Título original: A brief history of seven killings
Año de publicación: 2015
Traducción: Javier Calvo y Wendy Guerra
Valoración: muy recomendable muy alto
Permitidme que zanje en cuatro frases lo que casi todo el mundo ya sabe de este libro.
Que el autor coleccionaba rechazos por docenas.
Que la traducción ha sido difícil hasta el punto de encomendarse de ella dos novelistas. No unos cualquiera.
Que los de HBO ya se han hecho con los derechos para hacer algo con esta novela en pantalla.
Que los de HBO ya se han hecho con los derechos para hacer algo con esta novela en pantalla.
Que ganó el Booker Price del 2015.
Sobre esto último: aquí nos fiamos poco de los premios, quizás algo más de los de fuera que de los de España (¿quién puede fiarse de un premio cuyo finalista es esto?). Pero llevamos ya un tiempo, y no somos demasiado impresionables. Aunque con esta novela, deberíamos. Porque, sin considerar todos los contendientes (aunque hemos reseñado uno de los finalistas) la impresión es que el premio fue muy merecido. Diría que supera hasta esa lógica caída en el estereotipo. Un escritor jamaicano escribiendo una historia jamaicana sobre el reggae y Bob Marley. Sutil, pues cierto nombre, ese, no aparece una sola vez.
Sobre esto último: aquí nos fiamos poco de los premios, quizás algo más de los de fuera que de los de España (¿quién puede fiarse de un premio cuyo finalista es esto?). Pero llevamos ya un tiempo, y no somos demasiado impresionables. Aunque con esta novela, deberíamos. Porque, sin considerar todos los contendientes (aunque hemos reseñado uno de los finalistas) la impresión es que el premio fue muy merecido. Diría que supera hasta esa lógica caída en el estereotipo. Un escritor jamaicano escribiendo una historia jamaicana sobre el reggae y Bob Marley. Sutil, pues cierto nombre, ese, no aparece una sola vez.
Pero James se encarga de ir más allá y convertir esta novela en un fascinante viaje que es un retrato social de un país (igual no es tan raro) donde los partidos son bandas pseudocriminales cuyos partidarios solucionan todo a tiros, donde el auténtico gobierno en los barrios más desfavorecidos son las bandas y donde, en el apogeo de su carrera, Bob Marley, citado en toda la extensión del libro como "el Cantante", se ha convertido en una influencia con capacidad de obrar milagros. El planteamiento de la novela es un reto para el lector. Decenas de voces toman una narración que se sitúa en escenarios dispares. Voces que van desde periodistas musicales, agentes de la CIA, hasta matones locales, todos contribuyendo al dibujo del caos reinante. Voces en directo, en diferido, de vivos y de muertos. Voces que a veces son la misma persona con distinto nombre. Difícil, pero todo un reto. Y de esa maraña caótica y desordenada vemos cómo empieza a generarse un orden, una realidad conseguida, perdonad el tópico, con un collage que muestra a Jamaica como una representación del Cosmos. Y los trasfondos acaban multiplicándose, los testimonios empiezan a mostrar una secuencia casi cinematográfica. Ahora es el otro implicado en la escena el que pasa a narrarla, ahora cambiamos de escenario, ahora hacemos un salto en el tiempo y nos desplazamos unas décadas más tarde, a ese NY donde las bandas jamaicanas se han ganado a pulso el prestigio de ser las más violentas. Allí se cerrará, quizás el círculo que se abre el 3 de diciembre de 1976, cuando ocho individuos asaltan la mansión del cantante en Hope Road, Kingston, y perpetran un desastroso atentado donde, si se supone que habían de acabar con él, solo consiguen herirle en un brazo y elevarlo a la categoría mítica a la que ya lo elevarían tanto su extraordinaria música como su desgraciado final posterior.
