sábado, 4 de junio de 2016

Javier Cercas: El punto ciego

Idioma original: español
Año de publicación: 2016
Valoración: recomendable

Ya no me extrañaría que el próximo libro de Javier Cercas empezara reivindicando que El punto ciego no es un ensayo sino una novela. Y que el escritor hablando de editar un ciclo de conferencias no es tal: es otro escritor llamado también, casualidades, Javier Cercas, explicando desde el punto de vista del personaje y usando algo ciertas experiencias personales. El juego de Cercas resulta atractivo, si bien puede comprenderse la impaciencia de quienes sean ajenos a él. Sus opiniones políticas tampoco ayudan a no granjearse enemigos y, aunque no debería ser así, a veces la opinión sobre el escritor como persona condiciona cómo se aprecia su obra.

Si me pareció que publicaba pronto El impostor, otra vez me sorprende su regreso a las mesas de novedades, aunque El punto ciego tenga toda la pinta de constituir una obra menor, su planteamiento dista mucho de ser timorato o modesto. No solo porque se trata del primer ensayo abiertamente literario de Cercas, sino (al margen del mensaje en el fajín) por ciertas ideas que el propio Cercas expone sobre su propia obra, la cual dice presentar "con la máxima humildad, pero con la máxima ambición".

Me olvidaba. El punto ciego es la adaptación de una serie de conferencias que Cercas dio en 2015 para la cátedra Weidenfeld de la Universidad de Oxford. Su traducción del inglés se nos presenta como una obra íntegra que gira en torno a ese concepto del punto ciego: un lugar indefinido y vacío que la novela moderna deja para que el lector lo rellene. Una duda que conforma el enigma final que está en toda gran obra, una elección del lector que ha de suscitar polémica y cuya resolución justifica la existencia de la novela. Cercas centra sus referencias en tres autores inapelablemente clásicos: Cervantes, Kafka y Melville, y aunque menciones a otros muchos son constantes (Kundera, Foster Wallace, Vargas Llosa), Cercas basa su discurso sobre todo en ellos. En este sentido, El punto ciego vuelve a ser muy representativo en lo que concierne al estilo del escritor extremeño: una idea o un concepto, al que se vuelve con insistencia y cierto ritmo, es el que conduce el libro. Sobre él construye su teoría sobre las dos grandes épocas de la novela, aprovechando para mostrar su extrañeza ante el hecho de que, constituyendo el Quijote un hecho pivotal en la narrativa moderna (no escatima elogios hacia el clásico de Cervantes), la narrativa en español tuviera que dejar transcurrir más de tres siglos hasta, con el boom, tomar otra vez las riendas a nivel global. El enfoque de Cercas no es crítico ni recriminatorio: por ahí asoman las entretelas de su oficio de profesor universitario y su talante es constructivo, condición que también se manifiesta en ese recurso habitual, el del regreso (los detractores dirán "reiteración") a ideas principales que el desarrollo de sus razonamientos constata y recuerda una vez y otra. 
Sorprende que en las alusiones a sus propias obras que entreveran los discursos se omita una novela magnífica como es La velocidad de la luz, si bien se justifica que sea (aunque sea la más metaliteraria) la más ajena a los muy frecuentados aledaños del periodo de la transición. En cualquier caso, aunque El punto ciego, por su naturaleza, no parezca destinada a plantear cuestiones definitivas sobre la situación de la narrativa, ni a abanderar futuras corrientes de opinión defendiendo o negando sus planteamientos, sí contiene suficientes estímulos (entre ellos, la cita de decenas de interesantes referencias) para merecer mucho la atención que se le quiera prestar.

Otras obras de Javier Cercas en ULAD: Aquí

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante y certera tu opinión sobre el libro de Cercas, Francesc. Sin ánimo de ofender, pero posiblemente mejor que el propio libro.
Un saludo

Francesc Bon dijo...

No! Es un libro interesante de un autor al que respetar y seguir.

Unknown dijo...

Es curioso, pero he visto una conferencia de Mario Vargas Llosa junto con Javier Cercas, en el que este último recordaba cómo una vez su padre le dijo: "Hijo mío, este artículo sobre tu libro (artículo escrito por el peruano, en el que elogiaba la novela 'Soldados de Salamina') es mucho mejor que tu libro".
Ahora en estos comentarios he tenido un 'déjà vu'.