sábado, 20 de julio de 2013

Santiago Lorenzo: Los millones

Idioma original: español
Año de publicación: 2010
Valoración: Muy recomendable

No es que el terrorismo sea para ser tomado a broma. Pero si las bromas van a ser como Los millones tendremos que hacer una excepción. No es que haya grupos terroristas de segunda fila, pero para los de una cierta edad, lo del GRAPO nos sonó como a cachondeo, como a juego de imitación, dicho sea con el mayor respeto a las victimas. La premisa de Santiago Lorenzo en esta novela es algo surrealista. De hecho, si hubiera optado por disfrazar los hechos, por emplear otras siglas, la cosa no resultaría tener algunas de sus dobles lecturas. No es que haya terroristas entrañables, pero igual que hay atracadores torpes o asaltadores de pisos que abandonan su DNI, Francisco, protagonista, resulta ser una especie de anónimo personaje desesperado al que la vida ha dejado muy pocas opciones. A las pocas que ha tenido se ha agarrado, y el golpe de fortuna de que disfruta tiene su sorpresa preparada.
Los millones se inicia como una comedia clandestina de post-guerra alargada, con un aire de años 80 que parece de años 50. Una célula durmiente terrorista que no es más que un desgraciado individuo esperando órdenes. El golpe de fortuna, casual, en forma de premio de lotería que su indocumentacíón le impide cobrar. Las casualidades, que caen de un lado o del otro de la moneda. Francisco atisba que su vida puede cambiar y toma ese camino sin pensarlo dos veces. Como es, casi (o más que) una fábula, hasta el amor se cruzará con él. Como es casi (o más que) una novela costumbrista de suspense, no sabremos si será de verdad.
Superior a la ya notable Los huerfanitos, con la que comparte amor por las calles de Madrid, y cierto aroma algo añejo en el uso del lenguaje (aquí no tan voluntariamente anacrónico, no tan escorado hacia ciertas corrientes literarias), Los millones es, como algunas series de comedia de TV, mucho más que un libro repleto de situaciones cuyo patetismo conduce a la sonrisa. Puestos a buscar analogías Francisco podría ser, hoy en día, un parado de larga duración aferrado a un piso de renta baja y a una exigua nevera repleta de telarañas: o un funcionario con sueldo y pagas cercenados que abraza lo espartano como único kit de supervivencia. O a uno de esos freaks invitados a concursar en programas para que todo el mundo se ría de ellos. Pero Lorenzo ha elegido para su trama esa triste estampa: la de soldado raso en una organización terrorista que muchos ni siquiera llegan a imaginar qué narices reivindicaba. Un ser condenado al anonimato y al ostracismo que un día se da cuenta de que eso es una jugada muy cruel. Alguien que ha llevado una existencia tan mísera que la normalidad le parece el mayor de los lujos. Un ser huyendo de la soledad sin saber que en su huida no puede ir a muchos sitios. Recursos e imaginación, surrealismo castizo y un cierto tono sepia, pero una novela de tomo y lomo, escrita con un estilo excelente, rico, ameno, trabajado: una firme apuesta como libro del verano, aunque no sea el de este año.

También de Santiago Lorenzo en UnLibroAlDíaLos huerfanitosLas ganas

6 comentarios:

el convincente gon dijo...

Kiko Amat la pone por las nubes.

(Por cierto, después de haber soltado despreocupadamente mis prejuicios sobre Kiko Amat-novelista en tu blog, me entró remordimiento de conciencia; así que un día que fui a mirar libros, le eché un ojo a 'Rompepistas' y me gustó tanto el estilo que al final me la acabé comprando. No la he leído aún, pero promete.)

Francesc Bon dijo...

Creo que Kiko Amat acierta: y Rompepistas es una buena elección, aunque mi preferida es su falso ensayo Mil violines.

Anónimo dijo...

Justo ayer estuve a punto de cogerlo, me causó una grata impresión. Creo que después de vuestra reseña la próxima vez no se me escapa.

Francesc Bon dijo...

Bueno; procuramos "muyrecomendar" buenos libros, pero la última palabra la tiene cada uno. Gracias por el comentario.

Andres Moreno dijo...

Con cual empezarías? Los huerfanitos o los millones

Francesc Bon dijo...

Las dos son buenas novelas, si bien he de reconocer que Los millones me parece más espontánea. Saludos y gracias por el comentario.