miércoles, 3 de marzo de 2010

Juan Manuel de Prada: Las máscaras del héroe

Idioma original: castellano
Fecha de publicación: 1996
Valoración: intragable

Os sitúo un poco. Juan Manuel de Prada es ese señor que escribe una página de opinión mojigata y pudibunda en El Semanal. De cara más bien redonda y blanquecina, con gafas enormes y peinado con raya, yo siempre me lo he imaginado como un niño pedante y obediente, algo crecidito. Hace no muchos años (no sabría decir cuándo exactamente), le entró la manía neo-católica y desde entonces escribe como si fuera camarlengo de Su Santidad.

Pues bien, varios días después de acabar esta novela todavía no me creo que su autor sea la misma persona. En este libro no hay nada que recuerde, ni de lejos, a la prosa afectada y moralista con que castiga de Prada a los lectores de El Semanal. Todo lo contrario: Las máscaras del héroe es un texto bronco y difícil, repleto de escenas y anécdotas que repugnan hasta la arcada. Se reconoce la elaboración (algo alambicada) de las frases, el cuidado en la elección de cada palabra, pero ahí acaba todo el parecido. La misma retórica que en los artículos se viste de domingo y se va a merendar con el obispo en vajilla de plata, se pasea en esta novela por todos los burdeles de Madrid, embarrándose de esputos y semen.

Desde luego, hay que reconocer que Juan Manuel de Prada se adapta a su tema hasta las últimas consecuencias. Habla de la bohemia madrileña, desde principios de siglo hasta la Guerra civil, así que no cabe quejarse porque sus personajes se muevan constantemente entre la miseria y la ruindad: ése es, en gran parte, el espectro de nuestra historia. Pero no sólo. El lector es confrontado en cada página con tales dosis de suciedad, cobardía y violencia, que no puede dejar de sentir cierta artificialidad. Empeñado en su hiperrealismo de orinal y gargajos, de Prada acaba ofreciendo una caricatura torpe del ambiente que retrata.

Todos los personajes del Madrid de entonces desfilan por el libro. Valle-Inclán, Gómez de la Serna, Cansinos Assens (y su discípulo Borges), Lorca, Buñuel, Dalí, Azaña, Primo de Rivera... En medio de todos ellos, atravesando la novela como un fantasma, Pedro Luis Gálvez, poeta malagueño que aparece en Luces de bohemia y era entonces muy conocido en tertulias y cafés. (El espectador de Luces, por cierto, reconocerá también la escena del velatorio de Max, protagonizada aquí por quien supuestamente la inspiró: Alejandro Sawa.) El protagonista casi invisible es Fernando Navales, que está siempre en el lugar apropiado para que de Prada pueda contar una anécdota famosa o presentar un personaje conocido. Aparte de parecer una mera excusa del autor, su maldad luciferina lo hace aún más increíble: hay pocos vicios que no cultive en un momento u otro de la novela.

En definitiva: me ha costado horrores terminar este tocho de 600 páginas, pese al interés por el tema. La culpa la tienen a partes iguales la retórica cargante y el afán por hacer vomitar al lector. No he leído ninguna novela posterior de Juan Manuel de Prada, pero espero que haya dejado de jugar a ser malo y escribir guarrerías, porque no es lo suyo.

52 comentarios:

Paula dijo...

¡Gracias! Tenía ya mono de bodrio desde hacía algún tiempo... Qué gracia me ha hecho lo de "hiperrealismo de orinal y gargajos", y qué asco me ha dado también.

¿Por qué has decidido catalogar esto como "intragable" en vez de "repugnante", por cierto?

Jaime dijo...

Ya, pues tienes razón. Desde luego es el libro más repugnante que he leído en mucho tiempo, pero claro, por lo que cuenta, no por cómo lo cuenta. La verdad es que me he controlado con el "repugnante" porque me parecía demasiado. Incluso podría decirse que la novela está bien escrita, lo que ocurre es que el tío se pasa regodeándose en asquerosidades, hasta el punto de que parece su único propósito y de que convierte la lectura en algo farragoso y lento.

