Idioma original: inglés
Año de publicación: 1956
Valoración: entre recomendable y está bienAño de publicación: 1956
En 1692 y 1693 tuvieron lugar una serie de procesos judiciales destinados a descubrir y condenar a las brujas que, aparentemente, atacaban a los vecinos y perjudicaban el ganado y las cosechas en los condados de Essex, Suffolk y Middlesex. Todo comenzó en la aldea de Salem, donde un grupo de niñas y adolescentes comenzó a sufrir ataques y a achacarlos a las acciones de las brujas. Llevados por el miedo y por el extremismo religioso, los líderes de Salem creyeron las acusaciones de las jóvenes y llevaron a juicio a más de 150 personas, cinco de las cuales murieron en prisión. Las demás, después de pasar un tiempo indeterminado entre rejas, fueron liberadas.
Shirley Jackson se encarga de narrar este triste suceso en Las brujas de Salem, quizá la única de sus obras que se aleja de la ficción para dar fe de uno de los episodios más vergonzosos de la historia estadounidense. Al fin y al cabo, no había más prueba en contra de las personas condenadas que la palabra de las jóvenes "endemoniadas", y tanto los líderes de la comunidad como los vecinos de los supuestos brujos entraron al trapo y utilizaron cualquier excusa (una mala contestación, una mirada de desconfianza, un mal gesto) para acusar de practicar la brujería y encerrar a gran parte de la población.
Además de contar los hechos tal y como sucedieron (tal y como hablan de ellos los registros de la época, más bien), Jackson se pregunta qué pudo llevar a toda una comunidad a comportarse de tal forma. Hay quien dice que el culpable de lo ocurrido fue un hongo alucinógeno presente en el pan, que causó los primeros ataques y alucinaciones, y que después la gente se dejó llevar por la histeria. Pero tampoco hay que olvidar el extremismo religioso, la ignorancia y la superstición imperantes en la época. Todo ello, unido a un ambiente de profunda represión, pudo llevar a la gente del pueblo de Salem (y de las aldeas cercanas) a creer realmente que las brujas y los demonios se habían apoderado de la comarca. En fin, cosas más raras se han visto (y, desgraciadamente, aún se ven).
Las brujas de Salem no es, de todas maneras, un libro de historia, sino un simple testimonio de lo ocurrido en Massachusetts hace cuatro siglos. Está bien para pasar el rato, para saber lo que ocurrió (y alejar los hechos de las películas sobre este tema que tantas veces hemos visto) y como puente entre otras lecturas.
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