viernes, 3 de mayo de 2013

José Saramago: El año de la muerte de Ricardo Reis

Idioma original: portugués
Título original: O ano da morte de Ricardo Reis
Año de publicación: 1984
Valoración: Imprescindible

Voy a hacer una confesión de esas que nadie me pide y que a nadie (probablemente) interesan: los últimos dos libros que reseñé para este blog, Delirio e Historia secreta de Costaguana los leí a la carrera, como quien traga sin masticar ni paladear; los dos me gustaron, pero creo que no los disfruté completamente. Con El año de la muerte de Ricardo Reis ha sido al revés: lo he leído a poquitos, con calma, degustándolo, sin cansarme ni precipitarme, sin prisa por llegar al final. Y a lo mejor por eso, o a lo mejor porque es una verdadera obra maestra (quizás la mejor novela de su autor), he disfrutado de esta lectura como hacía tiempo que no disfrutaba.

El año de la muerte de Ricardo Reis reúne los mejores atributos de la narrativa de Saramago (el narrador entrometido, la ironía sutil, el ritmo constante, las sorpresas lingüísticas, la inteligencia crítica...), y evita algunos de los tics en los que, en mi humilde opinión, caen algunas de sus obras posteriores: el maniqueísmo, la tentación a la parábola o a la moralización. El año de la muerte... tiene obviamente una carga crítica y un mensaje político claro, pero que en ningún momento se impone ni al texto ni al lector; es, sobre todo, el retrato de una época, los años 30 del siglo XX, y de una ciudad, Lisboa, a través de los ojos de un personaje desencantado y desubicado.

Toda la historia gira, de hecho, en torno a este personaje: Ricardo Reis, vuelto de Brasil al conocer la noticia de la muerte de su "amigo" Fernando Pessoa. A su llegada a Portugal se instala en un hotel junto a Cais do Sodré; inicia una relación pasional con una de las camareras, y una más platónica con una de las huéspedes; intenta sentirse en casa e integrarse en la sociedad lisboeta, pero sin conseguir sentir que realmente ha regresado; y entre tanto mantiene conversaciones con un aparecido (que no fantasma) Fernando Pessoa. Estas conversaciones, en lo que tienen de paradójico y metaliterario, de poético y de filosófico, de contradictorio y onírico, son probablemente lo más atractivo del texto, por lo menos para librófilos como yo.

Pero la novela es mucho más que la historia de Ricardo Reis: es también el retrato del Portugal de los primeros años del Estado Novo, con su extrema pobreza y su propaganda nacionalista, su policía política y su hipocresía moral, con sus marineros revolucionarios y sus mítines anticomunistas. Es también una narración oblicua de los momentos inmediatamente anteriores al inicio de la Guerra Civil española, origen de noticias contradictorias y causa de una ola de exiliados que abarrota el hotel Braçança. También están muy presentes el fascismo italiano y el nazismo alemán, en un momento en que la propaganda salzarista todavía los mostraba como regímenes hermanos y modelos de futuro.

Esta novela es especialmente recomendable para quien conoce o vive en Lisboa, porque en ella la ciudad se presenta de una forma viva e íntima (o íntimamente viva, si se quiere): se puede sentir que ha sido escrita por alguien que de hecho ha paseado por Cais do Sodré, por la Rua do Alecrim, el Largo de Camões o el mirador de Santa Catarina; que ha tomado cafés en Martinho de Arcada o en la Chave de Ouro; y no por un turista accidental que solo conoce lo que sale en las guías, como pasaba con el Tren nocturno a Lisboa de Pascal Mercier. Casi dan ganas de coger la novela y un mapa y ponerse a recorrer con el personaje las calles de Lisboa, aunque sea una Lisboa que ya no existe, y aunque corramos el riesgo de sentirnos tan desubicados como el propio Ricardo Reis en su lento camino hacia el Cementerio dos Prazeres.

Otros libros de José Saramago reseñados en ULADCaínAlabardasLa cavernaEl evangelio según JesucristoEl hombre duplicadoEnsayo sobre la ceguera

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy idiota: he leído algunas obras de Saramago pero no esta que sin duda alguna tiene que ser la mejor, como tú bien confirmas. A ver a qué espero. Mike.

Anónimo dijo...

Y mira que me da pereza Saramago, pues después de esta reseña voy a leerme este libro seguro.

Anónimo dijo...

que gran blog de literatura y que coñazo de spam hay que soportar cada vez que se entra que ni el bloqueador funciona :(

Anónimo dijo...

Soy fan absoluta de Saramago y ya me he leído doce de sus obras, pero no esta. Que digas que es su mejor obra aumentan hasta el infinito mis ganas de leerla, así que espero no tardar mucho. Saludos

C. dijo...

Antes de mais parabéns pelo blog.

Concordo com o "Imprescindível"

"O Ano da Morte de Ricardo Reis" é, para mim, o melhor, mais completo livro de Saramago.

