martes, 3 de diciembre de 2019

Álvaro García Hernández: Enero y tú desnuda

Idioma original: español
Año de publicación: 2019
Valoración: se deja leer

Uno asume que cierto efecto mimético trasladado al ámbito editorial, y las perniciosas influencias de ciertos triunfadores recientes sean circunstancias que espolean la aparición de ciertas obras e incluso conatos de corriente literaria. La cosa está como está: juntas cuatro autores de edades parecidas y con cuatro obras intercambiables y ya tenemos una generación. No me provoquéis, pero claro, es enterarse uno de que cualquiera vende miles y es incluido en listas a raíz de a saber qué crítico amiguete o qué promotor que ha traspapelado la carpeta de alguien que lo mereciera más, y se sienta ante la pantalla y dice que al mundo también puede interesarle lo mío y para ahí vamos.
Esta sensación mía particular también se pronuncia tras leer a Herralde y corroborar su sabiduría y ver cómo es de necesario un editor o un equipo editorial que actúe de filtro e impida que uno se encuentre según qué cosas en los estantes o en las mesas.

El planteamiento de García Hernández en Enero y tú desnuda tiene algún atisbo de originalidad, que hoy en día ya es bastante, aunque a mí me parezca insuficiente para sostener casi doscientas páginas. Es un poco el problema de las primeras novelas "en serio". La necesidad de tocar un poco todas las teclas para tantear al público y ver por dónde se le puede enganchar. Todo completamente lícito, oigan, si Netflix usa no sé cuántos perfiles de lector y usa algoritmos para saber  (da igual actores, guionistas, directores...) qué serie va a enganchar a qué oyentes, pues un escritor más o menos novel, después de ver con qué se conforman muchos lectores, pues puede jugar a usar todos los recursos: novela psicológica, novela de desequilibrado relatando andanzas, novela de nuevas generaciones con segundos matrimonios e hijos compartidos, novela de crisis global con montones de despedidos que han de bajarse de golpe del caballo del exceso, novela del señor que echa de menos la España desierta (perdón: el estado español desierto). En fin; una olla donde cabe todo eso puede ser legible e incluso interesante a veces. Pero le faltan elementos, le falta centrarse en una línea y apostar por ella, esa línea conduciría a algún lugar, casi seguro. 

Porque la historia en sí mezcla demasiados elementos tanto clásicos (Kafka, Sabato, quizás Bernhard, desde luego no Navokob) como relativamente recientes (Lorenzo, arghh, Vilas) y de ello resulta una excesiva mezcolanza, un pastiche que la estructura del libro no ayuda a dilucidar. Un tipo que reside en un edificio lleno de okupas, que se fija en una joven de las que okupan, que tiene, el tipo, que se llama Enero, por cierto, un pasado que incluye reclusión en psiquiátrico y prolongado seguimiento posterior, una vida acomodada, trabajo bien retribuido, que ejecuta una especie de dinámica semanal basada en tocar lo que no suena al universo, pero al que la amistad platónica, con amago de algo más, con la joven sume en una especie de catarsis que le aproximará a algo parecido a una redención, una fase previa de supuesta reinserción en una sociedad de la que se alejó casi casi, eso parece, en un acto altruista, aunque los saltos de la narración impiden percibir con claridad, ese es el toque kafkiano, si Enero es un inocente que se ha sacrificado o un culpable que nos engaña desde su narración enajenada y levemente lisérgica.

Total, y resumiendo, una de esas novelas que, de empecinarse algún promotor o encontrarle algún reseñista algún matiz escondido - no voy a ser yo, me parece que va quedando claro - podría llegar a colarse en algunas recomendaciones semanales, para quedar, me temo, rápidamente enterrada entre las pilas de libros que ofrecen casi lo mismo.

7 comentarios:

Unai dijo...

Tras ésta reseña me ha quedado claro qué libro no voy a comprar próximamente, pero me ha quedado una duda que me corroe: ¿El aaargh es por Lorenzo o por Vilas?

Francesc Bon dijo...

Vilas, por supuesto. Lorenzo merece respeto, hasta ahora.

Anónimo dijo...

Francesc, tío, se te ve crispado.
Quizás los libros tan actuales no te convengan.
Una admiradora. Muac

buhoevanescente dijo...

Hola!que honesto!!! Gracias.seguiremos vuelo!.

Unknown dijo...

He leído algo sobre el libro de m vilas mayor Thomson

Unknown dijo...

No pienso comprarlo. Al igual que el ganador... Aconsejo el último de Alejandro cuevas. Editado en una pequeña editorial palentina. Hormias

Preste Juan dijo...

NaBokov con "b"