La mayor crítica a un nivel literario (o sea, más allá de que lo que cuente da un asco que te mueres) para mí sería más esa: que no consigue hacer ágil la narración, que al lector le acaba dando pereza leer. Así que: intragable.

izas dijo...

Yo empecé a leer hace años un libro de este hombre y lo tuve que dejar porque llevaba tropecientas páginas hablando de la celulitis de su casera sin que pasara nada interesante (y sin destacar por lo bien escrito) y ya se hacía pesado.

Así que me abstuve de seguir. Y qué descanso, oye.

Montuenga dijo...

Me imaginaba algo así de lo que escribe este buen hombre, pero por si me quedaba alguna duda...

Lauri dijo...

Una crítica acertadísima.
Sólo que lo que yo espero es que a este buen hombre dejen de pagarle por escribir, por favor, y le den un puesto de carnicero o limpiabotas, que eso seguro que puede aprender a hacerlo.

Saluditos y enhorabuena!

Ian Grecco dijo...

Lo de este hombre es sorprendente, porque casi todo el mundo que conozco opina igual que vosotros, pero luego te enteras de que ha ganado como no sé cuántos concursos de relatos (antes de ser famoso, se entiende) y que personas con cierta autoridad en la materia hablan maravillas de él.

Y recordaré que el señor Umbral le veía como a su sucesor, aunque este malogrado hombre (recordado sobre todo por el legendario "¡yo-he-venido-a-hablar-de-mi-libro!"), cada vez que intentaba ser novelista, era abofeteado por crítica y masa lectora sin piedad...

Santi dijo...

Yo reconozco que no puedo ser objetivo con este hombre, después de leer las tonterías que dice en su faceta de "neo-místico converso". En uno de sus artículos venía a decir que se aprende mejor matemáticas y geografía si hay un crucifijo en el aula, porque entonces "todo tiene sentido". Claaaaaro, claaaaaaro.

De hecho, es tan exagerado en sus pontificaciones y sus ataques a agnósticos y ateos, que me pregunto si no estaremos ante un caso de la "ley de Poe", que dice que "Si no hay un guiño o alguna otra demostración obvia de intención humorística, es imposible crear una parodia de fundamentalismo que alguien no pueda tomar equivocadamente por fundamentalismo de verdad".

Jaime dijo...

¿Os dais cuenta de que después de mi comentario todos os dirigís a Juan Manuel de Prada llamándole "este hombre" o, como mucho, añadiendo en medio un displicente "buen"? Yo pensaba que igual había algo de polémica, porque realmente no me parece que escriba fatal, pero ya veo que he tocado un punto de acuerdo unánime... Pues nada, lo próximo es organizar una campaña de cartas al director del Semanal.

Anónimo dijo...

Curioso, no sabía que la calidad literaria de un texto se medía por lo repugnante o agradable del tema a tratar. Yo leí este libro hace ya muchos años y la verdad es que me pareció un buen libro, independientemente de que me gustara su temática o no, porque me pareció que estaba muy bien escrito.
Igual no se nada de estas cosas o ,quizás, los comentarios son de personas que no se han leido el libro a las que les molesta que hable de religión.

Santi dijo...

En mi caso concreto, ya te reconozco que no he leído ninguna de sus novelas: solo he leído sus columnas, y lo que me molesta no es que hable de religión, sino el tono mesiánico / místico / pedorro que utiliza, y sobre todo el que cada dos por tres caricaturice a quienes no comparten sus creencias, como si fueran poco menos que unos pervertidos o unos desalmados. Todo esto, repito, referido a su faceta como articulista.

En cuanto a esta novela, por supuesto estás en tu derecho de discrepar con Jaime; ahora bien, lo que yo sí diría es que por supuesto que a estas alturas nadie va a escandalizarse porque se hable de gargajos, vómitos o vísceras. Zola escribió hace ya más de 100 años. Pero precisamente porque Zola escribió hace ya más de 100 años, si un escritor se pone a mostrarnos gargajos, vómitos y vísceras, debe hacerlo con una intención, por un motivo ético o estético, y no por el simple gusto de "epater le burgeois", porque eso ya está muy hecho.

Yo, personalmente, no creo que me ponga a leer nada de "este hombre" en un futuro próximo.

Jaime dijo...