De un tirón. James crea una trama en torno a ese hecho central, juega con las identidades de los atacantes, con los motivos (el coqueteo de Marley con los políticos, un amaño de unas apuestas hípicas, una conspiración de la CIA, temerosa de la consecuencia sobre el precario equilibrio político que un gobierno de izquierdas en Jamaica pudiera tener), y avanza, su prosa es un río de lava que lo arrastra todo y nos fascina, porque, 800 páginas dan para mucho la historia extiende sus tentáculos y se habla de Ecuador y de Chile, se habla del poder de las bandas y de la devastación de las drogas, se intercalan guiños constantes a las canciones de Marley, que aquí toman otra perspectiva. Hablaba de lo que pasaba, de emboscadas en la noche, de mística natural, de cismas e ismos. Pero que nadie se equivoque: Breve historia de siete asesinatos no es una novela reggae ni es una biografía oculta, ni siquiera una novela río (aunque la historia de Kim podría sugerirlo). Tomando referencias muy contemporáneas (la omnipresencia de recursos faulknerianos, aquí algunas tonalidades de Winslow, quizás alguna influencia de un Junot Díaz con la líbido a medio gas, aquí las temporadas más violentas de The Wire, hasta parece haber un trasunto de Omar Little entre toda la pléyade de sicarios establecidos en NY), ésta es una novela que huye de lo policíaco (aunque violencia gratuita y de pago la haya para parar un tren) y se instala en el fascinante mundo de la novela total. A fuerza de recoger voces y puntos de vista, Marlon James nos entrega un ambicioso texto que ejemplifica la precariedad del subdesarrollo, la yuxtapone con un espejismo de esperanza, pero acaba dominada por los brochazos de la desesperación y la corrupción sin escapatoria.Y ha conseguido, con ello, uno de los libros del año.
De un tirón. James crea una trama en torno a ese hecho central, juega con las identidades de los atacantes, con los motivos (el coqueteo de Marley con los políticos, un amaño de unas apuestas hípicas, una conspiración de la CIA, temerosa de la consecuencia sobre el precario equilibrio político que un gobierno de izquierdas en Jamaica pudiera tener), y avanza, su prosa es un río de lava que lo arrastra todo y nos fascina, porque, 800 páginas dan para mucho la historia extiende sus tentáculos y se habla de Ecuador y de Chile, se habla del poder de las bandas y de la devastación de las drogas, se intercalan guiños constantes a las canciones de Marley, que aquí toman otra perspectiva. Hablaba de lo que pasaba, de emboscadas en la noche, de mística natural, de cismas e ismos. Pero que nadie se equivoque: Breve historia de siete asesinatos no es una novela reggae ni es una biografía oculta, ni siquiera una novela río (aunque la historia de Kim podría sugerirlo). Tomando referencias muy contemporáneas (la omnipresencia de recursos faulknerianos, aquí algunas tonalidades de Winslow, quizás alguna influencia de un Junot Díaz con la líbido a medio gas, aquí las temporadas más violentas de The Wire, hasta parece haber un trasunto de Omar Little entre toda la pléyade de sicarios establecidos en NY), ésta es una novela que huye de lo policíaco (aunque violencia gratuita y de pago la haya para parar un tren) y se instala en el fascinante mundo de la novela total. A fuerza de recoger voces y puntos de vista, Marlon James nos entrega un ambicioso texto que ejemplifica la precariedad del subdesarrollo, la yuxtapone con un espejismo de esperanza, pero acaba dominada por los brochazos de la desesperación y la corrupción sin escapatoria.Y ha conseguido, con ello, uno de los libros del año.
7 comentarios:
Francesc, me has convencido de hacerme con la novela. Tu reseña, pues, ha logrado su objetivo.
Por cierto, me parece que confundiste libido, que no lleva tilde y remite a la pulsión sexual, con lívido, que es un adjetivo nada sexual.
Saludos.
Donardo
Me la estoy leyendo en estos momentos y de momento fascinado. Me recuerda a Bolaño, sobre todo a 2666 (en especial el tema de los asesinatos en Sonora) y a los Detectives Salvajes (por el uso de diferentes voces). Todo esto suponiendo, claro, que alguien pueda igualar a Roberto Bolaño.
Me recomiendan este o 'ciudad en llamas'? Muchas gracias y felicidades por el blog.
Tras leer esta reseña, leí hace unas semanas esta novela y he de decir que responde con creces a las alabanzas de Francesc. De hecho la definición con la que acaba la reseña es perfecta: "novela total".
Después de leer muchos libros y ver muchas películas sobre la influencia de la CIA en Sudamérica (escuela de las Américas, bahía cochinos, Allende, etc), quien me iba a decir que el relato más preclaro sobre esto lo iba a encontrar en una novela que se desarrolla en Kingston...
Nadie lleva el blog?¿?
Buenas: gracias por los comentarios y perdón porque ciertos problemas técnicos (discos duros vitales que se niegan a funcionar) me hagan tener los comentarios un poco abandonados. Creo que líbido es correcto, y creo que el de Marlon James es un poco superior aunque sea por la amplitud de lo que trata. Ciudad en llamas es excelente pero algo más local y se centra en una época más delimitada. Breve historia... es más ambiciosa.
Me lanzaré en Agosto a por él. Muchas gracias!
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