jueves, 10 de enero de 2019

Ernesto Sábato: Abaddón el exterminador

Idioma original: Español
Año de publicación: 1974
Valoración: Imprescindible

"Abaddón el exterminador" es la tercera y última obra narrativa publicada por Ernesto Sábato y vendría a constituir, según los expertos, una especie de trilogía junto a las anteriores (y magníficas) "El túnel" y "Sobre héroes y tumbas". Personalmente, no estoy del todo de acuerdo en que las tres obras constituyan una trilogía ya que, pese a que tienen en común una temática y unas inquietudes y obsesiones muy determinadas, no comparten personajes y pueden ser leídas de forma independiente, en especial "El túnel" y "Sobre héroes y tumbas". De hecho, diría que la lectura previa de "El túnel" no es, ni mucho menos, indispensable para la comprensión de "Abaddón", aunque la de "Héroes y tumbas" sí que se hace más que conveniente.

Por otra parte, "El túnel" y "Héroes y tumbas" sí que son novelas más o menos al uso. Por contra, "Abaddón" es, al mismo tiempo, novela, ensayo sobre arte, texto político, tratado filosófico y una suerte de guía de lectura de toda la obra de Sábato. Es una es una obra de ficción que habla de sí misma, un libro fragmentario, confuso y oscuro, mucho menos "directo" y más experimental que sus antecesores. Vamos, que no encontraréis aquí una historia de "amor" como la de Juan Pablo Castel y María Iribarne o la de Alejandra y Martín, pero sí que volverán a aparecer muchas de las "filias y fobias" presentes en las anteriores novelas de Sábato y esa perpetua búsqueda del ABSOLUTO.

Para empezar, el propio Sábato se convierte en uno de los protagonistas principales del libro, rompiendo con la "lógica" de la novela tradicional. "Abaddón" pasa a ser, entonces, una obra de autoficción en la que "la función del arte" y "la posición del escritor ante su obra" adquieren un carácter fundamental. Tanto es así que las recurrentes obsesiones del autor, sus sucesivos desgarramientos y la permanente búsqueda de eternidad a través del arte y la escritura, además de ofrecernos claves acerca de la obra anterior de Sábato, constituyen el núcleo de "Abaddón" (al menos para mi).

Fruto de esos desgarramientos y de sus continuas búsquedas en la ciencia y el arte nace otra de las vertientes del libro: la que en párrafos anteriores llamé "tratado filosófico". En el, Sábato navega entre el marxismo y el existencialismo, luchando con sus dudas y contradicciones y con los puntos de fricción entre ambas corrientes, vinculados sobre todo con la dualidad del ser humano (racionalismo contra inconsciente, vigilia contra sueño, ciencia contra espiritualidad, realidad contra mito, razón contra potencias invisibles e invencibles, etc). 

A medio camino entre ambas vertientes del texto podríamos situar la parte política de "Abaddón", reflejo de un mundo en crisis en una época terrible y confusa. Esta parte se centra en las luchas de liberación que tuvieron lugar en América Latina en los años 60 y 70 y en la posibilidad (o no) de la creación de un hombre nuevo. Pero no es tanto un ensayo político como una muestra más de algo a lo que aferrarse (un amor, el arte, la religión, la revolución...) dentro de las constantes búsquedas humanas.

Por último, y sobrevolando todo lo anterior, está la trama propiamente novelesca, esa en la que  diversos personajes tratan de huir de un destino que inexorablemente acaba encontrándolos o de un pasado que solo alcanza su pleno sentido en el instante de la muerte. La búsqueda del absoluto y el desgarramiento interior de los personajes vuelven a ser, al igual que en "El túnel" y en "Héroes y tumbas", temas centrales del libro, aunque en esta ocasión no da lugar a historias y personajes tan apabullantes y brutales.

Pese a esta última apreciación, "Abaddón" constituye un texto imprescindible, sobre todo por dos motivos. El primero es su "modernidad". Se trata de un texto que trata de salir de los límites de la novela en busca, quizá, de la misma totalidad o absoluto que buscan sus personajes. Y esto, pese a su fragmentariedad, lo consigue plenamente. El segundo motivo es que, pese a situarse en un contexto político y geográfico muy concreto, "Abaddón" trasciende ese contexto y se sitúa en el ámbito de lo universal. Las dudas, miedos, terrores y  obsesiones más profundas e inconscientes son, básicamente, las mismas y Sábato nos las hace sentir en toda su crudeza.

