Idioma original: Italiano
Título original: Se una notte d'inverno un viaggiatore
Año de publicación: 1979
Valoración: Muy recomendable
Empecemos por lo personal.
Esta novela entró en mi vida por dos caminos. Primero me la recomendó mi amigo Sergio, el poeta, y como Sergio no solía recomendar muchas novelas (sí poesía, pero no novelas: no era un gran lector de novelas, diría yo), me entró una curiosidad enorme. ¿Qué tipo de novela podía ser esta, capaz de cautivar la mente de un poeta? Entonces la leí por primera vez.
Unos años más tarde, Si una noche de invierno un viajero volvió a aparecer en mi vida, esta vez profesionalmente: cuando tuve que preparar varias clases sobre "narrativa hipertextual", esta novela era una de las que siempre se citaba como antecedente, dentro del mundo del papel, de los avances narrativos permitidos por el hipertexto y los enlaces (una relación algo forzada en mi opinión, pero bueno). Esa fue mi segunda lectura.
La tercera lectura la he hecho este fin de semana, con esta reseña en mente. Y entiendo que Si una noche de invierno un viajero pueda cautivar por igual a un poeta y a los expertos en narrativa hipertextual. Porque es una novela llena de planos y juegos metanarrativos; porque es una metanovela con un toque romántico. Porque es, en definitiva, una glorificación de la lectura por placer, y al mismo tiempo una reflexión sobre los efectos que la lectura puede tener en nosotros.
En realidad, Si una noche de invierno un viajero es una novela y su comentario, todo en uno. Al mismo tiempo que leemos, el narrador nos va explicando lo que leemos, lo que nos debe hacer sentir lo que leemos. Por si eso fuera poco, el protagonista de la novela no es otro que el Lector, empeñado en terminar de leer la nueva novela de Italo Calvino (que se llama, por si alguien lo dudaba, Si una noche de invierno un viajero) pero que se encuentra con fragmentos y más fragmentos de novelas que se interrumpen por accidente (novelas italianas, cimerias, cimbras, belgas...), y que se involucra en una persecución de la Lectora, Ludmilla, y del editor, el traductor y el supuesto autor de varias de las novelas que lee.
Al final, Si una noche de invierno un viajero es más de una novela: es la novela de Italo Calvino que creemos estar leyendo; y es cada una de las diez novelas interrumpidas que lee el Lector; y es además el comentario a todas esas novelas; y una novela policiaca en busca del creador de toda esta trama de novelas.
Y además es la novela que siempre se cita cuando se habla de los antecedentes de la novela hipertextual.
Y también es la novela que sedujo a mi amigo Sergio, el poeta, que me la recomendó hace años y me hizo leerla por primera vez.
También de Calvino: Aquí
6 comentarios:
Ésto no es una novela, es un NOVELÓN.
He dicho.
Imprescindible, hombre, imprescindible...
Pues sí, estuve dudando entre el "imprescindible" y el "Muy recomendable", pero al final me decidí por el segundo, porque la segunda mitad de la novela, perdido ya el efecto sorpresa, se me hizo un pelín pesada. Pero vamos, está ahí, entre los libros de cabecera...
Me encanta leer...pero...Oh Dios Mio, La estoy leyendo...pagina 147, donde la Sultana, y he decidido venir a buscaros...porque estoy desconcertada! Me debato entre lo que me costó el principio, las ganas de que vuelva a aparecer Ludmilla, la curiosidad de todos los finales sin final " como el zapato de Jojo"... y el que ahora no puedo dejarla! . Prometo otro comentario cuando la acabe
La estoy leyendo, página 147, tras la Sultana, y tuve que venir a leer vuestra reseña porque estoy desconcertada!!! Me encanta leer ...y aún no tengo opinión...solo sorpresa, angustia por los finales sin final de tantas novelas, curiosidad sobre Ludmilla...prometo comentario cuando la acabe
La terminé hace unas semanas. Y cómo prometí en mis 2 comentarios anteriores, quería escribir mi conclusión final. Bella sobretodo al final. Desconcertante y exasperante sobre todo al principio. ¿Y enmedio? . Durante toda la novela he sentido "sorpresa" "iluminación" y esa dicha de estar leyendo algo único. Y ya sabemos que hubo libros así que nos salvaron la vida. En este caso yo no estaba perdida pero desde luego ... me hizo ser más feliz. Nota Bene: la persona que me la prestó, gran lector, no pudo pasar desesperado de las primeras páginas
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