martes, 23 de junio de 2020

Slavoj Žižek: Pandemia


Idioma original: inglés
Título original: Pandemic!
Año de publicación: 2020
Traducción: Damià Alou
Valoración: interesante

Cierto dicho proclama que "Nada hay más viejo que el periódico de ayer". Sin ser tan precisos, muchas opiniones vinculadas al mundo actual inciden en la saturación informativa, en la inmediatez de los medios, en las redes sociales ya no como altavoces o megáfonos sino en elementos clave en la configuración de ese mundo global y viral (va sin segundas) que estamos creando para las generaciones venideras, mundo en el que los acontecimientos se suceden a un ritmo que obliga a las grandes mentes a pronunciarse constantemente.

Y mientras escribo esto me pregunto si Zizek no tendrá ya algo en mente sobre la cuestión de Minneapolis, la Desescalada, la Nueva Normalidad o el Primer Rebrote.

Por tanto, y con Occidente sacando pecho de forma precipitada sobre la superación de la fase más grave de la pandemia (actualización 23/6, 11:07, la OMS alerta de la rapidez de extensión de la pandemia en el continente americano) con ese mismo Occidente más pendiente de si las fases de la desescalada serán o han sido así o asá, con ese magma informativo en constante update y mutación, las opiniones de Zizek parecen ya formar parte de un período reciente pero pasado, parecen ser como el disco de Kanye West que quedaba siempre en borrador mientras las canciones no acababan de tener su versión definitiva. No quiero decir que leer esto en seis meses pierda valor, el valor sólido y fijado de la reflexión inmediata al hecho, pero es que, señores, esto de la humanidad está resultando muy complicado y el mejor sitio del mundo es mi casa hasta que no me dejan salir de ella.

Lo cual no significa que Pandemia, menudo título descriptivo, se ha matado el tío, no sea una lectura extremadamente interesante; si bien Zizek más que emitir conclusiones (cuestión que apoya el hecho de que este libro, más que apelar a bibliografía, apela a links de artículos en la red) comenta situaciones que está viviendo y les aporta una sutil perspectiva propia, fresca y audaz, quizás algo consciente de que su opinión es tenida en cuenta y dispone de la consecuente difusión y resonancia. Y no intenta dogmatizar sino mostrar sus reflexiones, poner el foco en las diversas reacciones de gobernantes, líderes, sociedades ante el espectacular suceso (no sé llamarlo de otra manera) que se ha llevado a la humanidad por delante cuando todos pensábamos que iban a ser los marcianos, un asteroide despistado o los pirados que tienen acceso al botón nuclear. Por supuesto, hay que tomarse la molestia, el pequeño receso, de leer este texto, que se publica todo lo deprisa que se puede: el café de la realidad se enfría rápidamente y nunca vamos a tener ocasión de ver tan pronto cómo fracasa y cae en el olvido todo lo que se profetiza por ahí: que si seremos más buenos, más cohesionados, con un planeta más limpio, con mayor consciencia de sociedad. Por suerte, Zizek presenta hechos y opiniones sin más sesgo que el poco menospreciable de  presentar esta y no esta otra; por suerte, se abstiene de entrar en cábalas, de dogmatizar con conclusiones solemnes, y se limita a consignar cuestiones objetivas. Pone orden en esos pensamientos y los presenta en un texto en cuya lectura es bueno y muy aconsejable invertir tiempo. Para hacerse una idea, más o menos orientarse y reflexionar, cosa que parece que ya se ha acordado unánimemente en subcontratar.

Para lo otro, para refutar y contradecir toda barbaridad que cualquiera ahora mismo se ve autorizado a expresar, ya tenemos Twitter, ¿verdad?

8 comentarios:

Narayani dijo...

Te ha quedado una buena reseña, pero no me has convencido para leer el libro, jeje. No dudo que sea una lectura interesante (aunque empiece a estar "desfasada"), pero no me gusta leer sobre el tema que ocupa. No he visto telediarios ni leído demasiada prensa en todo este tiempo para no saturarme con tanta información (confusa siempre, por otro lado). En relación a Twitter... toda la razón. Cada vez me gusta menos esta red social por eso mismo.

Besos!

Diego dijo...

No ha perdido el tiempo el eslavo. La reina ya se lo habrá leído. Jeje

A mí me da desconfianza un trabajo sacado como churro. El pan caliente mola, los trabajos de no ficción que pretendan ser serios requieren más reposo.

Carlos Andia dijo...

Desde luego Zizek tiene todo el derecho a opinar sobre lo que quiera, y además lo suele hacer con agudeza y tal. Pero cuando vi el ejemplar en una librería me pregunté si la palabra 'oportunismo' habrá tenido mejor empleo que en este caso.

Diego dijo...

Perdón, aunque llamar a Zizek eslavo no sea un error, sí lo fue cuando lo escribí ya que quería recordar esloveno.

Completamente de acuerdo con Carlos, oportunismo del autor u oportunismo de quien les pide a este y al coreano que publiquen todo lo que se les ocurre mientras cagan.
Pero aclarar que una cosa no quita la otra; también le creo a Francesc cuando dice "interesante". Nunca tuve Twitter pero no dudo de que sea infinitamente más provechoso leer este ensayo que retwittear.

Zizek domina varias ciencias y si él considera que con la inmediatez gana más de lo que pierde, pues, supongo que antepone número de lectores o pasta a solidez de sus tesis. Aunque también pierda lectores por esto mismo no dudo de que las cuentas salen mejor sacando libros como churros.

