miércoles, 16 de enero de 2013

Tamiki Hara: Flores de verano

Idioma original: japonés
Título original: Natsu no Hana
Año de publicación: 1947-1949
Valoración: Muy recomendable

Hemos reseñado ya, en este blog, varias obras que ofrecen testimonio del horror de los lager nazis (Primo Levi, Kertesz, Semprún) o de la batalla de Stalingrado, una de las más sangrientas de la historia; pero, hasta donde yo recuerdo, no habíamos reseñado aquí ningún testimonio de otra de las mayores atrocidades que nos dejó la Segunda Guerra Mundial: el bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki el 6 y el 9 de agosto de 1945. Eso es, precisamente, Flores de verano, de Tamiki Hara.

Tamiki Hara, antes del fatídico 6 de agosto de 1945, era un escritor solitario y poco conocido, formado en literatura rusa y protagonista de una vida desgraciada: había perdido a varios hermanos y a sus padres a edad relativamente temprana, y más tarde, ya en la edad adulta, a su mujer Sadae. Si su mujer no hubiera muerto, Tamiki Hara no habría vuelto a Hiroshima a la casa de su familia; si no hubiera vuelto, no habría sobrevivido a la bomba atómica y no habría podido dar testimonio de lo sucedido.  

Flores de verano se compone de tres textos (es difícil hablar de relatos): "Preludio a la aniquilación", "Flores de verano" y "De las ruinas", ordenados así en función de la cronología de los hechos, y no del orden en que fueron compuestos. "Preludio a la aniquilación" es una especie de paisaje de "paz en la guerra": en una Hiroshima relativamente a salvo de los bombardeos que asolan el resto de Japón, los personajes protagonistas intentan hacer su vida: trabajan, conviven, planean el futuro, sufren privaciones, evacuaciones, alarmas continuas; pero, dentro de lo que cabe, como dice un personaje, Hiroshima parecía el lugar más seguro de Japón hasta el 5 de agosto de 1945 (aunque un cierto aire de premonición de la fatalidad flota en todo el relato).

"Flores de verano" es el primer texto que Tamiki Hara escribió después de la catástrofe, ya en 1946. El relato se inicia con el momento del estallido de la bomba (en ese momento el escritor estaba en el retrete y eso, dice, le salvó la vida); a partir de ese momento, comienza a recorrer una Hiroshima arrasada y dantesca: hombres y mujeres desfigurados, cadáveres calcinados, esqueletos, restos humanos, rostros hinchados por las quemaduras, espaldas abrasadas... En ese mismo momento, el narrador comprende que debe dar testimonio de todo lo ocurrido, debe escribirlo para que no se olvide. "De las ruinas" continúa cronológicamente el relato anterior, y narra los días y meses siguientes a la bomba atómica: el entierro de los cadáveres, la búsqueda de familiares, las enfermedades que atacan a los supervivientes a causa de la radiación, el fin de la guerra, el esfuerzo por recuperar algún atisbo de normalidad.

Con textos como Flores de verano es difícil ser objetivo y analizarlos solo desde el punto de vista estético. ¿Es "Flores de verano" un relato sólidamente construido o técnicamente perfecto? Quizás no; pero a sus posibles carencias se sobrepone su intensidad como testimonio, su capacidad para transmitir vívidamente el horror de aquellos días, el sufrimiento y la angustia de los supervivientes, el caos de la aniquilación inmediata de toda una ciudad, la lenta agonía de quienes murieron a causa de la radiación.

Tamiki Hara, como Primo Levi, dio testimonio del horror para que no se olvidase y luego se quitó la vida. El 31 de marzo de 1951 se arrojó a las vías del tren en Tokyo. Su memoria se recuerda en Hiroshima con una placa conmemorativa con un fragmento de su último poema.

Nota final con moraleja para editoriales: compré este libro porque lo encontré en formato eBook a muy buen precio en una librería online. Si no, es probable que nunca lo hubiera comprado en papel. Y a buen entendedor...

5 comentarios:

gonzalo dijo...

Yo lo compré en papel (debo necesitar más palabras para entender el final de tu crítica). Los libros de esta editorial está hechos con un gusto que merece la pena pasar por caja. Este libro es tremendo. Abz

Santi dijo...

Hola, Gonzalo, muchas gracias por tu comentario. Comparto tu opinión del libro y de la editorial, que publica unos libros magníficos, tanto exteriormente como en su contenido.

Mi comentario final solo quería llamar la atención sobre el hecho de que el eBook puede ser un mercado muy interesante para estas editoriales. De hecho, cada vez son más las editoriales independientes que publican en papel y en eBook: Impedimenta, Libros del Asteroide y en breve también Libros del Silencio...

Carol dijo...

En mi caso, me gustó mucho la novela, un testimonio impactante y de primera mano por alguien que vivió la tragedia, junto a Lluvia Negra de Masuji Ibuse, de lo mejor que he leído sobre el tema. En mi caso (como dice el anterior comentario) también soy fan declarada de Impedimenta, me gusta mucho la calidad de sus ediciones tanto estéticamente como en contenido, y cómo seleccionan obras en principio poco conocidas. Es verdad que los precios son muy elevados pero en este caso no decepcionan sus ediciones. Yo lo he intentado una y mil veces y no soy capaz de leer a gusto en ebook. Un saludo

Anónimo dijo...

Hola, alguien puede decirme en Colombia donde puedo conseguirlo? aunque no me desagrada la lectura on line, aun disfruto mucho sentir la textura del papel!! Gracias

Paula dijo...

Pues a mí también me ha gustado mucho. Coincido con tu crítica: no será el mejor libro que se haya escrito nunca, pero es un testimonio necesario y de una intensidad que suple cualquier carencia de originalidad narrativa o estilística.

Creo que la parte que más me ha gustado ha sido la primera, "Preludio a la aniquilación". Esa anticipación de la tragedia -el sueño premonitorio del principio, la continua sensación de peligro inminente- es casi más angustiosa, y más poderosa, que el relato del estallido de la bomba o de sus consecuencias. Ese horror, al fin y al cabo, está más allá de las palabras.