viernes, 24 de junio de 2016

Simon Critchley: Bowie



Idioma original: inglés
Título original: Bowie
Año de publicación: 2016
Traducción: Inga Pellisa
Valoración: muy recomendable para fans

Critchley no se presenta como escritor: es filósofo y escribe, está claro que escribe y muy bien por cierto, pero la solapa no menciona más obras que ésta. Supongo que no quiere ser tenido por un oportunista y lo primero que hay que advertir al lector es que este libro no es una biografía de David Bowie. Aquí no hay fechas ni cifras de ventas de discos ni de asistentes a conciertos. No hay descripciones de hechos vitales ni comadreos en forma de especulación sobre tendencias sexuales o la diferencia entre el color de sus ojos. 
Bowie es la rendida descripción de un oyente que asimila en primera persona el mensaje contenido en las letras de la carrera de un músico y lo traduce en los términos íntimos y personales que solamente cada uno puede percibir. Porque esa es la experiencia de la música, o una de las posibles experiencias de la música, que en un principio deberían ser todas respetables: hay quien baila sin más y hay quien la convierte en el centro de una noche de diversión, un ingrediente más. Pero hay quien se sume en ella dentro de la habitación propia e intenta interpretar el mensaje del músico y adaptarlo a su imaginario personal. 
Critchley habla de su vida a través de la experiencia de la audición de la música y letras de David Bowie. Escucha al Bowie ácido e imprecador, al rebelde y al que parece mostrar debilidad tras esa rebeldía. Al entregado a las adicciones y al despojado de ellas. Frases clave en su repertorio son analizadas, así como pequeñas joyas escondidas en canciones más célebres. No todo es el tono entre la angustia y la euforia de Heroes. Y Critchley habla desde su persona también, pues sus diversas escuchas de la obra del músico abarcan del Critchley estudiante al Critchley padre y hombre de familia. Y a Critchley le importa un bledo si los discos eran éxitos globales o si vendían apenas unas decenas de miles. Critchley analiza su existencia a través del tamiz de la obra de un músico al que venera, y esa es una razón válida como cualquier otra. Analiza también ese final programado, esa publicación de su último disco un par de días antes de que su muerte sorprendiera (y bloqueara a esa profunda pero pequeña escala) el Universo. Como despedida, un evento a la altura del personaje. Impactante, excesiva, dramática y, por supuesto, memorable.

2 comentarios:

Javier Ventura dijo...

Ya he leído varios libros sobre Bowie, porque soy fan fan. Este parece que pueda tener un planteamiento diferente, así que tendré que leerlo igualmente! El artista musical más grande del siglo XX lo merece! Gracias por la reseña

Francesc Bon dijo...

Buenas: gracias por los comentarios y perdón porque ciertos problemas técnicos (discos duros vitales que se niegan a funcionar) me hagan tener los comentarios un poco abandonados. Desde luego la perspectiva es muy diferente que la de una biografía convencional.