Anónimo, lamento haber dado esa impresión en mi reseña, pero espero haberlo aclarado en el comentario de arriba. Por supuesto que no es el tema en sí lo que hace mala a esta novela, sino el modo cargante y pesado en que lo afronta. Puede decirse que está bien escrita si uno se fija sólo en cada frase; aunque a mí empezó gustándome y me acabó cansando tanto retoricismo. Pero no así cuando uno observa el plan general de la novela. Algunos personajes, como el protagonista, están tan desdibujados que el lector casi no sabe nada de ellos; los que están más claros son una caricatura increíble. Y en cuanto a la narración, se hace lenta y pesada precisamente por ese gusto descriptivo del autor por lo repugnante.

Ico dijo...

Uno de los derechos del lector según Pennac y otros es dejar la novela cuando no nos guste. Con leer cien páginas ya es suficiente para opinar sobre ella, es lo que yo hago ¿ Por qué castigarme con acabarla? Padra enzalzado por sus colegas de derecha escribe una novela sobre intelectuales de izquierda sólo por el placer de reirse de ellos, .. con esas pintas de banquero y esa moral del opus me bastan sus columnas para saber conocerlo.. ¿No fue el que escribió "coños" ? Un saludo..

Anónimo dijo...

Joder, pues no perdais el tiempo leyéndole, con la cantidad de reputados intelectuales de izquierda que tenemos aleccionandonos por ahi en sus artículos...

Néstor Nieto dijo...

J.M. de Prada es lo mas grande que tenemos. Una joya de infinito valor.

p. dijo...

Yo me acabé ayer este libro, y me ha parecido una obra maestra... No suelo estar de acuerdo con sus ideas (y menos con el tono con el que las expresa), pero pensar que con 25 años escribió esta maravilla ya hace que le perdone toda su pedantería y ñoñez posterior... Saludos!

Anónimo dijo...

¿Y esto es una crítica literaria?, Venga ya...

Anónimo dijo...

Si con 25 años escribe esa maravilla, es que no es de este mundo. O sea, olvidaros de Poul Aster y compañía. El más grande y verdadero genio, lo tenemos en España, y es un honor.

Jaime dijo...

Anónimo, tienes razón. Mi reseña desde luego que no, pero tu último comentario sí que es una crítica literaria. Una crítica literaria como la copa de un pino.

Sonia dijo...

De este hombre y sus artículos sólo he leído uno, y suficiente. Pero lo leí varios años después de leer la novela con la que ganó el Planeta,"La tempestad". Y lo leí sin conocer las filiaciones políticas o religiosas del mismo. Es decir, mi lectura fue totalmente imparcial. Y le pongo un "repugnante". A lo mejor hasta la reseño en breve;-) Está bien escrita sí, pero es calcada a "La tabla de Flandes" de Pérez-Reverte. Sólo que la de Arturo me encantó y esta no, supongo que por la sombra de plagio que cruzaba cada página. Desde entonces me ha parecido un imitador simplón de Reverte y no he podido tragarle.

Don Juan Manuel, para vosotros dijo...

¿Es aquí donde me van a nombrar Papa?

Jaime dijo...

Yo sólo dije camarlengo, Don Juan Manuel, no sea Vd. avaricioso que eso es un pecado capital muy feo. Darle cumplimiento queda fuera de nuestra jurisdicción, por otro lado, así que haga el favor de mover las oportunas influencias en el colegio cardenalicio.

Reverentemente,
Jaime.

Anónimo dijo...

todavia no he leido el libro, pero a pesar de vuestras criticas, la mayoria muy mala. LO VOY A LEER. simplemente porque mi profesor de literatura en la uni lo ha recomendado, y el Profesor Paco Peña no es ningun cualquiera, asi que si el opina que debe leerse para conocer la epoca que describe, pues lo leeremos.

Anónimo dijo...

Destaco la tendencia que tenemos a despojar a nuestros enemigos de su nombre, de ahí, el cambio de "de Prada" por "ese hombre o tipo".
Os felicito habeís conseguido que un lector fascinado por La Tempestad, descarte esta página abarrotada de mentecatos como fuente de busqueda de futuras lecturas

Santi dijo...