O autor arriscou bastante ao dar corpo a um heterónimo de Pessoa, poeta maior da língua portuguesa. E não só superou esse desafio como ainda conseguiu criar um quadro época notável.

Perdoem-me não escrever em espanhol, mas arriscar-me-ia a fazê-lo em portuñol.

Saludos :)

Anónimo dijo...

Estoy leyendo Sostiene Pereira y parece que esta novela guarda muchas similitudes. En que se diferencian? Cual prefieren? Por qué?

Muchas gracias y animo con el blog.

Santi dijo...

Pues sí tienen algunas similitudes, sobre todo la localización en la Lisboa del Estado Novo (aunque en épocas distintas del Estado Novo), y también el tema del compromiso ético y político de personas que en principio se muestran "asépticas" o imparciales. En otras cosas son muy diferentes, por ejemplo en la técnica narrativa o en la variedad de personajes que las pueblan. La de Tabucchi es más simple (es una novela corta al fin y al cabo) y hasta cierto punto más política; la de Saramago es más literaria, y también más imaginativa. Las dos son grandes obras pero ahora mismo si tuviera que elegir escogería la de Saramago, que tiene más amplitud temática y más originalidad estilística. Aunque las dos están entre mis favoritas.

Gabriel Diz dijo...

Acabo de terminar Sostiene Pereira hace una hora y creo que que es una gran novela. Me parece que su aparente sencillez al momento de leerla debe haber exigido del autor un trabajo enorme: su utilización del discurso indirecto, la fluidez y el ritmo que logra son notables.....

Saludos

Anónimo dijo...

Estoy leyendo esta obra después de hacer lo propio con El Libro del Desasosiego y Un Corazón de Nadie. Y lo estoy haciendo con un mapa de Lisboa en la otra mano. Es una gozada realizar las caminatasde la mana de Ricardo Reis. Saludos ULAD!

Anónimo dijo...

Increíbles las conversaciones que mantienen Reis y Pessoa!

Anónimo dijo...

Que opinan el resto de colaboradores de este libro? Saludos!

Anónimo dijo...

Nadie?

Francesc Bon dijo...

Perdón: no TODOS hemos leído TODOS los libros de aquí. Eso sería casi inhumano.

Anónimo dijo...

No!? Pues vaya vergüenza! Jajajaj

Unknown dijo...

Este obra cayó en mis manos despues de haber disfrutado mucho Ensayo sobre la ceguera, El evangelio según Jesucristo y La Caverna; Y sin duda alguna ésta es la que más me ha impresionado, el nivel de lirismo del que está impreganda la obra me mantuvo en un estado emocional comparable al que produce leer la mejor poesía. Una obra maestra.

Javier dijo...

Excelente reseña que da en la llaga: es, por encima de todo, homenaje, oda y canto a Lisboa, personaje principal de la novela. ¡¡Enhorabuena!!

Aitor dijo...

Aquí lo tengo, a punto de empezar. Me da que voy a disfrutarlo mucho. Me encanta Saramago y Pessoa me entusiasma. Si me decepciona aunque sólo sea un poquito os lo diré. Si no os digo nada mas en una semana, consideradlo imprescindible!!!

Miguel Santiz dijo...

El mejor Saramago. Qué manera de no contar nada y de contar todo, de que no pase el tiempo y que tantas cosas ocurran en el mismo período, de que la prosa se convierta en poesía y que los versos se mezclen con tanta naturalidad en el texto, que Lisboa esté tan cerca y que Río, Coimbra y Oporto tan lejos, de trasladarnos un Pessoa sea tan arisco y a su heterónimo Reís tan paciente. Magistral e inimitable.

También el Saramago más exigente. Tal vez no sea la novela más adecuada para entrar en su universo. O tal vez sí, quien sabe.

Almíbar y que se me perdone el empalago.

Marina dijo...

A mi también me gustó mucho. La leí hace años, después de haber flipado antes con las Odas de Ricardo Reis del dios Pessoa, en la biblioteca pública de Les Corts, en aquel año barcelonés de inolvidable recuerdo.

Lucía dijo...

Seré rara. Se me hizo bola y no pude con él. Todo lo contrario que el Ensayo sobre la ceguera y el Memorial del Convento. Estos dos los devoré.

Toño Suances dijo...

Quien haya dibujado en una lámina la cuadratura del círculo (con rotring aunque si fue con tiralíneas...) me entenderá perfectamente. Es la misma sensación que leer esta estupenda novela después de haber leído y gozado a Pessoa y su desasosiego y a Reís con sus Odas. Brutal! De hecho he vuelto a leer las Odas como cierre de la lectura. Qué tres personalidades tan marcadas y brillantes, la de Saramago, la de Pessoa y la de Reís (porque los heterónimos tienen vida propia con Pessoa, reto a quien me demuestre que son la misma persona! ).

Aunque si no eres tan friki como yo, posiblemente también te encante el libro. Pero también te digo que tienes que poner un poquito de tu parte, no es un best-seller navideño.





Anónimo dijo...

Me encanto la historia