Idioma original: inglés
Título original: Ten novels and their authors
Año de publicación: 1954
Valoración: Imprescindible
Este libro se puso en mi camino hará unos tres años, justo cuando acababa de reeditarse. En su día disfruté mucho leyéndolo, por eso lo recomiendo tanto a amantes de los clásicos como a curiosos en general pues, si llegar a él después de haber disfrutado de Moby Dick, Cumbres Borrascosas, Madame Bovary o Los hermanos Karamazov es una auténtica delicia, se convierte en el aperitivo ideal cuando esas lecturas no son aún más que un proyecto.
S. Maugham nos explica la génesis de esas diez gigantescas novelas al revelarnos de dónde surgió la idea o qué circunstancias vitales llevaron a su autor a escribirla. También examina la carrera de cada escritor, sus dificultades y éxitos, su posición en el panorama literario de la época y su forma particular de vivirlo.
Pero además nos introduce en la vida privada de cada uno de ellos. Aquí el detalle culto y el frívolo cotilleo se entremezclan constantemente, ambos tamizados por la óptica personal del autor. Se repasan los amoríos de tal novelista, las penurias económicas de tal otro o bien se nos muestra el aspecto provinciano y poco elegante de cierta escritora. Todo esto les humaniza,
les acerca al lector actual al proporcionarles una inmediatez que el tiempo había llegado a diluir.
Su estilo claro, directo y ágil dará amenidad e interés a la lectura. Por otra parte, a las tan lúcidas como peculiares opiniones literarias de S. Maugham, – expuestas sin tecnicismos en el prólogo – se añaden sus indisimulados juicios sobre actitudes y conductas. La transparencia con que deja entrever su opinión nos hará sonreír más de una vez. Aclararé que fue escrito para prologar a las novelas correspondientes cuando su autor tenía ya 74 años, y que lo revisó y amplió adjuntando prólogo y epílogo al poco de cumplir los 80, lo que le añade un sabor añejo no exento de encanto. Pero, estemos o no de acuerdo con su visión del mundo, Maugham nos ayuda a cuestionar muchas cosas. Nuestra perspectiva es inmejorable para poner en paralelo tres épocas: aquella en la que se escribió cada una de las novelas escogidas, la nuestra y la del propio S. Maugham, todas con sus tópicos y prejuicios particulares muy diferentes entre sí.
Y, por si esto fuera poco, acaba con un regalo. El epílogo, además de una divertida y disparatada disección de los diez autores, ahora convertidos en personajes – en el que hace gala, una vez más, de su inagotable capacidad de fabulación –, contiene un nuevo ejercicio de valiosa e inteligente crítica literaria.
También de Somerset Maugham: El velo pintado
2 comentarios:
Interesante reseña de un libro que parece no hay que perderse...
Es necesario saber en qué condición o situación mental estuvo cada escritor para escribir un libro,una historia. Como hizo para sobreponerse a una situación adversa.
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