martes, 18 de enero de 2011

Real Academia: Ortografía de la lengua española

Idioma original: español
Año de publicación: 2010
Valoración: Imprescindible

Quede claro que esto no es una reseña, sino más bien un comentario alegre. En primer lugar, porque evidentemente no me he leído el azulado tocho de casi 750 páginas; y en segundo, porque a estas alturas de la cena prácticamente todo el mundo ya conoce las novedades que aporta en el uso diario de la lengua este curioso artefacto.

Por si algún lector ha estado viviendo en Marte últimamente y no se ha enterado de la misa, podríamos resumir rápidamente algunos puntos fundamentales, así, a botepronto: la "ch" y la "ll" dejan de ser letras; todos los monosílabos con diptongo ortográfico pierden la tilde (guion, truhan, etc.); la combinación "hue" a comienzo de palabra pasa a ser "güe" (güeso, güevo); los pronombres demostrativos y el adverbio "solo" pasan a escribirse "recomendablemente" sin tilde; los cargos institucionales (presidente, rey, papa) van en minúsculas; la "o" entre números, sin tilde y con diéresis ("10 ö 12"); se recomienda eliminar la letra "q" cuando equivale al fonema "k" (cuorum, Catar); y más cosas...

Quien desee meterse más profundamente en harina, además de comprar el libro, puede consultar en los cientos de páginas web que haban del tema; basta con teclear en google "nueva ortografía". Pero recomiendo comprar el libro, especialmente para aquellas personas que tienen un trabajo vinculado, como es mi caso, al uso y disfrute de la palabra escrita. A fin de cuentas, para la elaboración del hermoso tocho se han juntado las 22 Academias de la Lengua Española durante ocho años de intenso trabajo, y eso tiene su mérito. Solo con mirar las varias páginas de créditos ya me agobio. El índice, con la friolera de 24, es directamente criminal. Se lo lees a un niño y pierde la consciencia en unos minutos. Mano de santo para cuando se te acaba el valium. Probadlo.

Lo realmente genial de este libro es, y hablo por experiencia, ponerlo sobre una mesa a la hora de los patxaranes y abrirlo directamente por alguno de los "puntos calientes". A nada que haya un par de personas animadas ya se ha montado el follón: protestas, desacuerdos, injusticias... Mi cuñado todavía grita "¡para mí es bisílabaaaaa!" cuando ve el volumen en una librería. Lo de quitarle la tilde a "guion", por ejemplo, tiene su miga, porque uno, que es de letras, se ha pasado la vida estudiando, escribiendo meticulosamente cada letra en correcto español, incluso enseñando a extranjeros cómo deben escribirse determinadas palabras, y ahora resulta que muchos de esos conocimientos deben reciclarse: no solo estás corrupto tú, sino que has propagado la enfermedad. Y es que, si bien la campaña promocional que se emitió en España tuvo bastante gracia, con ese niño rechoncho al que le pegaban librazos mientras Víctor García de la Concha rapeaba, de fondo, las normas de acentuación, tampoco es sencillo de entender: mi cuñado, que se llama Raúl, inmediatamente pensó que, al eliminar la tilde de "guion", la siguiente en caer sería la de su nombre. Y no. Pero explícale que "guion" es monosílaba con dos patxaranes a un grupo de gente de ciencias, y ya verás cómo te miran cuando empieces a hablar de átonas, tónicas y gincases. El libro sale volando. Tú, salvo que invites, vas detrás.

Lo dicho: es una compañía estupenda para animar cualquier reunión social. El texto es tan estrictamente correcto que la mitad de la gente será incapaz de entenderlo, pero los ejemplos son tan específicos que todo dios se mosqueará. Basta con recordar la que se montó cuando quisieron cambiar la "i griega" por "ye": manifestaciones multitudinarias, universidades ardiendo, dos exministros de cultura echados al pilón... La revolución. El Gobierno, a mi juicio, no estuvo acertado con esa iniciativa de
grandes contenedores rojos en los que ponía "Recicle un filólogo", pero algunos intelectuales se han mostrado de acuerdo. ¿Era necesario ofrecer un descuento en librerías por cada filólogo echado dentro? Algunos pensábamos, como finalmente sucedió, que mucha gente de ciencias con problemas económicos no tardaría en echar sociólogos, en lugar de filólogos, y que eso supondría el fin. Pero ese no es el tema ahora. Vosotros compradlo, marcad tres o cuatro capítulos y sacadlo de repente en la comida de los domingos con la familia. Discusión asegurada. Grabadlo con el móvil, que lo colgamos en el blog.

12 comentarios:

Santi dijo...

¿Me estás diciendo en serio que a partir de ahora tenemos que escribir "güevo frito"? ¿Me lo estás diciendo en serio? No me lo puedes estar diciendo en serio. Hasta que no vea esa norma con mis propios ojos, no me la creo.

Te reto. Te reto dos veces: saca una fotografía de esa página, cuélgala en algún lado y pon el enlace aquí. Tienes 24 horas, o Alejandro Sanz matará un gatito.

izas dijo...

¿güevo?
¿3 ö 4?

¿en serio?
dime que es una broma, porque me están empezando a entrar temblores...

Santi dijo...

Sí, lo de "2 ö 3" también se las trae. Para eso, podían haber dejado el acento. Iván, no tuviste bastante con lo de la Biblia 2 y te quieres quedar con nosotros, es eso, ¿no?

Jaime dijo...

Es un claro influjo del sueco, por obra y gracia de IKEA. En vez de "3 ö 4" también está admitido poner encima de la o esos circulitos que quedan tan monos, o incluso tacharla sin más ni más. Además de eso, se contempla admitir Klippan como sinónimo de "sofá" y ajustar la norma al uso en cuanto al plural: "sofales" y "sofanes".

Pedro dijo...

Es totalmente cierto. Lo de la "i griega" y las tildes fue una cortina de humo.

Martita dijo...

Pues vaya güevos que tienen estos,no?

Santi dijo...

Pero me surge una duda: ¿la RAE dice ahora que se puede escribir "güevo", "guion" o "3 ö 4", o que se debe escribir así?

Pedro dijo...

Lo que dice es lo mismo que en el tema de las tildes: que como es algo nuevo puede hacerse, todavía, de las dos maneras, pero que de cara al futuro -posiblemente en la actualización de la Ortografía- será considerado falta grave, o flato grave.

Ensada dijo...

Me importan dos ô tres juevos lo que digan esos espagnolistas de la RAE.

Anónimo dijo...

Pueden decir lo que quieran, pero la historia se escribe sola y ya tendrán que meterse sus reglas en sus libros

Doña Umé dijo...

Con lo contenta que estaba yo, presumiendo de pronunciar la "ll" como Dios manda (como buena castellana) cosa que hace muy poca gente ,y ahora me van a hacer esta faenaaaaa!!!!??????.....

¿y tendré que decir "güevos güeros?".
Si hasta me cuesta escribirlo.

Qué poco tienen que hacer estos sesudos señores. Y para esto, tantos dictados y tanta ortografía.

Tengo un reboteeee.....

Andrea dijo...

Me estoy desayunando con lo de tener que escribir "güevo".

PS: prefiero que el gatito mate a Alejandro Sanz.