domingo, 6 de abril de 2014

Zoom: El Ruletista de Mircea Cărtărescu

Idioma original: rumano
Título original: Ruletistul
Año de publicación: 1993
Valoración: Muy recomendable

En realidad, con esta reseña estoy haciendo ligeramente trampa, porque Izas ya reseñó Nostalgia, el volumen de relatos en el que está incluido este del que vengo a hablar hoy; pero me decido a escribir este zoom por dos motivos: primero porque la reseña de Izas no hablaba en concreto sobre este cuento, que me ha parecido más que notable; y además porque Impedimenta, por motivos literarios y también quizás comerciales, ha decidido publicar "El Ruletista" separadamente, con un breve prefacio de la traductora, Marian Ochoa de Eribe. (Se puede alegar, en defensa de esta decisión mía y de Impedimenta, el que de hecho El Ruletista fue censurado por el régimen de Ceaucescu en la primera edición de Nostalgia, inicialmente titulado El Sueño, lo que hace que el relato gane una vida propia diferente de la del resto del volumen).

Confieso que en las primeras páginas del relato pensaba que me iba a decepcionar: el texto comienza con la presentador del narrador, un anciano amargado que reflexiona sobre la vida, la muerte, la vejez y la escritura. "Vaya", he pensado, "si esto es Memorias del subsuelo..." Estas primeras páginas incluyen también la transcripción de un sueño del narrador, algo que, según me entero gracias a la introducción del libro, es algo característico de Cărtărescu y de otros escritores de su generación. Vamos, que no me estaba enganchando demasiado, aunque se veía que lo mejor estaba por llegar

Y efectivamente el relato cambia radicalmente cuando entra en escena el Ruletista: un despojo más que un hombre, dispuesto a arriesgarse a perderlo todo cada noche, y capaz de ganar, siempre, cada noche, en su apuesta con el azar y el destino. A partir del momento en que se nos presenta el personaje principal, el relato se convierte en un crescendo magníficamente llevado, que atrapa y cautiva hasta el desenlace, tan inesperado como necesario, y que hace que las 56 páginas que tiene este librito se hagan cortas.

El narrador vuelve a primer plano en las últimas páginas, para dar todavía una vuelta de tuerca a sus reflexiones iniciales sobre la vida, la muerte, la vejez y la escritura, pero esta vez ya no resulta cansino sino pertinente. No sé si el relato habría sido mejor o peor con un narrador menos intrusivo que este; lo que sí sé es que tal y como está, el cuento resulta redondo.

Vamos, que los lectores tienen dos opciones: o comprarse este relato publicado independientemente, o, por un poco más, comprarse Nostalgia y leer todo el volumen; lo que está claro es que, de una forma o de otra, no deberían dejar de leer a Cărtărescu.
 
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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas tardes, donde dice: "el texto comienza con la presentador del narrador" ¿quiere decir: "el texto comienza con la presentación del narrador"? Gracias por su trabajo en este blog y un saludo

Ana Blasfuemia dijo...

El ruletista es un libro corto pero para leer despacio. A mi, curiosamente, el personaje que me cautivó fue el escritor (el narrador).

Gracias y un saludo

La hierba roja dijo...

Realmente Impedimenta publicó "El ruletista" ANTES de que sacara "Nostalgia". Los motivos los ha explicado Enrique Redel multitud de veces: para acercar esta obra a los lectores, para conocer cómo responderían. El libro resultó lo suficientemente bien como para que publicaran al autor, y como para que por fin tradujeran directamente desde el rumano, sin pasar por el inglés.

Marìa dijo...

Este autor ha sido mi descubrimiento del año... Seguiré la pista.

Pablo GP dijo...

Al hilo del comentario de Ana Blasfuemia, considero necesario, para que funcione el relato, el contrapunto del personaje que encarna el narrador.
He subrayado varias frases en el libro y las más numerosas han sido al principio.
Gran relato, sin duda, de un autor que desconocía.
Ahora ya consigo decir su nombre de memoria, lo que es un logro.
Saludos.