Unknown dijo...

El esloveno es profesor en alguna univerdidad usa? Pregunto.. Gracias Francesc. Mayor Thompson

Lupita dijo...

Hola:
Pues sí suena a oportunismo, o a encargo de editorial. Un profesor en la universidad nos dijo esta frase: "La vida estropea la expresión de la vida. Si yo tuviera un gran amor, no podría contarlo" (o similar) En mi recuerdo se la atribuía a Pessoa, pero nunca la he encontrado; el tema es que cuando se vive algo muy intenso es difícil, mucho, escribir sobre ello, se necesita distancia para ordenar los sentimientos, los sucesos, y poder reflexionar sobre los mismos.
Algunos escritores hablaban de su imposibilidad para escribir esos días, porque las noticias absorbían toda la atención, y lo mismo con la lectura; yo, al menos, no me podía concentrar.

Y dicho todo esto, no deja de parecerme interesante.
Francesc, siempre nos traes lo último, y es de agradecer.

Francesc Bon dijo...

Buenos días:

Pues Lupita, creo que quien trae más lo último no suelo ser yo, cuyo plan de lecturas es desordenado a más no poder y suele dar la espalda a tanta novedad vendida como lo último y lo definitivo. Pero si tienes esa percepción, no voy a tomarla como algo ofensivo.
El concepto de oportunismo sobre este libro es inherente incluso al mundo de hoy y a cómo son percibidos los pensadores de cierto calado. Pueden manifestarse de muchas maneras artículos, conferencias, entrevistas... Zizek ha escrito un libro y el mundo editorial se ha apresurado a imprimirlo y distribuirlo. ¿Es una conclusión precipitada, es demasiado pronto para especular? si leéis el libro, y yo recomiendo que lo hagáis, quizás un día, plop, aparezca un "muy" al lado del "interesante" de mi valoración, veréis que Zizek no eleva sus reflexiones a nada concluyente, consciente de la "precariedad" en que andamos sumidos. La prensa de hoy habla de repuntes para finales de julio por la falta de prudencia de los jóvenes (virtuales) que, muy coherentes con diversos conceptos asociados a su condición, se creen inmunes, invencibles e inmortales. Así que hay que leerlo, hay que otear el plano de normalidad que nos sea visible a cada uno, hay que considerar la perspectiva... entiendo que a mucho lector, sin considerar su grado de afectación personal por la situación, le resulte reiterativo hablar o leer de ello. Mi concentración se ha visto afectada, claro, pero quizás ahora es el momento en que digerir todo lo que ha pasado pueda contribuir a evitar que se repita... no es que lo contrario sea dar la espalda o actuar como el avestruz, entendedme, pero leer a Zizek aquí no es ni dogmático ni aleccionador ni lo pretende. Ayuda a la reflexión, ni que sea por la información que aporta. Sea filósofo de cabecera de determinados perfiles (leo que ahora dirige un organismo en Londres, pero sí ha dado clases en muchísimos sitios), lo veo lejos de un charlatán que habla desde el púlpito, papel que ahora se está otorgando mucha gente que no le llega a la suela de los zapatos.

Gracias por los comentarios.

Diego dijo...

Gracias a tí por la respuesta, Francesc.
Quizá el oportunismo que puedan tener Javier Marías o Pérez Reverte al sacar una novela que se llame "la cuarentena del urogallo" sea mucho más criticable que el que nos ocupa hoy. Al final, hablamos de un notable filósofo-psicólogo-sociólogo opinando sobre algo trascendental.
Sí, claro que sí, bienvenidas sean las reflexiones de Zizek y las prisas de la editorial si esto ayuda a que la gente reflexione.

Si ganamos eso, estupendo. El problema que yo veo en la otra parte del vaso es que el filósofo pierde credibilidad si resulta que a mediados de abril gritaba que se acabaría el capitalismo a causa del covid. Hoy, mañana, el resultado de este libro puede ser tan efímero que todo se resuma a: "un comunista pidiendo comunismo en abril del 2020".
- "Otro pijoprogre" - sentenciará Marhuenda y
-"otro folletín soñador de la continuación eslovena de Lacán"- , harán lo propio los académicos.
Al final de las reflexiones, el libro de siempre: La eterna desilusión de la izquierda (capítulo 2020).
Mis comentarios anteriores nacen de que me entusiasmaria mucho la idea de un libro de Zizek sobre el tema pero escrito el año que viene. Con ideas sostenidas sobre resultados obtenidos por distintos gobiernos y no sobre películas de Netflix.
En fin. Tampoco se me puede hacer caso a mí que soy un peón que pincha en el móvil desde su lugar de trabajo. A lo mejor la inmediatez de Zizek es necesaria, incluso parte (de alguna manera) de que Europa tome algunas medidas distintas.

Pero lo que motiva mi comentario actual es felicitarte, qué carajo! porque si llego a leer el libro es por tu reseña, no por las tres o cuatro notas que leí de la prensa ayer, ni como dije antes, por las prisas de la editorial para vender actualidad antes de que nuestros jóvenes progres vuelvan a pensar en la Champion. Cuando lo lea podré opinar, más, pero de entrada el temor, el temor de que los libros de Zizek se parezcan a las camisetas del Che.
Supongo que me entiendes.
Gracias por la reseña.