En fin, que he vuelto a leer, casi 10 años después, "El túnel", "Sobre héroes y tumbas" y "Abaddón el exterminador" y no me arrepiento. Sé que dentro de unos años volveré a leerlos. Seguro.

También de Ernesto Sábato en ULAD: Sobre héroes y tumbasEl túnel

10 comentarios:

Gabriel Diz dijo...

Hola Koldo, leí el libro hace años (muchos) y no recuerdo demasiado de la trama pero sí recuerdo que me gustó. He visto que Sábato tiene en el blog tres calificaciones de imprescindible lo cual me parece algo excesivo pero en definitiva para gustos hay colores. Sí noto que se ha leído y reseñado en el blog una parte de la literatura argentina, la más ligada a la aristocracia, quedando afuera escritores como Leopoldo Marechal o Macedonio Fernández provenientes de una tradición más popular. No es una crítica sino una observación.

Saludos

Koldo CF dijo...

Hola, Gabriel! Para gustos, colores (por supuesto). Lo que se agradece es la opinión constructiva, como la tuya. En cuanto a los autores populares, el problema es que en España son más difíciles de encontrar. Pero se intentará!!!

Un abrazo

Carlos Andia dijo...

Yo creía que era el único que escribía 'Sábato' con tilde, pero veo con alivio que es algo generalizado.

Por cierto, Koldo, hace bien poco que hablamos de este libro ¿es que tienes un robot lector-reseñador todavía más avanzado que el que nos mostraba Juan? Pero tío ¿en cuánto tiempo te lo has leído? Es que me entran complejos, de verdad.

Y bueno, con o sin robot, enhorabuena por la excelente reseña. Os daré mi opinión cuando lo lea, que me han entrado más ganas.

Saludos.

Koldo CF dijo...

Vacaciones, amigo! La palabra mágica!

Ya nos contarás

Diego dijo...

"Existe cierto tipo de ficciones mediante las cuales el autor intenta liberarse de una obsesión que no resulta clara para él mismo. Para bien y para mal, son las únicas que puedo escribir..."

Así abre Sobre héroes y tumbas y, creo, es difícil sintetizar la obra de este autor de mejor manera.
Así me conquistó.

Pienso que la mezcla de sus conocimientos sobre física y filosofía son la razón de sus perturbaciones, y al leerlo siempre he tomado esto como un regalo. Sabato me parece brillante. Creo que buscó algo que todos buscamos en mayor o menor medida.

Un abrazo.

Koldo CF dijo...

Hola, Diego:

Totalmente de acuerdo contigo: las obsesiones y la búsqueda son la clave

Un abrazo

El Puma dijo...

Vaya, vaya. Leí Sobre heroes y tumbas, leí El túnel, no leí Abbadon. Así que poco puedo opinar de este título, aunque mucho de este coloso de la literatura argentina, con quien solo comparto Universidad (Nacional de La Plata), colores de chaqueta de fútbol (rojo y blanco, el de Estudiantes y el Aleti de Bilbao) y la ilusión de construir una Argentina mejor.

Un grande, Don Ernesto. No solo por sus obras, sino también por su compromiso con los derechos del Hombre, la libertad, la igualdad de oportunidades. Curiosamente, al igual que su no bien amado Borges, murió prácticamente ciego, lo que le impidió desarrollar su arte favorito, la pintura. Pasé durante años frente a su casa en Santos Lugares, hoy transformada en museo. Justo homenaje de ULAD, Koldo!

A las recomendaciones de Gabriel, me atrevo a sumar el nombre de Roberto Arlt, otro grande de la literatura argentina. O Andrés Rivera, recientemente fallecido.

Koldo CF dijo...

Pues lo que son las cosas, amigo! Salgo ahora de la biblioteca, donde he encontrado (en primer plano!) un librito de Andrés Rivera: "El amigo de Baudelaire". Que haya reseña o no, no lo sé.

En cuanto a Sabato, un grande como bien dices.

Abrazo!!

El Puma dijo...

Eso sì es casualidad!!

Para no aburrir a los lectores, simplemente te recomiendo que leas la biografía de Rivera. Interesantísima!

Leí hace muchos años El amigo de Baudelaire, y me gustó mucho. Aunque se considera que sus principales obras son La revolución es un sueño eterno y El farmer.

Abrazo para ti!!

asdas dijo...

q es excesivo ?? le gusto y puntiniano pose.
terrible libro fragmentado, venia de leer la escoba del sistema y la broma infinita, nada mejor q sabato, laberinto puro y hermoso.