Título original: Ketchup clouds
Idioma original: inglés
Fecha de publicación: 2013
Valoración: Se deja leer
Hace una semana, Ian reseñó aquí la primera novela de Annabel Pitcher, Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea, y dejó claro que no le había entusiasmado. También advirtió a los lectores de que el libro está destinado al público juvenil, lo que no quita para que los adultos puedan disfrutar de la obra.
Pues bien, tras leer la segunda novela de Annabel Pitcher, Nubes de kétchup, he de decir que me ha pasado un poco lo mismo que a Ian. Porque sí, se trata de una novela pensada especialmente para chicos y chicas de menos de veinte años, pero su retorcido y atractivo argumento (Zoe, una muchacha inglesa de quince años que dice haber matado a alguien, comienza a escribir, a modo de confesión, a un hombre de Texas que se encuentra en el corredor de la muerte) creo que puede interesar a personas de todas las edades. Al menos, a mí me despertó curiosidad.
Sin embargo, la novela me ha dejado fría porque en mi opinión la autora no aprovecha bien la interesante premisa. Está claro que Pitcher utiliza el marco "carta sin remitente a un asesino" para que Zoe cuente, a modo de diario, su peculiar relación con dos atractivos hermanos y lo mal que acaba la historia. Uno es un guapo y tontorrón compañero de estudios de la joven, y el otro, un chico algo mayor que ella al que conoce de forma accidental y que sólo después de sentirse interesada por él descubre el parentesco que le une con el primero.
Zoe, una estudiante de clase media aplicada y tímida, mantendrá en secreto que se ve con los dos chicos todo el tiempo posible, pero cuando se descubra la verdad, el insostenible triángulo amoroso se romperá de forma trágica... Y aunque salga bien parada de lo que ella considera un crimen, nadie sospechará de ella. Pero sus remordimientos de conciencia la atormentarán hasta el punto de identificarse con un criminal condenado a muerte por un doble homicidio y utilizar al tipo como confesor epistolar imposible, utilizando un nombre falso y sin posibilidad de que su penfriend le devuelva sus mensajes...
En fin: a lo mejor a muchos quinceañeros la forma de narrar de Pitcher (que hay que reconocer que consigue que uno crea que la que cuenta la historia es una teen algo atolondrada) y lo guapos y confundidos que son y están sus personajes principales les baste, pero a mí me ha dado la sensación de que la autora no ha arriesgado mucho teniendo en cuenta los materiales de los que disponía. He echado en falta más protagonismo para Stuart Harris, el recluso de Texas al que se confiesa Zoe, y alguna sorpresita final, cierto giro en el argumento…, algo... Porque da pena que todo lo que acaba sucediendo en el libro sea predecible y algo soso. Los tormentos de una joven Raskolnikova podían haber dado para mucho más.
También de Annabel Pitcher en ULAD: Mi hermana vive en la repisa de la chimenea
2 comentarios:
Simplemente el nombre del título me echa para atrás. Si añado que el primero de la autora lo he leido y no me pareció gran cosa, y la reseña, creo que paso de leerlo...
A mí tampoco me gustó el primer libro de la autora. No me aportó nada. Así que con ese título y ese precedente prefiero echar horas en otras obras.
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