Idioma original: polaco.
Título original: Emigranci.
Año de publicación: 1975
Valoración: muy recomendable.
Aunque Slawomir Mrozek es conocido en España principalmente como autor de relatos breves, en Polonia (y el resto del mundo) su faceta teatral es la más característica. Junto con Tango (1965), Los emigrados es una de sus obras más famosas y representadas. Fue en México, país que acogió a Mrozek, donde se editó por primera vez en español, en 2009, por la compañía TeatroSinParedes, que la había puesto en escena un año antes.
Como el título de esta breve obra indica, el tema principal es la emigración, en este caso tratada desde una óptica que puede enmarcarse dentro del llamado “teatro del absurdo”. Como en Esperando a Godot, la acción queda casi reducida al mínimo: una Nochevieja en un lóbrego sótano con solamente dos personajes, AA y XX. Ambos son emigrantes con graves problemas para integrarse, aunque no sabemos ni en qué país viven ni de dónde provienen. Sin embargo, sus similitudes acaban aquí: AA es un intelectual y emigrante político, mientras que XX es un obrero y emigrante económico.
Esta pareja es evidentemente cómica (tónica dominante en la producción de Mrozek): el listo pone constantemente en evidencia al tonto, pero la grotesca estupidez de este también consigue que el primero dude de su inteligencia. Su conversación muestra una realidad amarga pero presentada a través de un prisma humorístico, que sin duda hará soltar alguna que otra carcajada al lector o espectador. Como en La fiesta de cumpleaños de Harold Pinter, otro clásico del teatro del absurdo, Mrozek critica ácidamente la sociedad en que vivimos. En este caso, critica el rechazo del otro, es decir, el rechazo del inmigrante. Pero su crítica va más allá y penetra en el círculo de los mismos emigrantes, divididos igualmente según clases sociales.
La voluntad universalizadora de la obra es más que evidente, y hubiera quedado aún más patente si se hubiera traducido como Emigrados, sin el artículo (el título en polaco permite ambas traducciones). No es el único fallo de esta edición, traducida por David Psalmon y Edyta Rzewuska, que empaña un poco una magnífica obra: desde un prólogo bastante superficial (por Lech Hellwig-Górzyński), e incomprensiblemente repetido dos veces, hasta errores ortográficos y gramaticales en el mismo texto. En YouTube se puede disfrutar de fragmentos de la puesta en escena de TeatroSinParedes, pero el libro es de difícil acceso: sólo se imprimieron 500 ejemplares. Aunque también fue representada en Gijón en 2003, es una lástima que esta gran pieza no haya recibido más y mejor atención en los territorios de habla hispana, sobre todo en tiempos tan emigrantes como los que ahora vivimos.
Firmado: Guillem González Noguer
También de Sławomir Mrożek en ULAD: El elefante, La mosca
2 comentarios:
Lo siento mucho, la verdad que no he tenido mucho tiempo ni de publicar ni de pensármelo, la verdad es que llevo un mes bastante complicado. Lo siento!
Kiss
Kate: este es un blog en el que colaboro... mensajes directos en el mío personal.... francescbon.blogspot.com
gracias !!
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