martes, 12 de mayo de 2009

James Salter: La última noche

Idioma original: inglés
Título original: Last Night
Año de publicación: 2005
Valoración: Muy recomendable

La publicación del volumen de relatos La Última Noche de James Salter, siete años después de su anterior obra original, puede que lo salvase, casi milagrosamente, de convertirse en un “Bartleby”, es decir, uno de esos autores como Rulfo, Salinger o Rimbaud que abandonan voluntariamente el oficio de escribir en la cumbre de su buena fortuna. Y decididamente puede decirse que se trata de un regreso afortunado, ya que esta obra es un compendio de relatos de una densidad y una perfección narrativa admirables.

Salter ha sido, además de escritor, guionista en Hollywood, y eso se nota en la ambientación de sus historias (las dos costas de Estados Unidos, igualmente decadentes), en sus temas (las infidelidades, las adicciones, la bohemia pseudo-artística y pseudo-intelectual) y en su forma de narrar, minuciosa y transparente. Lo cierto es que resulta aconsejable leer los relatos espaciados, y no atracarse de ellos, de lo contrario uno tiene la impresión de estar leyendo la misma historia –el fracaso de diversos personajes en su búsqueda de la felicidad- con ligeros cambios en el guión.

Pero no conviene ser demasiado impaciente: para el lector que sabe perseverar, La Última Noche guarda una traca final (el relato que da título al volumen) ciertamente espectacular. Una última manipulación al tema de los celos, la infidelidad y la culpa llevados al límite de lo verosímil. Una lectura breve, pero muy recomendable.

También de James Salter en ULAD: Juego y distracción

6 comentarios:

Ian Grecco dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ian Grecco dijo...

Suena bien. Intentaré conseguirlo en la biblioteca. A ver qué cuenta otro de esos que se ha prostituído ocasionalmente para Miss Hollywood.

Y muy interesante lo de retirarse una vez instalado en el trono de la gloria, ¿qué se les pasará por la cabeza a estos escritores?

De todos modos, el mejor es Thomas Pynchon, cuyo rostro nos llega malamente desde cuatro viejas fotos borrosas de sus tiempos de la mili, pero cuyos libros podemos leer una y otra vez.

Jaime dijo...

Yo estoy ensayando una estrategia aún más refinada: retirarme antes de escribir mi gran obra...

Ian Grecco dijo...

Lo he terminado y estoy de acuerdo contigo en todo. El último, el mejor. En cuanto pueda escribiré la crítica de otro "sucio": Raymond Carver.

izas dijo...

Totalmente de acuerdo con tu reseña. Todos los relatos son buenísimos, pero el último se lleva la palma.

Isabel dijo...

Hola, Santi y demás comentaristas, unos cuantos años después...

Me han gustado mucho todos los relatos, aunque no sé si tanto el estilo, ni si se debe a la traducción, al cambio, pues vengo de leer mucho hispanoamericano, o a que "estos norteamericanos" no son lo mío... No he leído mucho de ellos tampoco; a ver si lo remedio y lo averiguo.

Si bien convengo en que el último relato es soberbio, también destacaría el primero, "Cometa", y "Bangok", del que rescato:

"-Entonces, ¿por qué lo hiciste?
-No lo sé. Sentí el estúpido impulso de probar algo diferente. No sabía que la verdadera felicidad consiste en tener lo mismo todo el tiempo".

Como siempre, mil gracias.