jueves, 3 de septiembre de 2020

Malditas cubiertas: El amante de Lady Chatterley de D.H. Lawrence

Ya he expresado en más de una ocasión mi absoluta devoción por este clásico que merece plenamente el Muy Recomendable que ya se le dio en su día en ULAD. Y es que El amante de Lady Chatterley es una novela muy remarcable donde, además, el punto de vista y el conflicto de su protagonista, Constance, tiene una clara e indiscutible (oh, no) componente feminista. Oh, sí. 

Connie procede de una familia de mentalidad progresista que le ha permitido viajar, estudiar y disfrutar del arte en las mismas condiciones que sus contemporáneos varones. Connie también ha podido vivir su sexualidad libremente (no confundir con libertinamente) sin sentirse juzgada ni temer por su «honor». Pero al casarse con Clifford (Lord Chatterley) e irse a vivir a una mansión aislada en medio de las Midlands, Connie adopta el perfil bajo que se le supone a una dama de su posición, en detrimento de sus ideas y su sociabilidad; cuando además Clifford regresa de la guerra tullido de cintura para abajo, las relaciones íntimas y afectivas de la pareja desaparecen (Clifford no se plantea otras opciones) y Connie debe renunciar a la maternidad. Todo ese aislamiento social, emocional, sexual e intelectual, y la falta de horizontes vitales conducen a Connie hacia una profunda depresión que solo logra apaciguar perdiéndose durante horas en el extenso bosque que rodea la mansión. En uno de esos paseos conocerá a Oliver Mellors, el taciturno guardabosque, junto al que se reconciliará con su cuerpo, con su derecho al placer, con sus ideales y con su amor propio

Sin embargo esta obra ha pasado a la historia como una simple novela erótica de infidelidades; y si solo nos ceñimos a lo que expresan buena parte de las cubiertas, El amante de Lady Chatterley quedaría resumida en la historia de una mujer que está MUY CACHONDA. 

Y, como todo el mundo sabe, cuando una mujer está cachonda no tiene tiempo para botones ni corchetes y es por eso que ha renunciado a su ropa. 

Algunos buscaron nuevas ópticas y como Connie y Mellors tienen todos sus encuentros en el bosque, se recurrió al mito de las ninfas en la cultura clásica que, como todo el mundo sabe, vivían en el bosque (también desnudas y cachondas) esperando a que Zeus, Apolo o Hades vinieran a cortejarlas. Porque es público y notorio que una mujer que se interna en el bosque: (1) está cachonda y (2) tarde o temprano también estará desnuda. 
Obsérvese que el guardabosque ni está ni se le espera y que a las ninfas les basta y les sobra con el runrún del riachuelo y el roce de la hierba. Obsérvese también la ironía de emplear el mito de Dafne que si se convirtió en laurel fue precisamente para que Apolo dejara de cortejarla.
Y usted se preguntará por qué, tratándose de la historia de dos amantes, las cubiertas están centradas en la figura de la mujer y omiten al amante. Y también se preguntará usted dónde están esas cubiertas con guardabosques y leñadores cachas retozando entre la hojarasca para satisfacer las fantasías femeninas del macho salvaje, asilvestrado y lujurioso. A decir verdad, yo también me lo pregunto.

Sí hay cubiertas en las que se retoma la teoría de que —aunque las relaciones sexuales con uno mismo son todo lo legítimas que se quiera— cuando se habla de amantes hacen falta al menos dos personas. Y de ahí toda una generación de cubiertas con parejas que reflejan (con más o menos fortuna) la relación tan especial que se establece entre Connie y Mellors. 

1. Retozos y arrumacos en una cabaña de leñador, tal y como se describe en la novela. 

2. Retozos y arrumacos random: en un baile de gala, en un western de Clint Eastwood, los arrumacos —para nada dramáticos— propios de la cultura clásica y, por último, cuchicheos lúbricos en algún rincón de Versalles. 

3. Retozos gayer, sexo en el área infantil, la combinación dos tallas más grande y un bombero que trabaja sin el uniforme reglamentario. 

Con independencia de la historia, los personajes y sus conflictos, los asiduos a esta serie ya sabrán que, en lo que a cubiertas se refiere, hay dos clichés inevitables

a) La FLORA ORNAMENTAL que es una metáfora muy socorrida para casi todo. 

b) Las MUJERES CON PAMELA de las que ya hemos hablado en profundidad. Aclaremos que si la mujer tan sólo lleva una pamela, ya es otra categoría. 

