lunes, 17 de agosto de 2009

Francisco Ayala: Los usurpadores

Idioma original: español
Fecha de publicación: 1949
Valoración: muy recomendable

Este volumen reúne siete relatos de Francisco Ayala sobre el poder. Podría decirse "sobre los excesos del poder", y no sería falso, pero esto ignoraría el mérito principal del libro, que consiste en presentar el exceso como defecto. Mucha literatura narra los delitos de algún villano que abusa de su dominio sobre los hombres, como animado de una fuerza diabólica para hacer el mal. Ayala prescinde, con acierto, de este recurso mitológico y construye así un cuadro inteligente y desolador sobre la condición y los efectos del poder.

No es aquí la embriaguez orgullosa de las propias fuerzas la que explica los desmanes de los poderosos, sino su secreta impotencia. La crueldad no es fruto del desprecio que se aparenta, sino del miedo que se disimula; la intransigencia no surge de la convicción, sino de su falta. Ayala muestra en estos relatos cómo esa determinación grandilocuente, que es siempre la fachada del poder, no oculta muchas veces sino temor y duda. Y lo hace, además, aprovechando con maestría todos los recursos del oficio literario, sin caer en la tentación fácil del predicador, esto es, mostrando al lector lo que quiere decir pero sin amonestarlo.

De todos los relatos, quizá sea "El Hechizado" el que mejor capte esta idea de que el ejercicio del poder es, en el fondo, un arte de engaño. Se narra la historia de un indio que viaja a España para encontrarse con el rey Carlos II. La suya es la búsqueda del fundamento, el corazón del que emanan las fuerzas de un poder ubicuo. Pero el camino del indio se se ve impedido por un complejo aparato de despachos y antesalas que administra el acceso al soberano. Como en El castillo de Kafka, la espera amenaza con hacerse infinita; sólo el atajo indigno de una enana que trabaja en la corte y se deja comprar le abre el paso. Descubre así -y no sabemos con qué efecto- que detrás de los Consejos y las Audiencias, de los Virreyes y Almirantes y Secretarios, hay sólo un idiota que babea.

Ayala escribió estos cuentos en los años que siguieron a la Guerra civil española (el más tardío es "El Inquisidor", de 1950, que se añadió en ediciones posteriores). Esto significa que se escribieron desde el exilio y tras el sangriento desplome de una República en la que Ayala creía y a la que sirvió. No podían sino mostrar una visión de la historia española opuesta a la retórica oficial que entonces se imponía. El "Diálogo de los muertos", que cierra el volumen a modo de epílogo, describe el paisaje castellano como lo que es: un inmenso cementerio alimentado por el miedo y la ambición.

Otras obras de Francisco Ayala en ULAD: Historia de macacos

1 comentario:

Guillermo Gómez dijo...

Jaime, estoy contigo. Este libro es muy recomendable. Lo descubrí un día por pura casualidad paseando por la biblioteca de la universidad. No había leído nada de Ayala y al verlo decidí cogerlo.
También estoy contigo en destacar el relato "El hechizado".