- Chuches, chocolatinas y pipas Facundo:
Todo Mortadelo (y todo Bruguera), el gran Guillermo el Travieso, auténtico rey de Inglaterra; Los tres
investigadores, Verne, Stevenson, Conan Doyle, Las minas del rey
Salomón... la felicidad, según Borges.
- Salsa de tomate y ketchup:
Agatha Christie (sobre todo Miss Marple, la abuelita que nadie quisiera tener), El misterio del cuarto amarillo de Gaston Leroux, Los crímenes de la Rue Morgue de Poe, Chacal de Frederick Forsyth...
- Carne y pescado:
Vázquez
Figueroa (el favorito en las bibliotecas de las cárceles, también), Stanislaw Lem, La ciudad de los prodigios (un prodigio, en sí misma), Cien años de soledad, claro... y Un día en la vida de Iván
Denisovich (no pregunten por qué)...
- Fruta y verdura:
El diablo sobre las colinas de Pavese, que me pilló en el momento tonto. Qué hago yo aquí de Chatwin, que me
abrió los ojos al mundo; Ficciones, de Borges, que me abrió los ojos a los
libros; Los tíos de Sicilia de Leonardo Sciascia, que me enseñó que la
literatura podía tratar no sólo de lo literario; El barón rampante de Italo Calvino, que me enseñó que una novela podía ser perfecta, en fondo, en forma e
intención. Y divertida y maravillosa…
- Vino y licores:
A partir de aquí y hasta la fecha, barra libre. Y que
dure.
2 comentarios:
En salsa de tomate y ketchup añadiríamos a Arthur Conan Doyle y a Wilkie Collins. Y en pipas Facundo y demás chucherías a Enid Blyton.
Tienes razón, pero es que a Conan Doyle ya lo había puesto antes. Aunque de acuerdo contigo, que conste... ;)
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