Otras cubiertas han decido centrarse en la figura de la protagonista pero inmortalizando momentos muy concretos de la novela, algunos de los cuales ni tan solo aparecen en ella: 
Connie ANTES DE «conocer a Mellors»: (1) pálida y deprimida, prácticamente un cadáver andante y (2) tensa e inquieta y con un sugerente diván de psicoanalista a sus espaldas porque, como todo el mundo sabe, un hombre que tiene problemas es un hombre atribulado mientras que una mujer que tiene problemas es una loca de manual. (3) Connie JUSTO DESPUÉS DE «conocer a Mellors» (4) La fiesta de camisetas mojadas a la que Connie acudió desatada nada más levantarse del sofá del punto anterior. 
Pero cuando se hace el esfuerzo por captar el «componente masculino» de la historia, se percibe cierta confusión, con lo reveladoras que serían unas cubiertas con guardabosques y leñadores cachas retozando entre la hojarasca para satisfacer las fantasías femeninas del macho salvaje, asilvestrado y lujurioso… 
(1) un diablo con un ¿ánfora? bajo el brazo (2) El elfo Légolas escenificando el Martirio de San Sebastián (3) El guardabosque probándose la ropa de Connie aprovechando que ella se ha quedado dormida (4) Personalmente, me he vuelto loca tratando de averiguar qué pinta aquí este señor con gorro y con muleta que parece que esté esperando el autobús. 
Así como en otras obras se ha achacado la escasez de cubiertas comprometidas, acertadas y originales a una falta de interés o de medios, en El amante de Lady Chatterley es probable que también se produzca cierta dificultad a la hora de reflejar gráficamente los conflictos que rigen esta historia. Algunas cubiertas, en mi opinión, se le acercan sin que por ello me resulten del todo redondas: 
(1) La expresión de paz de Connie (vestida) descansando sobre el heno con su rebequita de rebajas de C&A (2) Connie vistiéndose en medio del bosque tras la refriega amorosa, es una imagen original e incluso poética —tanto como la existencia de una silla sobre la que mantener la ropa a salvo de la suciedad del suelo— (3) Connie entre pensativa y melancólica (y vestida) en un entorno rural en el que los dos señores a caballo del fondo no pintan nada (4) Dos amantes (cara a cara como dos iguales e igualmente desvestidos) en llamas y rodeados de naturaleza, tal vez la factura gráfica no sea muy sofisticada pero tiene cierto encanto (5) Reconozco que tengo este precioso ejemplar ilustrado pero la cubierta quiere expresar tantas cosas que pierde un poco el mensaje y se convierte en una suerte de moraleja sobre los peligros de hacer la cama sin antes ventilarla.
Pero no me hagáis caso y leed sin contemplaciones ese ejemplar de El amante de Lady Chatterley que tenéis por casa, tenga la cubierta que tenga. Y si luego queréis ver la película, de todas las versiones que he podido ver, mi preferida es esta.

14 comentarios:

Elena dijo...

No puedo parar de reir¡¡¡¡ he notado cierta repetición "con lo reveladoras que serían unas cubiertas con guardabosques y leñadores cachas retozando entre la hojarasca para satisfacer las fantasías femeninas del macho salvaje, asilvestrado y lujurioso" que suscribo plenamente. Que pena esa fijación para que sólo sirvamos como objeto de deseo o de estudio de la salud mental o de protección. Maravillosa tu reseña y el libro por supuesto.

Juan G. B. dijo...

Mi favorita es la del bombero, sin duda alguna...

Lupita dijo...

Hola, Beatriz:

Qué bien me lo he pasado, ¡gracias!

Leí este libro que me recomendó una amiga (y me prestó) sin saber lo que era. Y me dejó con la boca abierta, fascinada y mil cosas más que cada uno puede compartir o no, pero es un libro que merece la pena, de 10.

Coincido con Juan, el bombero es mi favorito... mmm, he estado pensando en la portada más identificativa, y a ver que os parece: ¿ qué tal Connie sentada en una butaca con la tertulia aburridísima de su marido al lado, acariciando un gato, con la mirada ausente y un bocadillo de cómic (de esos que expresan un pensamiento) donde se ve a su macizo cortando leña sin camiseta? Sí, tengo la mente sucia, debe ser que he leído demasiada cosa "erótica"

Para no enrollarme, os dejo un poema de un poeta y dramaturgo, que habla del deseo femenino con desenfado y buenas dosis de humor.

