viernes, 17 de agosto de 2018

Colaboración. Daphne du Maurier: Mi prima Rachel

Idioma original: inglés
Título original: My Cousin Rachel
Traducción: Concha Cardeñoso
Año de publicación: 2017
Valoración: Muy recomendable

Un joven misógino y misántropo, perteneciente a la aristocracia rural de un Cornualles con airesvictorianos, recibe en su mansión a la viuda de su tío, bajo la sospecha de que la dama, prima lejana de la familia aunque de madre italiana —esa peligrosa sangre latina…— está detrás de la extraña muerte del tío en Florencia. Sin embargo, las sospechas se disipan a medida que el joven, trasunto físico y emocional del tío, se enamora fatalmente de la viuda Rachel. Con estos mimbres, no es de extrañar que los argumentos de Daphne du Maurier (Londres, 1907 – Fowey  [Cornwall], 1989), fascinaran a Alfred Hitchcock, quien llevó al cine sus novelas Rebecay La posada de Jamaica, y basó su celebérrimo film Los pájaros en un relato de la autora.

Mi prima Rachel (publicada en 1951) también ha sido llevada al cine recientemente por Roger Michell (2017), con la actriz Rachel Weisz en el papel de su homónima en la ficción. Ataviada de negro por el luto, en perturbadora combinación con sus oscuros ojos, la señora Ashley es descrita por el narrador, el joven heredero Philip Ashley. Mediante este recurso de perspectiva, Maurier nos escamotea el mundo interior de una dama que se perfila plagado de claroscuros y matices. Rachel simboliza ese “eterno femenino” inescrutable y peligroso —la femme fatale que tan bien documentó Erika Bornay—, elaborado durante siglos por hombres temerosos ante el poder de la mujer. Así pues, esta es la historia de un tío y un sobrino vencidos por su incapacidad para aceptar la personalidad libre y mudable de la prima Rachel. No en balde, la lucha de los sexos y sus dificultades de comunicación reposan en elfondo de esta sugerente historia.

La exposición de los hechos en primera persona se plantea como una analepsis, un flashback a modo de confesión para descargar la conciencia de Philip, torturado desde las primeras líneas por la imposibilidad de saber si su prima era o no era culpable…En los primeros compases, el narrador relata un episodio que vivió siendo un niño huérfano acogido por su rico y solitario tío Ambrose: la visión del cadáver de un campesino ahorcado por matar a su esposa en un arrebato de ira y celos. Esta siniestra estampa da pie a una trama perfectamente urdida para mantener en vilo al lector, quien tan pronto confía en eljoven y se convence de la pérfida maldad de la viuda italiana —cuyo enigmático perfil se compara con el de una moneda de la antigüedad romana, en paralelismo con su interés por la herencia del difunto—, como se pone del lado de la pobre dama, agobiada por un muchacho ególatra, mimado e intolerante. 

La autora traza con elegancia y fineza la psicología de los personajes, una de las grandes bazas de la obra. Esto se percibe en el retrato del protagonista —desdoblado entre Ambrose y Philip, pues son la misma clase de hombre—: frío y desdeñoso frentea las pasiones humanasal comienzo y, más tarde, presa de unos celos enfermizos hasta el paroxismo mental y físico. En contraste se halla Rachel: una mujer madura dotada de grandes habilidades sociales y refinada inteligencia. La pluma de Daphne du Maurier, además, destaca por su facilidad para crear ambientes cargados de detallismo simbólico —ese caballo sudado y exhausto que maneja Philip; esos árboles exóticos que Rachel planta en las inmediaciones de la finca y cuyo fruto mata a los animales que lo devoran—.

La novela no puede soltarse —lo que, según para quien, es un mérito o un demérito (me encuentro entre los que opinan lo primero)—, aunque apetecería que avanzara más rápido en sus páginas centrales, cuando el tira y afloja se estanca. El corazón del relato, con la descripción del día a día en la mansión de Cornualles, busca un efecto ralentizador para llegar, increscendo, hasta el desenlace. Esto empuja a leer con prisa determinados fragmentos que resultan más lentos o reiterativos. En cualquier caso, el manejo de la intriga no exenta de tintes góticos —con guiños al Poe de la perversión y las casas unidas a sus inquilinos—, la misteriosa figura femenina que es Rachel para su primo —aunque un lector atento observe que es solo una mujer atractiva con mala suerte— y ese final abierto —¿quién es culpable aquí?, ¿quién, inocente?— convierten esta novela en una lectura ideal de verano.

También de Daphne du Maurier en ULAD: Bésame otra vez, forastero, Monte Verità




Firmado: Purificació Mascarell

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy recomendable. A mí me enganchó.

Anónimo dijo...

A la altura de Rebecca. Sobresaliente como casi todo de esta maravillosa escritora.