Título original: La concessione del teléfono
Año de publicación: 1998
Valoración: Muy recomendable
Filippo Genuardi, de profesión comerciante en maderas, quiere ampliar su negocio y para ello solicita una línea de teléfono de uso privado. Hasta aquí la declaración de intenciones de un emprendedor más que, por si sola, no parece un argumento my prometedor para el inicio de una novela. El problema surge cuando situamos la petición en su contexto. Nos encontramos en un pueblecito de Sicilia en 1891, y la humilde petición de Filippo acaba pasando por las manos de funcionarios de toda índole: policías, carabineros, altos funcionarios de correos, jueces y, finalmente, hasta el mismísimo ministro del Interior.
Con estos mimbres AndreaCamilleri dibuja un fresco demoledor sobre la Sicilia de finales del siglo XIX, en el que nada es lo que parece. Poco a poco, a través de los chispeantes diálogos entre Filippo y sus vecinos, familiares y amigos y las desternillantes cartas de los funcionarios encargados de atender su petición, Camilleri nos va presentando una entrañable galería de personajes cuyas vidas, ambiciones y secretos más íntimos quedan al descubierto. Todo ello para mostrarnos el choque entre la sociedad rural que quiere salir del atraso incorporándose a la modernidad – simbolizada en la humilde petición de la línea telefónica y la sobredimensionada burocracia italiana suspicaz ante las demandas de sus ciudadanos.
Casi simultáneamente a esta novela, Camilleri comenzaría a saborear el éxito con su serie de novelas del comisario Montalbano, y el resto de su producción literaria tendería inevitablemente hacia la novela negra, pero La concesión del teléfono es un delicioso divertimento que no debería caer en el olvido. Especialmente recomendable para estos tiempos que corren.
También de Andrea Camilleri en ULAD: Aquí
Firmado: José Miguel Martínez Camino
2 comentarios:
Buena reseña. Me apunto esta novela de Camilleri, no la conocía.
Si la conocía y es una absoluta delicia, sobre todos las 40 primeras páginas, verdaderamente descoj...e.
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