Bueno, pues qué le vamos a hacer, hemos perdido un lector, como se suele decir. Es el precio que tenemos que pagar por decir libremente lo que pensamos de los libros y de las personas...

Anónimo dijo...

Como siempre que es el caso, son los críticos literarios fuera de España que logran destacar la joya en las obras de escritores españoles desdeñados en su propio país. Las máscaras del héroe de “este hombre” es, en mi opinión, una verdadera joya. Para los que tienen dominio del lenguaje crítico anglosajon, a ver si podéis acercaros a un trabajo excelente del crítico norteamericano, Yaw Agawu-Kakraba, en “Playing with Metafiction, Intertextuality and Plagiarism: Juan Manuel de Prada’s Las máscaras del héroe” (Bulletin of Spanish Studies: Hispanic Studies and Researches on Spain, Portugal and Latin America Volume 82, Issue 5, 2005 . He aquí el enlace al dicho trabajo: http://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/1475382052000344192

Dunsany dijo...

La prosa barroca de Prada es,sencillamente, magistral.
La historia es una de las mejores que te puedes encontrar en un mercado repleto de simplezas.
Pere Gimferrer, poeta de los grandes , de los que quedarán para la posteridad,( no como L G M y Cia. que se olvidarán en 4 días), opina que es una de las mejores novelas de actualidad, así como Luis A. de Cuenca, otro intelectual y gran poeta que la tiene como una de sus novelas favoritas. Si no os gusta, no la leáis, pero por favor, no digáis más bobadas. Leed también a Gimferrer, los espejos o el fuego ciego y descubriréis una maravilla

Dunsany dijo...

También le encanta a Pérez Reverte. Si a veces dice alguna "suciedad", no hay que asustarse. Lazaro de Tormes, Celestina, Quevedo (el gran Quevedo), Valle Inclán, Cela, Unbral y un largo etc lo han hecho. Forma parte de la tradición española,de la picaresca, del costumbrismo, del tremendismo, del realismo o como quiera llamarse.
Gracias

Woycek JM dijo...

Creo que esta novela es problablemente, si no la mejor, una de las mejores de los últimos cien años. El retrato de la sociedad de la época es extraordinario. El paseo con el aborto para conseguir dinero te llega a las entrañas. Cuenta los hechos tal y como ocurrieron. Esta magníficamente documentada. Por otra parte no he leido nada medianamente bueno escrito por este autor. Una pena. Autor de un solo libro.

Mirta Chamorro dijo...

He estudiado mucho la obra de Juan Manuel de Prada y, dándole vueltas al coco, he llegado a una conclusión: tenía un negro. Me parece que un tío joven o es un genio, o no puede contar de esa manera la cutrez, la sordidez, la picaresca de esos años. Eso está escrito por un señor mayor.

Jonan dijo...

Yo sólo puedo señalar que gracias a este libro, se me quito una manía o vicio que yo arrastraba: la de terminar, como fuese, todos los libros que comenzaba a leer. De "Las mácaras del héroe sólo aguanté hasta la páginma 70 o así. Y desde quentonces soy más feliz.: cuanfdo un libro no me gusta o me aburre, lo cierro y en paz.
Gracias, Juan Manuel!

Anónimo dijo...

No es cierto... Las máscaras del héroe es una buena novela, la prosa de Prada es espectacular (a quien no le gusten sus artículos del XL Semanal, que se lea los geniales artículos de opinión del Qué). Quizás no me gustó que es ciertamente escatológica y no es muy positiva que digamos, pero es muy profundo el final, y los temas como los personajes fueron objetos de reflexión para mí.
¿Entretenido? Sí. Bueno, tiene todos esos detalles que se requieren para los morbosos: sexo, peleas, drogas, sangre... Sus ingeniosas metáforas y agudas descripciones, dan gusto leer. El argumento (al contrario de lo que dicen muchos de los que han opinado) sí que fluye. -Si queréis leer algo lento, leed La reina en el palacio de las corrientes de aire-. En su novela hay sinceridad, pero no referencia a sus opiniones políticas, con lo cual, que no la desligitimen porque él sea de un lado u otro (lo dice alguien no afín a sus ideas políticas).
A mí también me la ha recomendado un profesor de la universidad de literatura en la UAM.

