viernes, 1 de julio de 2016

VV.AA. : Los libros en The New Yorker

Idioma original: inglés
Año de publicación: 2014
Traducción y selección: Miguel Aguayo
Valoración: recomendable

A comienzos de este año reseñé aquí un divertido volumen publicado por Libros del Asteroide en el que se recopilaban muchas viñetas publicadas por la revista The New Yorker, tratando el tema del dinero y la economía en general. Y como resulta que también hay publicada otra recopilación del mismo tipo con viñetas sobre el mundo de los libros, ¡no podíamos dejar de reseñarla en Un Libro AL Día, claro está! La recopilación está dividida en cuatro apartados, dedicados a los diferentes personajes que intervienen en la gestación y vida de los libros: uno dedicado a los autores, otro a los editores, un tercero a los lectores y el último, para los libreros. Ahora bien, las viñetas también pueden agruparse en toda una serie de situaciones prototípicas que abarcan todo el proceso de escritura, edición, comercialización y lectura de un libro, cuyos pasos se reconocen sin dificultad en diversos chistes:

- Creación: 
- Adán le dice a Eva, en el Paraíso: "No puedo dejar de pensar que hay un libro en todo esto".
- Un autor que escribe, sonriente, en su manuscrito: "¿Un escritor? Jadeó balanceando sus grávidos senos. ¡Oh, Dios, me encantan los escritores!"...
- La mujer de un escritor le dice a su marido, que está trabajando en el porche de la casa: "Tengo una idea para un cuento: Gus y Ethel viven en la orilla norte de Long Island. Él trabaja 16 horas al día escribiendo ficción. Ethel nunca sale, nunca hace nada, salvo prepararle sándwiches a Gus y al final ella se convierte en una ninfo-lesbo-puta-asesina. Toma tu sándwich".

- Envío del manuscrito:
- La mujer de un escritor, leyendo el correo: "¡Enhorabuena! Su manuscrito es el millonésimo libro de memorias que hemos recibido este año". 
- Un autor, explicando a un editor: "La historia es inventada, pero los nombres son reales, para subir las ventas".
- El autor al editor: "Todavía no tengo ni título ni tema. Sólo tengo el precio: veintitrés con noventa y cinco en tapa dura".

- Edición:
- Un editor, a un autor: "No dudo de que se necesite mucho valor para escribir este libro, pero se necesita mucho más para publicarlo".
-En una reunión editorial, el director de la empresa: "Como medida de ahorro, en nuestro catálogo de otoño hemos decidido ahorrarnos las ventas a las librerías y las correspondientes devoluciones y mandar las novedades directamente a la trituradora".
- El editor a un escritor: "Su libro es un asco: queremos publicarlo".

- Promoción: 
- En una presentación de un libro: "Habrá una tertulia informal y al final, el triste flirteo del autor con alguna fan".
- Cartel en el escaparate de un librería: "Encuentro con el autor y su ego: 7 P.M.".
- Cartel en el escaparate de una librería, ante una serie de Biblias: "Prepárese para conocer al autor".
- Una editora al escritor: "¡Buenas noticias! Tu novela está en una pila mediana, a un metro de la parte izquierda de la mesa de la secretaria del director del suplemento literario".

- Vida social:
- En una fiesta un hombre le dice a una mujer. "Soy escritor, pero gracias a Dios no uno de ésos que se deprime si no escribe cada día".
- En una fiesta, una señora le pregunta a un escritor: "Su libro me ha dado arcadas. ¿Lo ha hecho usted a propósito?"
- En una reunión de editores, una presentación de dos desconocidos: "Aquí el editor que rechazó el primer Harry Potter, aquí el editor que dejó pasar a Stephen King".

- Venta de libros: 
- Un librero, consultando el ordenador ante un cliente: "La Biblia... eso debería estar en autoayuda".
- En una gran librería el dependiente responde a una cliente. "Tenemos el calendario del libro, libretas del libro, el audiolibro, el DVD de la película basada en el libro, pero no tenemos el libro".
- Un cliente al librero: "Quiero algo que mantenga a la gente alejada de mí en el Metro".

- Lectura:
- Un hombre le explica a una visita, enseñándole una  estantería llena de libros: "Ésos son los que no he podido terminar y ésos, los que no he podido empezar".
- En la playa, un policía se dirige a un hombre que lee un libro: "Lo siento, señor, pero Dostoyevski no se considera una lectura veraniega. Tengo que pedirle que me acompañe".
- En un club de lectura, compuesto sólo por mujeres: "Bueno, en vez de hablar del libro, podemos hablar de por qué ninguna de nosotras ha tenido tiempo de leérselo".

Y, por último, el que creo que cuadra mejor con este blog:
- Una mujer hablando con un hombre. "No he leído el libro, pero he leído las reseñas. Y las he encontrado muy interesantes".

¿Los autores de las viñetas? Pues los más prolíficos son: Charles Barsotti, Leo Cullum, William Haefeli, Lee Lorenz, Robert Mankoff, Michael Maslin, Warren Miller, Bernard Schoenbaum, Danny Shanaham, David Sipress, Peter Steiner, Mick Stevens James Stevenson, Peter C. Vey, Robert Weber, Jack Ziegler... y muchos otros.

Nota: ya sé que esta reseña se sale un poco de lo habitual, pero reconozcamos que yo no podría superar nunca el ingenio de estos ilustradores y humoristas ni su capacidad de síntesis. Así que admito mi condición parásita, en este caso, pero no pido disculpas por la reseña, porque ¿un poco bien sí que lo habéis pasado leyéndola, verdad?


Otras recopilaciones de viñetas de The New Yorker: El dinero en The New Yorker



4 comentarios:

Sir Robin dijo...

Buena reseña. El humor gráfico del New Yorker es de una calidad excepcional por ello yo le daría un muy recomendable o incluso un imprescindible. El humor siempre tan necesario. Por cierto hay un libro dde gran formato que recopila una grandísima cantidad de ese humor gráfico desde el principio de la revista. Una verdadera joya sin duda. Saludos.

zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.) dijo...

Hay algo de cierto en que leer las críticas no deja tiempo para leer los libros.

Creo que los suplementos literarios, más que dedicar espacio a reseñas, deberían publicar pasajes o fragmentos de los libros, para que así el lector pueda hacerse por sí mismo una idea del contenido (y del estilo) de la obra. Y en consecuencia, decidir (en su caso) comprar el libro y leerlo.

En poesía las reseñas suelen ser elucubraciones y fantasmadas del crítico, totalmente desligadas del objeto de ésta (el poemario), con lo que uno puede leer una reseña de un libro de poesía y no saber si, al final, los poemas van a gustarte o no.

Algunos suplementos literarios, en su edición de Internet, permiten acceder al libro y leer algunas páginas. Está bien, pero debería generalizarse a los soportes en papel como Babelia o El Cultural.

Juan G. B. dijo...

Hola a ambos:
La verdad es que el humor de estas viñetas (hay muchas más, claro; yo he hecho una somera selección)es buenísimo, pero se hace un poco repetitivo al leerlos todas seguidas, pues en principio están concebidas para salir en solitario, en cada número de la revista. Aún así, resulta de lo más irónico y divertido.
Gracias por vuestros comentarios.

Reve Llyn dijo...

Naaaaaaa...es imprescindible. Para los que leen mucho y sobre todo para los que escriben o conviven con escritores. Hay que reírse de uno mismo.