martes, 24 de julio de 2018

Walter Scott: Ivanhoe

Idioma original: inglés
Título original: Ivanhoe 
Año de publicación: 1820 
Traducción: Juan Tomás y Salvany 
Valoración: recomendable

¿Qué leía la chavalería (palabra vintage a recuperar) antes de, qué sé yo, Geronimo Stilton y Harry Potter y los libros del detective esqueleto como se llame y de María Frisa y Laura Gallego? Pues qué va a ser, los Cinco, los Tres Investigadores, las novelas de Julio Verne, de Emilio Salgari, de Karl May, La isla del tesoro, Mujercitas (chicas y chicos, eh...) y, last but not least, libros de Walter Scott: Ivanhoe, preferentemente. En versión adaptada y reducida, por lo general, puesto que la obra original, resulta quizás demasiado "tocha" y prolija para los tiernos lectores prepubescentes. Aunque quizás sea esa minuciosidad en el detalle, amén de sus otras cualidades, claro, lo que la hace más atractiva para el lector adulto. Otra cosa es si este lector adulto está interesado además en el rigor histórico, pues si bien el escocés Walter Scott está considerado, con justicia, como uno de los progenitores de la novela histórica, también es cierto que fue, ante todo, un escritor romántico, y por tanto,  también proclive a la exageración o mixtificación de los hechos y personajes con los que trataba, para que sirviesen de acuerdo a sus fines estéticos. Así, esta novela, ambientada a finales del siglo XII, cuenta la historia de un caballero sajón, Wilfred de Ivanhoe, que ha partido a las Cruzadas junto al rey Ricardo Corazón de León, el cual posteriormente ha sido capturado por sus enemigos y mantenido en cautividad en Austria. Mientras tanto, el reino de Inglaterra está bajo el gobierno del príncipe Juan (sí, el de Robin Hood, que tampoco es un desconocido en esta obra) y los nobles de origen normando, que mantienen una agresiva rivalidad con los conquistados sajones.

Sin entrar en detalles argumentales, hay que decir que en esta novela encontramos todo una panoplia de personajes y situaciones clásicos de cualquier novela de aventuras medievales: caballeros misteriosos que se baten en torneos y se apresuran a salvar a las damiselas, nobles que anteponen su honor a cualquier otra cosa, frente a otros que no hacen más que felonías, intrigas por el poder, bandidos de buen corazón,  siniestros templarios, fieles siervos de la gleba, juicios por brujería, batallas para conquistar castillos... en fin, un poco de todo, que hace que la lectura de esta novela sea un disfrute para el amante del género de aventuras. Ya digo que quizás el estilo decimonónico  pueda ralentizar la lectura, al menos para lo que estamos acostumbrados en las novelas "históricas" de hoy, pero eso, a quien le pille el punto, no dejará de acrecentar su disfrute.

Cierto es, ya digo, que la precisión histórica de la novela resulta cuestionable -por ejemplo, parece que el verdadero rey Ricardo era bastante más capullo menos presentable de lo que aparece aquí-; aún así, en la misma podemos encontrar varios asuntos que resultan fundamentales para el estudio de la Historia medieval (hasta donde yo recuerdo), como son las rivalidades entre los distintos grupos étnicos o nacionales que  configuraban la sociedad europea de la época -con los judíos llevándose la peor parte-; competencia entre el rey y los nobles por quedarse con el botín las rentas campesinas; importancia creciente de las órdenes religiosas  militares -auténticas multinacionales de ese momento-, la incipiente expansión europea por medio de las Cruzadas, con la excusa de la religión... en fin, un panorama de lo más interesante, antesala, además, del primer atisbo "constitucionalista", con la Carta Magna que firmaría pocos años después -bien que obligado- el rey Juan Sin Tierra. Pero esa, amigos, ya es otra historia...


Otras obras de Walter Scott reseñadas en Un Libro AL Día: La novia de Lammermoor

9 comentarios:

Oriol dijo...

Juan, lo he dicho mil veces, y si hace falta lo diré mil más: ¡me encantan tus reseñas!

Anónimo dijo...

Vendría a ser la tipica novela de caballerías de la que tanto se mofa Don Quijote no? Jajaj

Juan G. B. dijo...

Gracias Oriol...¡a mí me encantan las tuyas! Y ahora, dejémoslo antes de que nuestros compañeros nos pidan que nos vayamos a un hotel...😅

Juan G. B. dijo...

Hola, anónimo:
Pues no lo había pensado, pero sí, no te falta razón...aunque recordemos que en el Quijote también se salvan un par de novelas como el Amadís o el Tirant...
Un saludo.

El Puma dijo...

Estimado Juan, leí Ivanhoe no menos de cuatro veces. Claro, en la versión resumida de la Colección Robin Hood, de la editorial Acme. Que contenía las obras más importantes de todos los autores que mencionas en tu reseña, y muchos más!
Colección que de muy pequeño me hizo aficionado a la lectura.
Conclusión: Acme es no solo culpable de todas las desgracias del coyote, sino también de mi adicción por los libroe :-)

Juan G. B. dijo...

Hola Puma, gracias por pasarte por aquí:
¡Madre mía, Editorial Acme... Eso debe de ser materia de coleccionistas, con ese nombre! Espero que conserves el libro...
Yo también leí un montón de veces esta novela de pequeño, también en versión resumida, claro...creo recordar que de Bruguera. Por eso ha sido un placer reencontrarme con este clásico tantos años después y reseñarlo, cosa que me ha causado una satisfacción especial.
Como siempre, un saludo y decirte que es un placer leer tus comentarios ; )

Anónimo dijo...

Me ha encantado la reseña, ¡enhorabuena!
Leí Ivanhohe cuando era un chavalín (no hace tanto) y recuerdo la historia como una de las más divertidas de mi infancia..

Juan G. B. dijo...

Hola, anónimo y sobre todo, gracias por el elogio.
Creo que somos bastantes los que recordamos este libro con afecto (y otros de Verne, Stevenson o Conan Doyle). La verdad es que es una de las reseñas que más he disfrutado escribiendo, por eso mismo.
Un saludo y gracias de nuevo por tu visita.

El Puma dijo...

Juan, para que conozcas la colección Robin Hood, te dejo este enlace.

https://es.wikipedia.org/wiki/Robin_Hood_(colección)

Allí dice que las obras eran completas y no resumidas. No creo que así fuera.

Un gran saludo!