Anónimo dijo...

no he leido esa novela pero si algo no es juan manuel de prada es mal escritor ¿no? tiene mogollon de premios y reconocimiento de la critica, por cierto esta novela es una de las preferidas de arturo perez reverte.

Despistao dijo...

Estoy a la mitad de la novela y tengo que decir que estoy CASI totalmente de acuerdo con la crítica de este blog, solo que a mí Las máscaras del héroe me está encantando.

Para compartir la forma de ver la vida del autor (muy patente en sus colaboraciones periodísticas y en el programa que dirige/dirigía en Intereconomía) hay que ser de su tercio, es decir, adscrito al fachismo ultracatólico más casposo. Dicho esto, el estilo de de Prada me ha fascinado. Amén de la historia que cuenta (ciertamente oscura y escatológica) me ha enganchado totalmente la forma en que lo hace.

Eso sí, la manera en que retrata a tanto bohemio desvergonzado y a aquellas generaciones de literatos me llama la atención. Espero que el último capítulo no concluya con que la falta de fe es la causa de tantos desmanes y termine endosándome un discurso moralizante.

Un detalle: a estas alturas de la novela (la mitad) no hay ninguna figura cercana al clero que ostente alguna condición deleznable. A ver cómo sigue la cosa hasta el final.

Otro detalle: la fisonomía y personalidad del autor le hacen sospechoso de no haber mojado el churro demasiado. ¿Es ese el motivo de la omnipresente pornografía de esta obra?

De Prada me parece un escritor excelente. Hasta ahí puedo llegar.

Despistao dijo...

Bueno, pues acabo de terminar de leerlo y ya puedo expresar mi valoración global, que no es otra que Las máscaras del héroe es una novela EXCELENTE. Hasta entusiasmado estoy.

Ya expreso en mi comentario anterior que no comulgo para nada con las opiniones del autor. Soy de izquierdas, estoy a favor del aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual (con adopción incluida) y la separación total entre iglesia y estado. Es decir, estoy en las antípodas de lo que piensa de Prada, pero ello no quita para que dé al césar lo que es del césar, y opine que esta novela es de las mejores que he leído nunca.

Las máscaras del héroe es intensa, oscura, repugnante, brutal y a ratos divertida. Está escrita con un brillantísimo estilo, que hace de su lectura un placer. Abundan las metáforas y los símiles ingeniosos y contundentes. Además, la posición ideológica del autor no trasluce nunca, considerando tan salvajes e inhumanos a una parte como otra (recordemos que la historia se desarrolla durante algo más del primer tercio del siglo XX, con guerra civil incluida), aunque sí es verdad que su Santa Madre Iglesia no sale mal parada, ya que se menciona más bien poco.

Recomiendo a todo amante de la buena lectura que no pierda la ocasión de deleitarse con esta obra maestra, y que deje a un lado cuestiones ideológicas. Yo lo hice y me alegro un montón.

Anónimo dijo...

¿Le puede gustar esta novela a un fanático lector de Dostoievski?. Por cierto, con respeto al maestro ruso y sin ánimo de comparaciones...

Anónimo dijo...

Estoy buscando información sobre JM de Prada y Las mascaras. Mi professor en la Universidad de Edinburgh dice que JM de Prada es el mejor escritor espanol vivo y uno de los mejores de los últimos 100 anios

Jose dijo...

Para mí, esta novela me ha sorprendido enormemente. Reconozco que al principio no me gustó nada (por los detalles excesivamente desagradables), pero al ir avanzando, me fue gustando cada vez más. El estilo es directo, contundente y algunas metáforas son fantásticas. Describe muy bien el ambiente bohemio del Madrid del primer tercio de siglo. Además, resulta interesante, las continuas referencias históricas. Respecto al autor, a mí, personalmente, no me disgusta, aunque reconozco que puede llegar a dar la impresión de ser demasiado pedante. En cuanto a su filiación política, en la novela parte de una crítica soterrada hacia los intelectuales supuestamente de izquierdas(atribuyéndoles prácticas nada recomendables) y por ejemplo de José Antonio, prácticamente no emplea ningún término despectivo. Pero este aspecto "negativo" se equilibra al final de la misma, "dando palos" tanto a falangistas como a marxistas, por no decir que lanza algún dardo envenenado refiriéndose a la mismísima represión franquista. Por tanto, yo recomendaría leer primero esta obra, dejando de lado prejuicios hacia su autor, y luego opinar.
Desde luego esta novela no deja a nadie indiferente.... A mí, desde luego, no, y me alegro de haberla terminado porque me ha dejado un buen sabor de boca, tanto que me he decidido por primera vez en visitar un foro de lectura y plasmar mi opinión.
Un saludo

Jaime dijo...

