jueves, 11 de marzo de 2010
Alessandro Baricco: Sin sangre
Idioma original: italiano
Título original: Senza sangue
Fecha de publicación: 2003
Valoración: Se deja leer
Sin sangre es la historia de Nina, una niña que es testigo del asesinato de su padre y de su hermano, de su deseo de no olvidar lo ocurrido y de la búsqueda de los asesinos de su familia. Pero, sobre todo, es la crónica de un encuentro entre una Nina adulta y el único de los asesinos de sus seres queridos que sigue vivo.
Llegados a este punto, Baricco plantea esta novela corta como una reflexión sobre el rencor, la venganza, el perdón... de manera que no sepamos exactamente a qué viene ese encuentro ni qué va a ocurrir con los protagonistas hasta casi el final del libro. Tampoco importa mucho, la verdad, pues a medida que pasamos las páginas nos vamos dando cuenta de adónde se dirige el autor y por qué, y no hace falta ser muy listo para adivinar el desenlace de esta historia.
Cuando leí este libro, me dio la impresión de que era un intento deslavado de escribir la antítesis de Seda; es decir, parece que Baricco ha intentado convertir toda la poesía y la pausa de su gran éxito literario en una novela más o menos igual de breve, pero con un estilo más frío, un ritmo mucho menos pausado y una historia menos "bonita" y más ruda. No digo que lo haga mal (es innegable que Baricco es un gran escritor), pero no es una buena señal que cuando acabemos de leer el libro nos demos cuenta de que estamos igual que al principio y de que nadie nos ha contado nada nuevo (de hecho, ni siquiera da la impresión de que nos hayan contado algo), y de que todas esas emociones y esos sentimientos que se pretendían remover con esta narración no han variado un ápice.
En definitiva, podríamos decir que este libro es como el algodón de azúcar: está muy rico, pero no alimenta. Y, para eso, mejor no probarlo.
También de Alessandro Baricco: Aquí
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
Jajaja! Qué buena la comparación con el algodón de azúcar.
Yo también recuerdo este libro con poco cariño, la verdad. Como tú dices, me pareció un intento fallido por parte de Baricco. Luego me compré Esta historia, pero todavía lo tengo sin leer, igual por miedo a que me decepcione también...
Yo me leí Esta historia y... buf, no sé muy bien qué decirte. Me gustó, no está mal, pero después de haber disfrutado tanto con Tierras de cristal y, sobre todo, con Océano Mar, me pareció un poco más de lo mismo :S
Yo coincido con todo lo dicho sobre Sin sangre. A mí me pareció una novela bastante sosa. Llegué una sensación que odio en un libro: la indiferencia. La novela no me había dicho absolutamente nada.
Océano Mar lo tengo en la estantería pendiente de leer.
Creo que no es una cuestión en sí de la novela sino de en qué orden leas a Baricco. Es decir, cuando lees una novela suya por primera vez (en mi caso fue Seda), te enamora su original estilo y la capacidad de decir tento en tan poco. Pero después de ese momento todas sus novelas parecen iguales y defrauda (por lo menos a mí). Por lo tanto, no dudo que si hubiera leído Sin sangre primero, Seda me parecería su mala copia.
Elvira, estoy de acuerdo contigo en que el orden en que lees a Baricco es importante. De todas formas, Seda me sigue pareciendo que da mil vueltas a Sin sangre más allá de que leas una antes que la otra.
Puede que el orden sea importante (leí Tierras de cristal después de Océano Mar, que es mi favorito, y, aunque me gustó mucho, estoy de acuerdo en que me habría gustado más si lo hubiese leído antes), pero creo, como Guillermo, que haber leído Seda después que Sin sangre no me habría hecho cambiar de opinión respecto a este libro.
Publicar un comentario