Año de publicación: 2015
Valoración: recomendable, incluso para discrepantes ideológicos (o no)
Desde que estalló la crisis económica en 2008 y, sobre todo, desde las protestas de mayo de 2011, han proliferado en España los libros que tratan de explicar dicha crisis y sus consecuencias; y más aún, cuestionar el sistema socioeconómico que la ha sustentado, el turbocapitalismo de la sociedad de libre mercado (que algunos de estos libros sean editados por grandes corporaciones editoriales, incluso transnacionales, no deja de resultar curioso... pero supongo que sólo supondrá cierta incoherencia para quien quiera verlo como tal).
Capitalismo canalla, como puede suponer cualquiera, ya tan sólo a partir del título, es uno de estos libros que critica sin ambages el sistema económico imperante y su avance triunfante a lo largo de los últimos 500 años, hasta su hegemonía actual. Según Rendueles, este sistema de organización económica y, sobre todo, de división del trabajo, corresponde a una etapa transitoria en la Historia de la humanidad; los propios orígenes del comercio serían éticamente dudosos (ligados a la piratería y el pillaje) y el capitalismo naciente usó el esclavismo como banco de pruebas para el imperialismo colonialista del XIX, mientras que la utilización de ingentes cantidades de mano de obra barata en los países industrializados se basaba en la privación de sus modos de vida tradicionales. El hiperconsumismo y la ofensiva neoliberal de los 80 acabaron con la solidaridad entre la clase trabajadora y el contrato social que regulaba la economía, consecuente del New Deal y la II Guerra Mundial, hasta derivar en la actual mercantilización extrema no sólo de las actividades económicas, sino las de todo tipo realizadas por los humanos, cuya única premisa parece ser el individualismo egoísta y vacío. Las condiciones de trabajo -que parece ser el verdadero asunto del que trata el libro-, en consecuencia, han ido degradándose hacia la precariedad, la alienación y la frustración, incluso en los países más desarrollados. La solución a esta dislocación económica y laboral pasa, por lo que sugiere el autor del libro, por recuperar el espíritu de la organización del trabajo de las economías preindustriales y fomentar la solidaridad entre trabajadores a partir de la reivindicación de actividades que hasta ahora se han tenido menos en cuenta, e incluso desdeñado, como es la del cuidado entre personas.
Bien, uno podrá estar de acuerdo o discrepar de las ideas de Rendueles, pero no se puede negar que las defiende de forma elocuente y sorprendentemente amena. Y -lo que más nos puede interesar a los librópatas- para hacerlo echa mano de una enorme cantidad de referentes literarios, que utiliza a modo de ejemplos, pero también como proposiciones del hilo argumental que trata de explicar (menos efectivas, en cambio, resultan las anécdotas y ejemplos sacadas de su propia experiencia vital... rozando el sonrojo del lector, en algún caso). No se trata de una lista exhaustiva sacada de algún canon literario; como reza el subtítulo del libro, éste pretende ser Una historia personal del capitalismo a través de la literatura, así que el autor ha echado mano de las lecturas que le han influido a lo largo de su vida. Aún así, la relación de escritores y obras citadas es apabullante; mencionando solamente a los más conocidos (por un servidor), nos encontramos con: Georges Perec, Daniel Defoe, Bern Traven, Melville, Tomás Moro, Roald Dahl, Antonio Gamoneda, Jim Thompson, Steinbeck, el Lazarillo de Tormes, Dickens, Wordsworth, Von Kleist, Carlo Levi, Olbracht, Rimbaud, Bertold Brecht, Platónov, Leopardi, Dostoievski, Coetzee, George Elliot, Hesíodo, Julio Llamazares, Delibes, William Blake, Lod Byron, Percy y Mary Shelley, Kipling, Joseph Conrad, Céline, Yeats, Auden, Stephan Zweig, Jünger, Horace McCoy, Kerouac, Anthony Burgess, Primo Levi, Pasolini, Chimamanda Ngozi Adichie, Sue Townsend, Brett Easton Ellis, John Cheever, Borges, Zizek, George Saunders, Goethe, Doris Lessing, Isaac Rosa, Erri de Luca, San Juan de la Cruz, Agustín García Calvo y Gloria Fuertes. Y, por supuesto Marx y Engels (y aún hay más que no menciono).
Como bien puede suponer cualquier lector, el autor del libro ofrece una visión propia y no convencional -desde el punto de vista de la hegemonía político-económica actual- de las relaciones económicas y laborales, sino también de muchas de estad obras literarias. Por poner un ejemplo: para Rendueles, Moby Dick sería "básicamente la historia de un emprendedor enloquecido, el capitán Ahab, que construye una mitología nihilista en torno a un proyecto de exportaciones extractivas y arrastra en su caída a una a una plantilla de trabajadores migrantes precarios"... (aunque, si no recuerdo mal, los tripulantes del Pequod eran más bien socios del capitán, pues se llevaban una parte de las ganancias). O en el caso de En el camino, la interpretación habitual -una novela sobre el ansia la libertad, la contracultura, la experiencia interior...- estaría ocultando su verdadero significado, que es el de un "reduccionismo psicológico profundamente anticipador", cuya radicalidad "es un síntoma de la progresiva normalización de los procesos de ruptura social" tras la II G. M. Una novela en la que "Kerouac consigue convertir en una sensación privada de intensificación subjetiva lo que, en realidad, es una derrota política colectiva en toda regla"...