Gracias por dejar tu opinión, Jose!

Un saludo

Il Gatopando dijo...

A mí este libro se me cayó de las manos y eso que tengo ventosas en las yemas de los dedos.

Lo recuerdo ilustrado pero hueco, vacío, carente de alma.

Anónimo dijo...

Leí este libro hace un montón de años. Lo saqué de la biblioteca porque me sonaba el título, pensando que era un buen libro. En aquel entonces todavía me sabía mal dejar un libro a medias así que lo terminé con mucha voluntad. Llegué a la conclusión que solo una mente muy enferma podía haber escrito algo tan repugnante. Parecía que su único objetivo era describir una escena más asquerosa aún que la anterior. Además lo encontré misógino a más no poder. Años más tarde me encuentro con su autor en la tele, en tertulias, y trás su cara blandengue se puede percibir ese odio que ahora intenta esconder con esas opiniones pretendidamente santurronas. Hasta que se le va la pinza y suelta una perla... Y por favor, no hagáis equivalencias entre su ideología política y la fe católica. Este señor está lleno de rencor, ni tiene fe ni tiene vergüenza. Los cristianos renegamos de gente así. Otra cosa es que pretenda llevarse al huerto a un público, que lo hay, que confunde churras con merinas.
¿El mejor libro de qué? ¿de cuándo? ¿de dónde?.... ¡Venga ya, Juan Manuel, sal de ahí...!

Anónimo dijo...

La prosa de Juan Manuel de Prada ha sido alabada por escritores tan distintos entre sí como Pere Gimferrer y Pérez-Reverte. También es muy alabada por mí, y, cómo no, por algunos de mis amigos. Debe ser que algunos carecemos de prejuicios morales.

Anónimo dijo...

Cuánta bilis se destila por aquí . Ya quisiera más de uno escribir una novela así con 26 añitos. En fin, cada cual se retrata como quiere, pero destrozar una obra porque la personalidad del autor no te gusta eso no tiene nombre.

Anónimo dijo...

He de decir que gracias a este blog he descubierto auténticas joyas que desconocía. Cuando leí esta crítica algo no me cuadró. El calificativo de "intragable" parecía excesivo para la descripción de sus delitos. Como no había leído ningún libro del autor, me picó la curiosidad y hoy escribo este comentario tras terminar la lectura del libro.

Empezaré diciendo que de "intragable" nada de nada...se lee muy fácil pese a sus 600 páginas. Vale que lo escatológico a veces resulta cansino y que el personaje conductor de la historia está cogido con pinzas pero en mi modesta opinión, son recursos estilísticos del autor para transportarnos de forma muy efectiva a una época y ambiente simplemente fascinante.

Yo le habría puesto un "está bien" alto y sospecho que hubiera sido la misma calificación del crítico de no haber leído previamente los artículos del autor

Unknown dijo...

Hola. A mí me encantó. Hacía mucho que un libro no me engancaba de esta manera.

Unknown dijo...