La nueva Penélope

Para Florentino Ariza, maestro

El día en que Penélope no quiso
seguir con su costumbre tejedora,
escogió de su armario aquel vestido
cortado en telas mágicas y alegres
y pidió a su doncella que anunciara
que la reina quería diversiones.
Brotó entonces en Ítaca la danza
y el teatro y el canto y la poesía.
Penélope reía como nunca
desbordándose toda de alegría,
y era un prodigio verla entreteniendo
la fiesta con sus frases ocurrentes:
“Lo malo de casarse con un héroe
-decía a sus amigos más cercanos-
es que emplea sus fuerzas en batallas
que no tienen que ver con mi hermosura”.
Y de repente iba hacia la orquesta
para pedir el ritmo chispeante
de una canción entonces muy de moda
que hacía las delicias de la gente
“collige, virgo, rosas”, y bailaba
con locura la polca no inventada,
y en brazos de otro hombre halló el consuelo
de verse, con sus años, deseada.

Hasta el día en que Ulises llegó a puerto
y el aire se inundó de dalias frescas,
pues el amor eterno nunca muere
aunque a veces disfrute entre la espera.

Ernesto Filardi (Hache)


Saludos y leed este libro en cuanto podáis.

Antonieta dijo...

👌👏👏👏👏👏👏 genial!!! Pasé de la risa al asombro y en modo carrusel todo el rato. Estas dan para una tesis de doctorado en género.

Abrazos fraternos y l🌀c🌀s

Antonieta dijo...

Ok, yo pongo al bombero en el segundo lugar. Mi voto es para.......: Camiseta mojada!!!!

Beatriz Garza dijo...

Bueno, está visto que el bombero ha causado sensación. Y sí, ya que nos ponemos a mostrar cuerpos de forma gratuita pues que haya para todos, no?

Gracias, Lupita por ese poema tan lúcido y tan bonito. Y suscribo tu propuesta de cubierta para esta obra, mucho más certera que cualquiera de las que os he mostrado.

Elena, Juan, Antonieta, gracias por vuestras aportaciones.

Un abrazo.

Narayani dijo...

Me ha encantado la entrada. ¡Gracias!

A mí el bombero no me ha llamado tanto la atención, pero con la de las camisetas mojadas y la de rotozos gayer he flipado un poco, ja, ja, ja.

¡Besos!

inter-libros dijo...

Hola! muy buena web, me gusta el titulo, me gustaría llegar a leer un libro al día. Sigue así, Saludos!

Unknown dijo...

Impresionante reseña con fotos incluidas. Gracias Beatriz.. Mayor Thompson

Talibán dijo...

Es increíble pero la edición que tengo no está aquí. Y el bombero gana, desde luego.

Yai dijo...

Ay, cómo me encantaría compartir con Uds la portada de mi edición, que es de Penguin Books y reproduce La Creación de Eva, obra de Mark Gertler que haría las delicias de ULAD, con toda probabilidad.

Yai dijo...

1, 2, 3, probando... El otro día hice un comentario en esta entrada, porque la portada del ejemplar que me estoy leyendo de esta novela es casi tan hilarante como algunas de las mostradas aquí, pero veo que mi comentario se ha perdido en el ciberespacio. Y esto me ha hecho darme cuenta de que ninguno de los comentarios que he escrito en ULAD ultimamente aparecen publicados! Teniendo en cuenta que suelo ser bastante sensata en foros públicos, me pregunto qué está pasando. Mmm?

Beatriz Garza dijo...

Yai:
Acabo de buscar "La creación de Eva" de Mark Gertler... qué pena no haberla encontrado cuando redacté la entrada. De haberla visto habría tenido un lugar privilegiado en el ranking.
Gracias por tu aportación.
Por lo demás, aunque la delicadeza y finura de nuestras reseñas pueda llevaros a engaño, en ULAD no somos seres de luz, somos personitas con vidas tan ajetreadas como las vuestras y que a veces no llegamos a todo con la presteza que nos gustaría. ;D
Un saludo.

Yai dijo...

Oh, mi anterior comentario no se había perdido! No es que fuera una aportación indispensable a la humanidad, pero me había mosqueado que hubiera desaparecido (ese y algunos otros que hice hace días / semanas) más que nada porque no me gusta perder el tiempo - y mucho menos el tiempo de ocio!

Gracias en cualquier caso, Beatriz, por tu respuesta - aunque no acabo de entender la segunda parte de tu nota, pero vaya, que gracias, y ánimo con la vida ajetreada!