En fin, "la verdad os hará libres", dice el Evangelio. Yo no sé si eso es cierto, ni dónde está esa verdad (ni mucho menos propugno que sea este en este libro). Pero lo que sí pienso es que buscarla y, sobre todo, reflexionar sobre lo que encontremos, puede parecerse mucho a esa anhelada libertad. A ello, pues...
Bien, uno podrá estar de acuerdo o discrepar de las ideas de Rendueles, pero no se puede negar que las defiende de forma elocuente y sorprendentemente amena. Y -lo que más nos puede interesar a los librópatas- para hacerlo echa mano de una enorme cantidad de referentes literarios, que utiliza a modo de ejemplos, pero también como proposiciones del hilo argumental que trata de explicar (menos efectivas, en cambio, resultan las anécdotas y ejemplos sacadas de su propia experiencia vital... rozando el sonrojo del lector, en algún caso). No se trata de una lista exhaustiva sacada de algún canon literario; como reza el subtítulo del libro, éste pretende ser Una historia personal del capitalismo a través de la literatura, así que el autor ha echado mano de las lecturas que le han influido a lo largo de su vida. Aún así, la relación de escritores y obras citadas es apabullante; mencionando solamente a los más conocidos (por un servidor), nos encontramos con: Georges Perec, Daniel Defoe, Bern Traven, Melville, Tomás Moro, Roald Dahl, Antonio Gamoneda, Jim Thompson, Steinbeck, el Lazarillo de Tormes, Dickens, Wordsworth, Von Kleist, Carlo Levi, Olbracht, Rimbaud, Bertold Brecht, Platónov, Leopardi, Dostoievski, Coetzee, George Elliot, Hesíodo, Julio Llamazares, Delibes, William Blake, Lod Byron, Percy y Mary Shelley, Kipling, Joseph Conrad, Céline, Yeats, Auden, Stephan Zweig, Jünger, Horace McCoy, Kerouac, Anthony Burgess, Primo Levi, Pasolini, Chimamanda Ngozi Adichie, Sue Townsend, Brett Easton Ellis, John Cheever, Borges, Zizek, George Saunders, Goethe, Doris Lessing, Isaac Rosa, Erri de Luca, San Juan de la Cruz, Agustín García Calvo y Gloria Fuertes. Y, por supuesto Marx y Engels (y aún hay más que no menciono).
Como bien puede suponer cualquier lector, el autor del libro ofrece una visión propia y no convencional -desde el punto de vista de la hegemonía político-económica actual- de las relaciones económicas y laborales, sino también de muchas de estad obras literarias. Por poner un ejemplo: para Rendueles, Moby Dick sería "básicamente la historia de un emprendedor enloquecido, el capitán Ahab, que construye una mitología nihilista en torno a un proyecto de exportaciones extractivas y arrastra en su caída a una a una plantilla de trabajadores migrantes precarios"... (aunque, si no recuerdo mal, los tripulantes del Pequod eran más bien socios del capitán, pues se llevaban una parte de las ganancias). O en el caso de En el camino, la interpretación habitual -una novela sobre el ansia la libertad, la contracultura, la experiencia interior...- estaría ocultando su verdadero significado, que es el de un "reduccionismo psicológico profundamente anticipador", cuya radicalidad "es un síntoma de la progresiva normalización de los procesos de ruptura social" tras la II G. M. Una novela en la que "Kerouac consigue convertir en una sensación privada de intensificación subjetiva lo que, en realidad, es una derrota política colectiva en toda regla"...
En fin, "la verdad os hará libres", dice el Evangelio. Yo no sé si eso es cierto, ni dónde está esa verdad (ni mucho menos propugno que sea este en este libro). Pero lo que sí pienso es que buscarla y, sobre todo, reflexionar sobre lo que encontremos, puede parecerse mucho a esa anhelada libertad. A ello, pues...
3 comentarios:
Hola, Juan!
Interesante reseña. Como confeso liberal, pero liberal en el sentido inglés, a la Stuart Mill, no me resulta ajeno el estropicio que el llamado capitalismo salvaje está causando en nuestro planeta. Por lo que libros como el presente siempre llaman mi atención.
Sorprenden la cantidad de referencias literarias y su eclecticismo, lo que no deja de despertar mi curiosidad.
Gracias una vez más por traernos lecturas de interés!
¡Hola, Puma, qué tal!
Sobre el libro, ya digo que se podrá estar o no de acuerdo con las ideas que defiende el autor, que desde luego no son para nada "liberales" en el sentido thatcherista-reaganiano del término (de hecho, a los actuales responsables económicos del mundo capitalista y a los especuladores financieros los pone de psicópatas para arriba), aunque tampoco sé si en el sentido clásico que tú comentas... pero lo que resulta sin duda interesante y aun admirable es como imbrica y articula ese pensamiento político a través de textos literarios que ha ido frecuentando a lo largo de su vida. Y no sólo los de esta lista de autores, sino de bastantes más (y exo que el libro no es muy largo).
Un saludo y gracias a ti por seguirnos. Resulta un placer leer tus comentarios, como siempre : )
Por motivos muy extraños, este libro nunca lo he podido conseguir en mi país (México). Hace un par de años que quiero leerlo porque leí otro texto del autor (Sociofobia) que me encantó. Con Rendeules me pasó que -luego del gusto de haberlo "conocido"- no me importó si otros trabajos suyos eran buenos, malos o regulares. En otras palabras, esta reseña tuya es la primera que leo y me dejó con la duda: seguir buscando al Capitalismo Canalla y pagar por él lo que sea... o mejor dejar que el azar lo ponga en mis manos. Me temo que mi búsqueda ha llegado a su fin (y estaba a punto de comprarlo en versión electrónica).
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