Lo peor que puede hacer nadie para defender a Juan Manuel (lo digo por algunos comentarios) es recurrir a la falacia de autoridad, y no lo digo por Reverte sino por Gimferrer, un señor cuya carrera comienza (no continúa, como la de Prada con una novela Premio Planeta chanchullero de serie B como es «La Tempestad» [cosa que él mismo sabe, y no niega, y da a entender en «Mirlo blanco, cisne negro» también], sino que comienza) con un Premio Nacional de Poesía amañado (léase la introducción en ediciones Cátedra a «Arde el mar» si se quiere saber más sobre esto), y de ahí ha sido un funcionario de la poesía (un Sentado, como decía Rimbaud) saltando como garrapata arribista sin ningún talento de premio en premio, editorial y editorial y periódico en periódico hasta acabar en la Academia y publicando ya cualquiera bazofia en vertical que le salga de su viejuna cabeza sin nada que decir ni lirismo para decirlo («este hombre joven que nunca lo fue», pullita de Umbral que desacredita a cualquiera como poeta [cosa que José Hierro, que sí fue bueno, dejó bien claro al hablar de Baroja poetilla]). Hay mucho esfuerzo, voluntad de estilo y cultura asimilada (y plagiada, pero es que son quienes escribes libros ramplones [nocilleros en los 90 y hipsters hoy día] quienes no tienen necesidad de plagiar) en «Las máscaras del héroe» como para no reconocerle, como mínimo, todos, especialmente teniendo en cuenta la basura americana del realismo sucio más simplón de moda en ese momento (si hasta Marías hablaba de tipas comiéndose rabos, catedrático muy malote, en sus novelas de la época), mucho, cosa que la crítica de esta web no niega (simplemente no le da más importancia, que yo creo que la tiene). Un saludito.

Javier dijo...

Aunque lo único que pone en valor la literatura es el tiempo , a mi juicio esta es una crítica demoledora e injusta . Se basa en criterios de estilo pero expresa cierta mala leche y bastante ignorancia .Yo creo que es un libro extraordinariamente bien escrito y documentado . Posiblemente de los mejores de la literatura española contemporánea .
Un blog , con entradas , que califican libros de Borges con displicencias como “se deja leer” y bodrios intragables como “imprescindible” es , cuanto menos , poco fiable .

Javier dijo...

Respecto a mi entrada anterior , una rectificación : No hay comentarios displicentes sobre Borges tipo “se deja leer” .Tampoco hay muchos bodrios clasificados como “ imprescindibles “ . Solo alguno .
Por tanto sobra el último párrafo , fruto de un error y mi calentón con la crítica . Disculpas .El blog no tiene la culpa

Manuel Reina dijo...

Las máscaras del héroe es una novela ambiciosa, muy ambiciosa que debe, cuanto menos, provocar respeto por la labor literaria y creativa del autor. Aúna, la obra, originalidad, documentación, historia, humor, tragedia, amor. Y todo ello imbricado con maestría y brillantez. Está magníficamente escrita, con afán de innovación y con mucho amor por nuestra tradición literaria e histórica. Bajo el barro, la sangre y los flujos orgánicos se esconde una hermosa religion: la vocación literaria. Y esa religión se erige por encima de todo lo demás, incluso de la vida de sus personajes que se inmolan en post de la búsqueda incondicional de la belleza. Toda una épica del ser humano, se gane o se pierda.
Una verdadera joya para quien sienta debilidad por la literatura y la creación artística.

Juan G. B. dijo...

Es una mierda.

Manuel Reina dijo...

Joder, la verdad es que me pones en duda!

J Francisco J dijo...

Iniciarse en la narrativa leyendo “El innombrable” de S. Beckett y pretender que te guste es tan absurdo como exigirle amenidad a un prospecto farmacéutico. Juzgar una obra por los prejuicios sobre el autor resulta patético. Nos cargaríamos la casi totalidad de la pintura, la música, la filosofía y el arte en general si conociéramos las vidas de los autores. En cuanto a lo desagradable que describe… es la sociedad literaria calificada de la “edad de plata”: el 27, 14 y 98 en el Madrid de antes de la Guerra Civil, por cierto nada sorprendente si conoces la “novela picaresca”, el Criticón, las Cartas marruecas y tantos antecedentes: es nuestra sociedad sin edulcorante. Y mejor no recurramos a cómo nos ven desde fuera. ¿Que algunos incautos lectores tienen en un pedestal a aquellos autores?, pues oye eran unos miserables, (han descubierto quien son los reyes magos). La novela me parece cojonuda, sin más, aunque mi opinión es lo menos. Apta para quien le interese la historia de la nuestra literatura y de nuestra sociedad, eso sí mejor sin prejuicios.

Rosana dijo...

Jajaja, cómo me he reído con el "Es una mierda" de Juan G.B.,jajaja. Se agradece tanta frescura, Juan.