jack fue secuestrada por un desalmado cuando tenía diecinueve años e iba camino de la universidad. Por lo tanto, lleva siete años cautiva en La Habitación; siete años sin haber vuelto a ver la luz del sol. Allí, el tipo que la secuestró tiene relaciones sexuales con ella cada noche; en estas ocasiones, la mujer esconde a su hijo Jack, concebido y nacido en La Habitación, en el armario para que su captor nunca le vea aunque, por supuesto, sepa de su existencia. La madre y Jack llaman a su secuestrador el Viejo Nick, una forma que se tiene en el mundo anglosajón de referirse al Demonio.

Así, para el pequeño Jack su mundo está en La Habitación, con El Techo, El Suelo, La Cama, El Armario, etc... Y la única persona que conoce es Mamá.

La Habitación tiene una tele; en ella, los cautivos ven sobre todo programación infantil y la madre le hace creer a su hijo que lo que allí sale no es real, "sólo Tele", y que fuera de la habitación hay una especie de espacio exterior. El Viejo Nick es alguien a quien hay que temer, pero también quien les compra la comida, les saca la basura y, los domingos, les concede un capricho material que ellos han de escoger, desde prendas de ropa, lápices de colores, libros o juguetes. Esto es el Gusto del Domingo...

La rutina de ambos cautivos en La Habitación se hace soportable gracias a que Mamá hace en todo momento el papel de madre protectora pero también el de una excelente compañera de juegos (inventa toda clase de juegos posibles en un espacio tan reducido y hace toda clase de juguetes con su hijo a base de cosas como rollos de papel higiénico o cáscaras de huevo) y dota a su hijo de una educación epatente. Sólo en ocasiones, Mamá se derrumba y se queda en estado catatónico. Pero esta extraña rutina pronto llegará a su fin: un buen día, Jack y su madre preparan un plan de escape inspirado en el Conde de Montecristo que será su única esperanza de salir con vida de La Habitación, cuya puerta se abre con un código numérico que sólo el Viejo Nick conoce...

Con estos elementos, Donoghue podía haber escrito un pestiño, pero nada de eso ocurre. La escritora es sabia e intuitiva y según he leído en alguna que otra entrevista, se ha inspirado en el mayor de sus dos hijos para engendrar a su Jack literario, el que, salvo algún que otro detalle, es más o menos creíble. También ayuda el hecho de que la historia la narre el niño: sólo conocemos su punto de vista, no sabemos cómo está la madre en realidad ni lo que se le pasa por la cabeza ni quién es realmente el Viejo Nick. Pero casi mejor así: la frescura de Jack hace que al lector se le haga potable la lectura de una historia que podía haber sido un artefacto angustioso y torturador, sobre todo en la parte del plan de escape, que me mantuvo en una tensión que hacía tiempo que no sentía con la lectura de un libro o el visionado de una película.

No contaré nada más, si el plan de escape tiene éxito o no, quiero decir: prefiero que lo lean y vean cómo se desarrolla y termina esta historia que deja claro que el amor de una madre por su hijo puede conquistar metas que parecían imposibles; que el ser humano es una criatura con un instinto de supervivencia grandioso que puede llegar a vivir dignamente incluso en los entornos más desasosegantes; que el mal más absoluto puede anidar en personas con aspecto y rutinas de lo más convencional, y que la esperanza, más que una palabreja que sale una y otra vez en frases y mensajes más bien ñoños y superficiales, es la materia prima de la que están hechos los luchadores natos.

Que me ha gustado. Y mucho.

7 comentarios:

ELENA dijo...

Gracias por la reseña! Conocí el libro a través de ella y ha sido uno de los que más me han gustado en los últimos tiempo...escalofriante...

Ian Grecco dijo...

¡Me alegro, Elena! Espero que este libro se conozca más gracias a mi reseña y a gente como tú, porque creo que merece mucho la pena...

escalerasytoboganes@gmail.com dijo...

He leído este libro por haberlo conocido a través del blog (la verdad es que me he hecho una lista de lecturas futuras sacadas del blog) y me ha gustado pero creo que no tanto como al autor de la reseña...

Carolina dijo...

Hasta donde voy del libro es muy lindo me esta gustando mucho solo hay algo que no entiendo muy bien. La mama de Jack era adoptada?.

Espero puedan responderme.

Anónimo dijo...

la mamá de jack no es adoptada,
y la actriz que la representa, gano el oscar a mejor actriz este año2016,

Anónimo dijo...

Según el libro si era adoptada.

Unknown dijo...

Según el libro sí es adoptada.