domingo, 5 de junio de 2016

Varios autores: 2084

Idioma original: español
Año de publicación: 2016
Valoración: Se deja leer / está bien

Vamos a empezar por lo más externo: la editorial. Estamos ante una editorial joven, que todavía cuenta con pocos libros en el catálogo (cinco en total, si no he contado mal), repartidos en tres colecciones: imaginabreve (para volúmenes de relato), imaginaverso (para poesía) e imaginafusión (para "narrativa gráfica"). Siempre es una buena noticia, y una iniciativa digna de elogio, que alguien se lance a publicar libros en estos tiempos, sobre todo apostando por autores noveles, y por tres géneros que no se sitúan entre los más vendidos. Así que, para empezar, bienvenida sea Inventa Editores, y que los sigamos viendo durante muchos años, ampliando su catálogo.

En este caso, el libro que propone, 2084, es una antología de relatos de ciencia ficción escritos por ocho escritores diferentes, en los que se plantean diferentes futuros posibles para la humanidad. Cada relato está acompañado de una breve presentación de su autor, y aquí tengo que poner mi primera pega: en estas presentaciones no solo se resume la biografía del autor (lo que puede ser interesante) sino que se describe su estilo -siempre en términos elogiosos, claro-, y se hace un pequeño resumen o análisis del relato que se va a leer. La verdad, creo que con la biografía habría sido suficiente, que el lector ya será capaz de sacar sus propias conclusiones sobre cómo escribe o de qué habla el autor en el cuento...

La mayor parte de los relatos presentan una realidad distópica: sociedades autoritarias, tecnificadas, burocratizadas, que suprimen la individualidad y/o el contacto humano. En "Mi porqué" de Sonia Mantiel, el arte está prohibido, mientras que en "La Autoría" de Marta Luján lo que está prohibido es la individualidad artística; en "Respiración asistida" de Patricio de la Torre la humanidad está medicada de forma perenne, creando superpoblación, pobreza, hambre; en "Azul Easton" de Juan Trenado, los empleados de una supercorporación están obligados a renunciar a su libertad para convertirse en una pieza de la maquinaria de producción... Si el futuro realmente se parece a lo que anuncian los relatos de 2084, va a ser un futuro terrible.

Hay que decir que, desde el punto de vista literario, el volumen es un tanto irregular. Algunos cuentos son demasiado obvios, demasiado planos: tienen como objetivo advertirnos sobre determinado peligro potencial o real, y se convierten en "relatos de tesis". Hay algunos que creo que escapan a este peligro y consiguen una complejidad mayor en su planteamiento. "El próximo noviembre" de Beatriz Lacalle, escrito en orden cronológico inverso al estilo de "Retorno a la semilla", plantea también un futuro apocalíptico, pero se centra en una historia cruda de violencia doméstica y sus consecuencias; "Velocidad de escape" de César Arza cuestiona el aislamiento al que puede conducirnos la tecnología (algo que también plantea "El holograma" de Rosa de Mena), pero lo hace de una forma más ambigua, crítica pero no "ludita". Por su parte, "¿Quién nos curará del fuego sordo?" de Pablo Medel, como su título indica, es el más poético de los relatos, situado en un mundo futuro en el que la realidad (o realidades) no siempre son fáciles de identificar.

2084 es por lo tanto un libro meritorio por lo que intenta: reunir las voces de ocho escritores noveles que se atreven a adentrarse en el género de la ciencia ficción, con sus muchas variantes, y volcar en él sus preocupaciones, sus miedos, su estilo y su técnica. No todos los resultados tienen la misma calidad, y los relatos que más me han gustado se sitúan en su mayor parte al final del libro (así que recomiendo paciencia a los lectores potenciales). En todo caso, hay que agradecer outra vez a Inventa Editores la audacia de publicaciones como esta, y estar atentos a las que puedan venir en el futuro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustó cada detalle de la critica, es genial que hayan personas capaces de adentrarse en lo profundo de un escrito y poder verle con ojos críticos.

Besos.