domingo, 23 de julio de 2023

ULAD hace Historia #7: El mundo alucinante de Reinaldo Arenas

Idioma original: Español

Año de publicación: 1965

Valoración: Está muy bien

¿Qué es la Historia? ¿Una fila de cartapacios ordenados más o menos cronológicamente? (...) Los impulsos, los motivos, los secretas percepciones que instan (hacen) a un hombre no aparecen, no pueden aparecer recogidos por la Historia, así como, aún bajo el quirófano, no se captará jamás el sentimiento de dolor del hombre adolorido. 

La Historia recoge (...) lo evidente. (...) El efecto no la causa. Por eso, más que en la Historia busco en el tiempo. En ese tiempo incesante y diverso, el hombre es su metáfora. Porque el hombre es, en fin, la metáfora de la Historia, su víctima, aun cuando, aparentemente intente modificarla y, según algunos, lo haga.

Extraigo estos párrafos de la introducción que el propio autor escribió quince años después de la publicación de la novela y lo hago porque en ellos recoge preguntas y afirmaciones absolutamente atinadas sobre el Poder, la Escritura y la Historia, los tres ejes sobre los que gira esta novela que Reinaldo Arenas escribió cuando apenas tenía veintidós años (22, sí).

La "excusa", en esta ocasión, es la vida de Fray Servando Teresa de Mier, personaje es que intervino en los procesos de independencia de la repúblicas americanas y que, en lo literario, enlaza con la tradición literaria española (el Quijote y Sancho, el Lazarillo...). De ahí que inicialmente se pudiera pensar que El mundo alucinante es una novela histórica, pero su posterior lectura creo que la sitúa más en una novela sobre el Poder y su influencia en el destino del hombre.

Pero más importante, o al menos tan importante como el tema de fondo de la novela, es la forma de ésta. Como respuesta a las preguntas planteadas en el primer párrafo, Arenas construye una novela en la que conviven la primera, la segunda y la tercera persona (¿cuál es la versión "correcta" de la Historia?), en la que mito y realidad aparecen mezclados, en la que encontramos referencias clásicas, poemas, diarios... versiones contradictorias y complementarias de los mismos hechos, personajes reales y ficticios como ya ocurría en Los conspiradores (Los pasos de López) de Ibargüengoitia, etc.

Por tanto, no hay en esta novela una continuidad narrativa al uso ni un intento de recreación "fiable" de la Historia. Al contrario, la lógica narrativa salta por los aires gracias a hechos inexplicables, animales que hablan, hipérboles, exageraciones, etc. Esto ha hecho que buena parte de la crítica sitúe a Reinaldo Arenas como precursor del realismo mágico, pero a mí me parece que el cubano está más cercano a los planteamientos del surrealismo, del absurdo o de Raymond Queneau y Oulipo que a Garcia Márquez y compañía. En esta novela, sin ir más lejos, hay mucho más humor (grotesco, absurdo, etc la mayoría de las veces), mucho más irreverencia, mucho más juego. O eso me parece, vaya.

Lo anterior no es obstáculo para que Reinaldo Arenas no critique el régimen cubano ni a buena parte del establishment cultural de la época, unas veces de forma más velada y otras de forma abierta. En este sentido, se establece un paralelismo autor - personaje, ambos perseguidos, ambos en permanente huida, que no podemos obviar.

En suma, El mundo alucinante es una novela que parte de una premisa aparentemente sencilla pero que esconde en sus páginas una complejidad y unos registros que pueden descolocar al lector no avisado. Eso sí, quien logre entrar en el mundo de Reinaldo Arenas seguro será capaz de disfrutarla y echarse unas buenas risas con las tragicómicas aventuras de Fray Servando.

P.S.: Diría que Rowan Atkinson (AKA Mr. Bean) ha leído El mundo alucinante. Cierta escena del libro y cierto sketch con la Reina Isabel II como protagonista así parecen indicarlo.


También de Reinaldo Arenas en ULAD: Antes que anochezca

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