lunes, 8 de febrero de 2010

Emilia Pardo Bazán: Los pazos de Ulloa y La madre naturaleza

Idioma original: español
Año de publicación: 1886-7
Valoración: Muy recomendable / Imprescindible

Siguiendo con mi serie de reseñas de "novelones decimonónicos españoles", ahora le toca el turno a esta novela en dos partes, o díptico de novelas (los críticos no se ponen de acuerdo) de doña Emilia Pardo Bazán, una escritora que, quizás injustamente, no tiene el mismo reconocimiento que sus contemporáneos masculinos (Galdós, Clarín, Valera, Pereda). Y sin embargo, después de leerme estas dos novelas y otro par de ellas que había en la biblioteca -que me han gustado menos, por cierto-, creo que merece estar en ese primer escalón.

En Los Pazos de Ulloa se nos presenta el ambiente decadente, enmohecido y brutal de la Galicia rural de finales del siglo pasado, personificada en el marqués de Ulloa, una especie de Príncipe Fabrizio hedonista y autoritario -aunque sin nada de la astucia política y humana del personaje de Lampedusa-, y en un coro de personajes secundarios, encabezados por Primitivo (significativo nombre), padre de Sabel y abuelo de Perucho. A este contexto llega el delicado y "hamletiano" sacerdote don Julián, quien por un lado se siente horrorizado por lo que ve, pero por otro es incapaz (por ignorancia o cobardía) de hacer nada para cambiarlo. La madre naturaleza se centra en la siguiente generación de la misma familia, para mostrar cómo los pecados de los padres condenan a los hijos o, por usar la terminología naturalista, cómo el medio y la herencia genética condicionan la existencia de las personas.

No es arbitrario hablar de naturalismo al referirnos a esta novela: la Pardo Bazán fue la introductora de las teorías de Zola en España (a través de sus novelas pero también en el ensayo La cuestión palpitante), aunque tomando de ellas más bien la parte formal que la parte filosófica (materialismo, positivismo, darwinismo) asociada al naturalismo francés. Y es precisamente en estas dos novelas donde más claramente se plasma esta influencia.

Por cierto que, aunque Los Pazos de Ulloa es la más conocida de las dos, a mí me ha gustado más La madre naturaleza, con una trama más clara y más sencilla, sin demasiado suspense pero sí bastante tensión psicológica.

También de Emilia Pardo Bazán en ULAD: Siete cuentos de misterio, El saludo de las brujas, Cuentos fantásticosLa gota de sangre, Insolación

7 comentarios:

albamonn@yahoo.es dijo...

Hola, me ha gustado mucho la entrada.
¿Podrías decirme cuáles son los principales personajes de la novela (protagonitas, personajes secundarios, antagonistas...)?
Tengo que hacer un trabajo sobre eso y no encuentro nada por internet. He empezado a leer la novela pero me mandaron el trabajo de una semana para otra y no me da tiempo.
Muchas gracias por la información.

Anónimo dijo...

Me alegro de que hayan reseñado estos dos maravillosos libros. Hacen una gran labor en este blog y gracias a ustedes llegan a mis manos increíbles ejemplares, que de otra manera seguramente no conseguiría. De verdad, es un trabajo admirable!
Por otro lado, y con esto entro en SPOILERS, pero quería consultarte qué significado le das a la frase final.
De nuevo, un saludo atentísimo por el gran sitio web que desarrollan día día!

Santi dijo...

¡Hola, anónimo! Muchas gracias por el comentario. Vas a tener que recordarme cuál es la última frase, porque hace ya tres años que leí estas novelas... :P

Anónimo dijo...

SPOILERS:
Gabriel Pardo (el hermano de Nucha que llega a los Pazos con intención de casarse con su sobrina Manuela)en el final se va de los Pazos:
"Gabriel Pardo se volvió hacia los Pazos por última vez, y sepultó la mirada en el valle, con una
extraña mezcla de atracción y rencor, mientras pensaba:
- Naturaleza, te llaman madre... Más bien deberían llamarte madrastra."

Santi dijo...

Pues supongo que quiere decir que la Naturaleza, más que con el estereotipo de la madre (que protege, nutre, acompaña) se corresponde mejor con el estereotipo de la madrastra (cruel, insensible, asustadora). Esta visión se corresponde mejor, también, con las ideas darwinistas de "la lucha por la vida" o la supervivencia del más fuerte...

Anónimo dijo...

Santi, me parece muy acertada tu opinión, muchas gracias y suerte con el blog!

José Manuel Brea dijo...
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